Suzdal, una de las ciudades más encantadoras de Rusia
Rusia esconde cientos de ciudades de encanto embriagador. En su región central, al norte de la capital del país, se localiza la villa de Suzdal, un importante centro turístico que forma parte del famoso Anillo de Oro ruso. Toda la metrópolis parece arrancada de un exótico cuento de zares y palacios lejanos. ¡Vamos a conocerla!
Suzdal: belleza sublime
La belleza de los monumentos de Suzdal, sus apuntadas cúpulas y decoradas paredes llenarán los ojos del viajero. Sus apacibles calles y la simpleza de la vida de sus gentes deleita y cautiva por igual.
Suzdal es un hermoso paraje coqueto de visitar, especialmente en invierno. Es en esta época cuando la nieve se apodera de los tejados y el camino. Una cálida bienvenida a varios grados bajo cero solo es posible en el corazón de Rusia.
Este precioso rincón no abarca una basta extensión, por lo que es fácilmente cubierto a pie. Un paisaje de cuento infantil en mitad de los páramos del gigante asiático.
Resulta ideal comenzar el paseo en la Plaza del Mercado, atravesada por la principal arteria del pueblo: la calle Lenin. En este punto se aloja un mercadito donde encontrar souvenirs y ropa para abrigarse, principalmente. Y será necesaria, pues la temperatura en el país euroasiático es francamente baja.
A lo largo de la aldea, el turista encontrará casas de madera rurales, llamadas isbas, e iglesias tradicionales restauradas. Además, también recibirán al viajero algunos molinos clásicos de la vida del campesino ruso.
Y a las vistas hay que añadir otro de los placeres que el viajero podrá degustar: la gastronomía típica. Suzdal se enorgullece de su medovuja, una cerveza de miel que se vende en cada esquina, la bebida tradicional.
“Viajamos, algunos de nosotros para siempre, para buscar otros estados, otras vidas, otras almas.”
– Anaïs Nin –
Qué ver en Suzdal
1. Monumentos Blancos de Suzdal
Los Monumentos Blancos de Suzdal están hechos en piedra caliza blanca. En esta ciudad se localizan tres, siendo el más importante de todos el Kremlin. Más antiguo que el de Moscú, data del siglo X. Siendo de origen medieval, está ubicado estratégicamente en la curva del Kamenka.
Esta fortificada ciudadela alberga uno de las más reconocidas edificaciones religiosas: la catedral de la Natividad. Construida un siglo después, resaltan sus blancas paredes y el azul de sus cinco cúpulas apuntadas. A este atractivo debe añadirse doradas puertas labradas con escenas religiosas, y frescos bizantinos en el interior.
Otro Monumento Blanco es el Monasterio del Salvador y San Eutimio. Este complejo alberga numerosos edificios religiosos, siendo el más famoso la iglesia de la Asunción por sus frescos y cúpulas. También se compone de campanario, murallas rojizas e incluso prisión. Termina la lista la iglesia de Borís y Gleb, del siglo XII.
2. Otros edificios religiosos
Suzdal tiene decenas de iglesias y otras construcciones de carácter religioso de enorme belleza. Existen algunas fabricadas en madera, como la iglesia de San Nicolás, y otras en diversos materiales.
Destaca a su vez la Catedral de la Transfiguración del Salvador, dentro del recinto del Monasterio Redentor de San Eutimio. El dorado y verde de sus cúpulas confiere al edificio una presencia sublime.
Contrasta con un mirador de rojos muros, que ofrece al turista las mejores vistas al significativo Convento de la Intersección. Fundado en el 1364, funcionó como lugar de exilio para esposas de zares como Pedro I y Basilio III. El monasterio sigue activo y conserva en su interior numerosas muestras de arte ruso.
La religión exuda por las cuatro esquinas de Suzdal. El viajero apasionado del culto ortodoxo disfrutará enormemente la visita a este pequeño tesoro en Rusia.
3. Un hotel temático
Existen a lo largo de las calles de Suzdal una amplia oferta de hoteles y restaurantes, así como lugares de ocio. Pero sin duda, la mejor de las opciones para una experiencia completa de la vida campesina rusa son las isbas. Este tipo de viviendas están construidas tradicionalmente con troncos y arcilla. Hoy en día, la aldea ofrece la posibilidad de disfrutar de una de ellas, una estupenda opción para todo viajero.
Pero si el frío del invierno en Rusia se colara por las rendijas, siempre es posible salir a buscar una bebida caliente. También resulta una alternativa ideal disfrutar del tradicional Kvas. Esta curioso néctar está elaborado a base de harina de trigo, centeno, cebada, pan negro y algunas frutas. Nada mejor para introducirse en la vida rusa.