Valldemossa, bello testimonio medieval en Mallorca

Valldemossa, bello testimonio medieval en Mallorca

Escrito por Adrián Pérez

Última actualización: 25 enero, 2016

Se cree que este hermoso pueblo fue fundado por un noble árabe llamado Mussa en forma de “alquería” (pequeña comunidad rural). Literalmente Valldemossa quiere decir “el valle de Mussa”. Sus calles estrechas y empinadas son realmente encantadoras y quedarás prendado por ellas. No dudes en visitar esta región de la isla de Mallorca. ¡Te encantará!

Valldemossa, entre la sierra y el mar

El conjunto monumental de Valldemossa está emplazado entre el mar Mediterráneo y la sierra de Tramuntana. La frondosa vegetación se confunde con las fachadas de piedra y las diversas construcciones religiosas.

Valldemossa
Valldemossa – Veronika Galkina

A pocos kilómetros de este pueblo encontrarás la playa y varias calas, en las que fondean embarcaciones de diverso calado. El puerto local sigue manteniendo la impronta marinera y pescadera de antaño. Podrás comprar pescado del día y disfrutar de algunos platos elaborados en el momento.

Una gran parte de las casas, con sus puertas y ventanas verdes, están colina arriba, y en los alrededores podrás visitar los hermosos bosques de olivos y almendros, que se riegan con el agua de manantiales de la zona.

Calle de Valldemossa
Calle de Valldemossa – Anilah

La cartuja de Valldemossa

Sin dudas es el atractivo más importante del municipio y de los principales del territorio mallorquín. Se trata de un palacio, residencia del rey Sancho I de Mallorca durante el siglo XV. El origen de las construcciones se sitúa durante el mandato del rey Jaime II (padre de Sancho), quien eligió este hermoso lugar a 400 metros de altura para construir un palacio para su hijo.

Años después se cedieron las posesiones reales a los frailes cartujos, quienes fundaron la cartuja. Pasó a manos privadas en 1835.

Cartuja de Valldemossa
Cartuja de Valldemossa – Anilah

En la visita a la cartuja de Valldemossa se puede contemplar una iglesia de estilo neoclásico, que comenzó a construirse en 1751 sobre lo que había sido la capilla original de 1446. También se peude recorrer el claustro, la farmacia de los cartujos, las habitaciones, el jardín, la celda prioral y las habitaciones.

Vale la pena destacar que en la celda 4 se pueden encontrar recuerdos de la estancia del músico Frederic Chopin, quien estuvo allí en el invierno de 1838 junto a la escritora George Sand. En este lugar compuso sus Preludios Op 28. La mujer además escribió el cuaderno de viaje Un invierno en Mallorca.

Pero hubo muchas más personalidades que pasaron por aquí. Rubén Darío, Azorín y Miguel de Unamuno son algunos de ellos.

Cartuja de Valldemossa
Cartuja de Valldemossa – Gyuszko-Photo

Entre las instalaciones también podemos destacar el Museo Municipal, que ofrece una gran colección de arte contemporáneo y una sala dedicada a la antigua imprenta. Atravesando la plaza se halla la lujosa mansión del rey con varios elementos originales.

Además del campanario hay otra torre que domina los tejados del pueblo. Se trata de la iglesia parroquial de San Bartolomé, construida en el siglo XIII.

Más atractivos de Valldemossa

Si bien la cartuja se lleva la mayoría de las miradas, en este hermoso lugar hay otros lugares que vale la pena visitar. En tu estancia aquí no te pierdas la casa natal de Santa Catalina Thomas, una religiosa española muy importante que tiene su celebración cada 5 de abril. Su cuerpo descansa en la isla de Mallorca, más precisamente en el convento de las Canonesas Agustinas de Santa Magdalena de Palma.

“Es la verde Helvecia, bajo el cielo de Calabria, en la solemnidad y el silencio de Oriente”.

-George Sand sobre el paisaje de Mallorca-

El puerto de Valldemossa es otro de los puntos destacados de tu paseo. Lo puedes divisar desde la falda de la montaña, con su pequeña ermita. El puerto pesquero nos habla de una gran tradición con el mar.

Una de las calas más grandes y populares es la de Son Marroig, en la punta de Na Foradada. Si te gusta la tranquilidad y quieres unas vacaciones en pleno contacto con la naturaleza no puedes dejar de pasar una mañana aquí.

Sierra de Tramontana
Sierra de Tramontana – mffoto

Para continuar con el paseo dirígete a la sierra de Tramuntana y a las localidades o alquerías cercanas como Sóller, Deiá, Santa María del Camí y Banyalbufar. Todas ellas están emplazadas en las colinas, algunas son más señoriales y otras más austeras, pero cada una tiene su encanto.

Toma un tren antiguo que te lleve hasta el puerto de Sóller para disfrutar de los típicos platos mallorquines a base de pescado y marisco fresco. Para compras de artesanía local (bordados, cerámica y forjas) sin dudas ve a Santa María de Camí.