Tesoros bajo tierra, un mundo por descubrir
A veces las cosas más hermosas no están a la vista. A veces hay que mirar un poco más allá, adentrarse en las entrañas o buscar bajo la superficie que pisamos. Queremos que nos acompañes en un viaje fantástico buscando algunos tesoros bajo tierra que te van a dejar sin habla. ¿Vienes?
1. Cueva de los Verdes, Lanzarote, España
Comenzamos en un fabuloso tubo volcánico de siete kilómetros que cruza parte de la isla de Lanzarote y se adentra en el mar. Visitar la Cueva de los Verdes es toda una experiencia sensorial gracias al silencio y los efectos de la iluminación en las paredes. Y, afortunadamente, es uno de esos tesoros bajo tierra que todo el mundo puede visitar.
2. Cueva Vatnajökull, Islandia
No están exactamente bajo tierra, pero son tan hermosas que merece la pena mencionarlas. Con una imagen casi de ciencia ficción, estas cuevas surcan el glaciar Vatnajökull, el más grande de Europa. Es el agua que corre por debajo del hielo en verano el que se encarga de esculpirlas. Un capricho de la naturaleza.
3. Cenote Ik-Kil, México
Los cenotes son inmensas cámaras subterráneas inundadas. Algunas están a cielo abierto, otras no, y las hay con alguna oquedad en la parte superior por la que penetra la luz. Sea como sea, son espectaculares y muy abundantes en la Riviera Maya, algunos, como el de Ik-kil, son casi mágicos.
4. Cisterna Basílica, Estambul, Turquía
En el subsuelo de Estambul se esconde uno de los tesoros bajo tierra más hermosos que haya hecho el hombre. Es un antiguo depósito de agua construido en el siglo VI y sostenido por 336 columnas de mármol de 9 metros de altura. Por cierto, su nombre se debe a que justo encima de ella hubo una basílica.
5. Cueva de Altamira, Cantabria, España
Esta cueva esconde uno de los conjuntos de pinturas rupestres más fascinantes del planeta. Bisontes, caballos, ciervos… todo un repertorio de figuras que dan forma a lo que algunos han llamado “capilla sixtina del cuaternario”. Por cierto, solo unos pocos afortunados pueden visitarla cada la semana, el resto puede contemplar justo al lado una detallada reproducción.
6. Minas de Naica, México, y sus tesoros bajo tierra
A 300 metros de profundidad, en la mina de Naica, se esconden los cristales más grandes jamás encontrados. Son de selenita y miden hasta 15 metros. Eso sí, solo científicos han podido admirarlos, ya que las condiciones de temperatura y humedad en la cueva son tan elevadas que solo se pueden soportar con trajes especiales.
7. Grotte de Saint Marcel, Francia
Pertenece a un sistema subterráneo con casi 60 kilómetros de galerías. Buena parte se encuentran inundadas, pero en los tramos en los que no es así se descubre un universo mágico de cascadas, salas de dimensiones descomunales y fabulosas estalactitas y estalactitas. La Grotte de Saint Marcel es casi un universo mágico.
8. Minas de Wieliczka, Polonia
Las de Wieliczka llegaron a ser las minas de sal más grandes del mundo, con una red de pasillos que alcanza los 300 kilómetros. Aún siguen abiertas, pero una parte de sus túneles y de sus salas son hoy un recorrido turístico que no deja de asombrar. En él se pueden admirar infinidad de esculturas de sal y lugares tan increíbles como la capilla de Santa Kinga.
9. Iglesias de Göreme, Turquía
En la Capadocia turca hace siglos se excavaron en la roca decenas de iglesias. Pero no es el lugar en el que se encuentran lo que más llama la atención de las iglesias de Göreme, lo que maravilla de ellas son los espectaculares frescos bizantinos con los que están decoradas.
10. Cuevas de Batu, Malasia
Acabamos nuestro recorrido para descubrir tesoros bajo tierra en un lugar místico en todos los sentidos. La impresionantes cuevas de Batu, con alturas que superan los 100 metros, esconden en su interior varios santuarios hindúes. Desde su entrada, presidida por una imponente estatua y una inacabable escalinata, hasta las cuevas más pequeñas y oscuras, todo aquí es espectacular.