Recorre las calles de Assilah, en la costa de Marruecos
Assilah es uno de los lugares turísticos más interesantes del norte de Marruecos. Una ciudad que os la podéis encontrar con su nombre árabe, pero no os extrañe si la veis con la referencia de Arcila, que sería su topónimo en español. Nosotros preferimos referirnos a ella por su nombre original de Assilah, ya que así nos evoca mucho más el viaje a Oriente que nos propone esta población.
¿Cómo llegar a Assilah?
Puede parecer que te vas a desplazar muy lejos y, sin embargo, harás un viaje a un lugar muy próximo al estrecho de Gibraltar. El mejor modo de llegar desde España es tomando un ferry desde Tarifa o Algeciras a la ciudad de Tánger, y allí tomar el tren hasta Assilah.
Los trenes que unen ambas poblaciones pasan con mucha frecuencia, salen casi cada hora, y el trayecto dura unos 30 minutos, dado que la distancia entre Tánger y Assilah no llega a los 50 kilómetros.
“Conoces más un camino por haber viajado por el que por todas las conjeturas y descripciones en el mundo.”
-William Hazlitt-
Las playas de Assilah
Assilah es una población de la costa atlántica marroquí, y es un lugar tradicional de vacaciones para los habitantes de esa zona del país, dadas sus excepcionales playas bañadas por el océano. De hecho, la población hoy en día en gran parte vive del turismo, algo que se puede ver, por ejemplo, en su puerto, donde se combinan las embarcaciones pesqueras con las deportivas.
Por cierto, esos pescadores abastecen de producto a los numerosos restaurantes de la población. Unos restaurantes que se encuentran tanto en la medina o ciudad antigua, como en la villa nueva más allá de las murallas. Y en cualquiera de ellos servirán abundante pescado fresco, a precios muy económicos. Imperdible saborear un parrillada de pescado y de marisco durante un viaje a esta preciosa ciudad marroquí.
La medina de Assilah
Ya hemos avanzado que la ciudad vieja de Assilah está amurallada, algo que no puede extrañar al conocer su historia. Y es que por aquí han pasado fenicios, cartagineses, árabes, portugueses o españoles. Es decir, que visitamos unas calles plagadas de historia.
Calles, además, realmente muy bien cuidadas, ya que la medina de Assilah es un laberinto de callejuelas muy limpias, con casas encaladas y con detalles en el azul añil, la forja en la rejas, celosías de madera y muchas flores.
Por lo tanto el conjunto tiene un gran atractivo para el visitante. Pero además, hay edificios con un protagonismo especial, por ejemplo, las puertas de entrada a la medina. Son Bab al Bahr y la puerta El Bab El Houmar , o sea la puerta del mar y la de la tierra, respectivamente. Por cierto, en la segunda se puede ver el escudo de armas de Portugal, que recuerda que este fue un dominio luso.
Lógicamente, también durante este paseo os encontraréis distintas mezquitas, así como el importante Centro Cultural Hassan II. Un lugar donde se programan distintos e interesantes encuentros internacionales. Y de todos ellos el más importante es el Festival de Assilah.
El Festival de Cultura de Assilah
La medina de esta ciudad marroquí es diferente a cualquier otra que hayas visitado en el país. Y lo es por muchas razones. Aquí el orden y la limpieza es la norma, así como que no hay un gran zoco, sino que en su inmensa mayoría son inmuebles en los que uno se puede alojar. Y además de todo ello, durante el paseo por las calles de Assilah, uno descubre que muchas paredes son el soporte de singulares murales.
Son murales que se renuevan cada año dentro del marco del Festival de Cultura de Assilah, el cual va camino de su 40 aniversario. Comenzó como un proyecto en el que se recuperaba el encanto de una ciudad vieja un tanto abandonada.
Sin embargo, hoy en día es una de sus señas de identidad, ya que los murales le dan una personalidad especial. El evento tiene lugar en agosto, pero obviamente sus efectos artísticos perduran durante todo el año en las calles de Assilah.