Destinos ideales para una escapada rural en España
A lo largo y ancho del territorio español se puede elegir entre numerosos territorios en los que disfrutar de una escapada rural diferente, entretenida y tranquila al mismo tiempo. Siempre muy enriquecedor, ya que la oferta es tan variada que basta con elegir el destino más acorde con nuestros intereses, desde los deportivos a los culturales, desde el relax hasta la aventura, etc, etc.
Turismo rural para todos los gustos
Si a uno le gustan los deportes en la naturaleza, e incluso las pequeñas aventuras, hay territorios en España plagados de montañas donde disfrutar de lo lindo. Igualmente les ocurre a aquellos que buscan destinos más tranquilos, donde la idea sea relajarse viendo el mar y degustando buena comida.
Y en cuanto a quienes buscan llenar sus escapada rural de un contenido cultural, la verdad es que pueden elegir todo tipo de motivos desde la historia hasta la literatura, pasando por el descubrimiento de las costumbres más ancestrales.
1. Escapada rural al Pirineo de Huesca
En la provincia aragonesa de Huesca se encuentran las montañas más altas de toda la cordillera pirenaica. Y son precisamente esas montañas las que proporcionan un paisaje natural increíble, en muchos casos protegido como es el caso del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
En estas montañas se pueden realizar todo tipo de deportes en la naturaleza, desde rutas de senderismo hasta mountain bike, pero también se puede optar por volar en parapente o en ala delta.
“No es más quién más alto llega, sino aquel que influenciado por la belleza que le envuelve, más intensamente siente.”
-Maurice Herzog-
En invierno, la nieve es la gran protagonista de estos paisajes, y gracias a ella abren varias estaciones de esquí en la provincia. Concretamente las de Astún, Candanchú, Cerler, Formigal y Panticosa.
2. Escapada rural a la costa de Guipúzcoa
De la montaña al mar. Al mar Cantábrico, en concreto por la provincia de Guipúzcoa. En esta costa se encuentran diseminadas numerosas poblaciones que poseen varios atractivos muy interesantes. Por ejemplo, hay lugares históricos plagados de patrimonio, como es el caso de la población de Getaria o Zumaia.
Pero además del patrimonio cultural, otro de los atractivos es la belleza de esta costa que alterna los acantilados con grandes playas, algunas conocidas por cualquier aficionado al surf de todo el mundo, como es el caso de Zarautz.
Y, por si fuera poco, el turismo rural en esta zona de Guipúzcoa siempre está protagonizado por una gastronomía espectacular. Si estás buscando una escapada rural en la que puedas disfrutar en todos los sentidos, esta es perfecta.
3. Descubriendo El Bierzo en León
La región de El Bierzo, al norte de la Comunidad de Castilla y León es uno de los grandes tesoros de España que hasta hace no mucho tiempo solo conocían los lugareños. Por fortuna, en la actualidad es un importante foco de atracción de visitantes y la oferta de alojamiento y de servicios para disfrutar de una fantástica escapada rural cada vez es mejor y más abundante.
Entre todas ellas destacan Las Médulas, un paisaje increíble fruto de la historia y de la naturaleza, ya que se trata de una gigantesca mina a cielo abierto excavada por los romanos y hoy está considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Pero a Las Médulas hay que sumarle en la zona la carga artística del tramo del Camino de Santiago, que pasa por aquí, o la belleza natural de la sierra de los Ancares. En definitiva, sorpresa tras sorpresa.
4. Por el Valle del Jerte y La Vera en Extremadura
Estos dos territorios de la provincia cacereña se pueden visitar todo el año, lógicamente, cualquier época es buena. Sin embargo son extraordinariamente atractivas en un periodo concreto y un tanto indefinido: cuando los miles de cerezos de estas tierras están en flor. ¿Cuándo ocurre eso? Pues en el paso entre el invierno y la primavera.
La fotogenia de esos campos extremeños es indudable, pero hay más motivos para visitar estas tierras. Por ejemplo, se puede descubrir el lugar donde se recluyó el emperador Carlos I hasta su muerte: el monasterio de Yuste.
En definitiva, esta zona es ideal para recorrerla con tranquilidad, en coche, caminando o en bici. Es un auténtico gozo para todos los sentidos y para una escapada rural inolvidable.
5. Siguiendo al Quijote por La Mancha
Aunque existe una ruta de Don Quijote que recorre gran parte de Castilla La Mancha, lo cierto es que no es tan fácil seguirle los pasos al héroe cervantino. El autor no nos da muchas pistas de donde suceden todas sus aventuras. Sin embargo, hay lugares que sí se citan en el libro o, al menos por las descripciones, podemos saber dónde se imaginó los episodios Cervantes.
Por ejemplo, podemos visitar El Toboso, en la provincia de Toledo, y entrar al Museo Cervantino, ubicado en la supuesta casa de Dulcinea.
También podemos ver cómo han evolucionado la viejas ventas en modernos restaurantes donde paladear las delicias más manchegas y quijotescas. Y desde luego hay que ver molinos de viento en lugares como Campo de Criptana, Mota del Cuervo o Consuegra, todos ellos lugares que se atribuyen un célebre capítulo del libro, aquel en el que luchó el Quijote contra los gigantes.