5 playas escondidas de España que tienes que conocer
España es un país reconocido mundialmente por su buen ambiente, su inmejorable clima y, en concreto, por sus excelentes playas, que se han convertido en lugares muy solicitados por turistas de todas las nacionalidades. Sin embargo, no siempre las más conocidas o concurridas son las más hermosas, hay playas escondidas que son una auténtica delicia.
En ocasiones lo que se busca son lugares tranquilos, sin aglomeraciones, en los que poder relajarse. Te vamos a mostrar algunas de esas playas escondidas que no todo el mundo conoce.
Playas escondidas que debes conocer
1. Playa de Gulpiyuri, un recóndito paisaje en Asturias
Entre las poblaciones de Llanes y Ribadesella se encuentra esta espectacular cala que hará las delicias de aquellos bañistas que deseen tomarse un descanso de la congestión habitual de la mayoría de los pueblos costeros. Está considerada una auténtica joya de la naturaleza y, de hecho, ostenta el rango de monumento.
El agua del mar llega hasta este pequeño espacio semicircular a través de un estrecho túnel que lo conecta con la costa. Aquí el agua posee escasa profundidad, a pesar de ello, esta pequeña playa es perfecta para relajarse. Está totalmente aislada del mundanal ruido y perfectamente conservada gracias a lo cual forma parte del Paisaje Protegido de la Costa Oriental de Asturias desde el año 2001.
2. Playa del Silencio en Asturias, un regalo de la naturaleza
En Cudillero se localiza otra de las maravillas naturales que nos ofrece Asturias, la playa del Silencio, también conocida como playa del Gavieiru. Aunque la mayor parte de la superficie de la orilla es pedregosa, consta de una zona arenosa de aproximadamente medio kilómetro de longitud. Esto nos permitirá bañarnos o bucear cómodamente en esta encantadora y recóndita cala.
Lamentablemente debido a su extrema belleza se ha hecho muy popular en los últimos tiempos. No obstante, a pesar de que su enorme fama hace que se llene de curiosos durante la temporada alta, al tratarse de un espacio prácticamente virgen y paradisíaco, estaremos en soledad o al menos prácticamente solos en cualquier otra época del año.
“Lo que no quieras que no sepan muchos no lo digas a nadie.”
-Juan Eusebio Nieremberg-
Eso sí, es necesario no escatimar en precauciones mientras estemos allí ya que, al estar rodeada por cantos picudos, hay que tener especial cuidado en aquellos momentos en los que la marea está alta, ya que podemos quedarnos encerrados.
3. Playa Charco Azul, el encanto de las aguas canarias
La playa Charcho Azul es una de las más estimadas por los habitantes de El Hierro. Consiste en un conjunto de pequeñas piscinas naturales de escarbadas en las rocas volcánicas. Nos ofrecen la oportunidad de relajarnos nadando en sus turquesas aguas mientras contemplamos cómo el mar rompe contra los muros protectores de este espacio controlado y seguro.
Estos estanques han sido creados por la naturaleza gracias a las excepcionales condiciones geológicas de la isla. Por ello, lo único que se exige al turista ocasional es que sea respetuoso, ayudando a mantener tanto los lagos como sus áreas colindantes en perfectas condiciones de higiene.
Las magníficas temperaturas de Canarias posibilitan el acceso y disfrute de la playa durante todo el año. Lo más bonito del lugar es la diminuta cueva que está escondida en una de sus caletas y que proporciona unas increíbles vistas y fotografías.
4. Playa de Barrika, un paraíso desconocido en el País Vasco
La hermosura de la playa de Barrika es que está protegida del mar abierto por unos inmensos acantilados de más de 100 metros de altura.
Su orilla está compuesta de arena y piedras. Por suerte, consta de una escalera de 302 peldaños que facilita la comunicación de la cumbre con la costa. Se trata de un espacio tranquilo y salvaje, pero está acondicionado con duchas, servicio de socorristas y hasta con un área de restauración.
Para llegar a ella solo tenemos que acercarnos al pueblo homónimo, localizado a 25 kilómetros de Bilbao. Suele estar plagada de surfistas profesionales y aficionados a deportes que requieren fuerte oleaje. Asimismo también acuden habitualmente escaladores. Hay que tener en cuenta que la mitad de la ribera es seminudista mientras que la otra lo es completamente.
5. Cala Bramant, un jacuzzi natural en Cataluña
Bramant es una de las playas escondidas más hermosas. Denominada la cala bañera, el paisaje que rodea a esta pequeña zona acuífera da la sensación de mantener el agua atrapada entre las enormes rocas de los alrededores con el fin de facilitar el disfrute de los bañistas.
Esta llamativa y curiosa formación del terreno está ubicada a tan solo un kilómetro de distancia del pueblo de Llança, en Girona, por lo que se puede llegar perfectamente andando desde allí. Sus alrededores están protegidos por una gran bosque de pinos que aportan aún más la sensación de encontrarse perdida entre el paraje agreste.
Diariamente grupos de jóvenes de la región se acercan a ella para practicar saltos desde los escarpados riscos, generando un bonito espectáculo difícil de olvidar.