De viaje por Rumanía, un país soprendente
Rumanía es un país de Europa Central con infinidad de atractivos, aunque todavía poco explotado por el gran turismo. Sin embargo, guarda dentro de su territorio bonitos pueblos medievales, monasterios y castillos, además de parajes naturales de gran valor. ¡Acércate y descubre la magia que esconde Rumanía!
Lugares imprescindibles de Rumanía
1. Bucarest, una capital de ensueño
Bucarest es la capital de Rumanía, por lo que pasar algunos días aquí representa conocer más a fondo la historia de este país. Se afirma que este lugar fue edificado a imagen y semejanza de la ciudad de París. Sin embargo, durante la época del gobierno comunista de Nicolae Ceausescu muchos de los antiguos edificios fueron demolidos.
De esa actividad urbanística surgieron otros, como el imponente Parlamento, la mayor edificación gubernamental después del Pentágono. Empezó a construirse en el año 1983 y permanece inacaba, con parte de sus más de mil estancias aún vacías.
En cuanto al casco histórico de la ciudad, aún se pueden encontrar algunos edificios medievales como la iglesia de Sfantul, el monasterio Stavropoleos o la posada de Manuc. Lugares de visita obligada.
Y el viajero no debe irse de la capital rumana sin antes visitar las hermosas plazas de Bucarest, como la Plaza de la Revolución, la de la Universidad o la plaza y bulevar Unirii. Y dentro de la oferta cultural de la ciudad, nada mejor que conocer alguno de sus museos, como el Museo de Arte o el Museo Nacional de Historia, o escuchar un concierto en el Ateneo.
2. Sighisoara, la ciudad que dio origen a Drácula
Esta pequeña ciudad medieval de Rumanía se encuentra en la región de Transilvania. Fue fortificada en la antigüedad por los sajones, quienes crearon diversas fortalezas alrededor de edificaciones y zonas emblemáticas de Sighisoara. En la actualidad, su ciudadela es de las mejor conservadas de toda Europa. De hecho, no ha cambiado en estructura desde hace más de 5 siglos.
Sighisoara fue la localidad rumana que vio nacer al empalador Vlad Tepes, también conocido como Drácula. En este lugar se encuentra un museo que recuerda a este terrible personaje y la casa donde nació Vlad Tepes fue convertida en un restaurante.
Pero, sin duda, lo mejor es dar un paseo para admirar el casco histórico de esta hermosa ciudad, declarado Patrimonio de la Humanidad. Paradas imprescindibles son la Torre del Reloj, el palacio del ayuntamiento o el Barrio Bajo, entre otros rincones.
3. Brasov y su auténtica atmósfera medieval
Esta apacible ciudad es una de las más emblemáticas en Rumanía gracias a su historia. Antigua localidad húngara, sus callejuelas transmiten lo más sublime de la época medieval. Al adentrarse a la zona más antigua se pueden contemplar vetustas fortificaciones que se utilizaban para conservar y defender edificios de los ataques enemigos.
Uno de los monumentos más representativos de Brasov es la Iglesia Negra. Su nombre surge debido a un gran incendió que afectó al templo, el mayor templo gótico de Transilvania y símbolo de la ciudad. En el interior de la Iglesia Negra hay un antiguo órgano de 4.000 tubos, el más grande de Europa.
Realizar una excursión por los míticos castillos en Rumanía será uno de los puntos clave para conocer más a fondo la historia que esconde este país. Precismanente en Brasov se encuentra el gran castillo de Bran, más conocido como el castillo de Drácula. Fue construido por los sajones en 1382 y aquí el empalador guardaba diversos instrumentos de tortura medievales.
“Lo último que vi del conde Drácula fue su terrible mirada, con una luz roja de triunfo en los ojos y con una sonrisa de la que Judas, en el infierno, podría sentirse orgulloso.”
-Bram Stoker-
4. Sinaia, un verdadero tesoro
Al pie de los Cárpatos encontramos esta bella ciudad. En ella destaca el castillo de Peles, un palacio decimonónico hermoso por fuera, pero espectacular por dentro. La decoración de sus 160 habitaciones es magnífica.
La otra joya es el Monasterio de Sinaia, calificado como la “catedral de los Cárpatos”. En su interior se pueden admirar hermosos frescos inspirados en el arte bizantino.
Rumanía es todo un descubrimiento para quienes la visitan por primera vez. Un país que lo ofrece todo: historia, cultura, naturaleza, tradiciones y una rica gastronomía.