¿Sabías que la plaza de San Marcos es la única plaza de Venecia?
Situada al noreste de Italia se encuentra la bella ciudad de Venecia, diferente a todas las demás. Se podría decir incluso que es única en todo el Universo y que sorprende a todo aquel que la visita por muchos motivos. Por ejemplo, la bella Venecia posee una única plaza, eso sí, perfecta: la imponente plaza de San Marcos.
Los orígenes de Venecia y la plaza de San Marcos
Repasamos un poco su historia
Los primeros pobladores de Venecia huían de sus hogares, intentando alejarse lo máximo posible de los ataques bárbaros. De este modo acabaron llegando hasta estos terrenos inhóspitos y fueron cambiándolos y adaptándolos a su nueva forma de vida.
Así, el Véneto llegó a a transformarse en una de las provincias más bonitas del mundo. No es de extrañar que durante toda su existencia la urbe haya estado relacionada con el agua. Líquido que se ha convertido en una gran atracción turística con el paso del tiempo.
A pesar de la belleza que aporta, el agua también ha sido origen de algún que otro drama. Son muchas las inundaciones que la metrópoli ha sufrido desde su nacimiento. Y es que, cuando sube la marea, esta baña gran parte de la ciudad.
Las inundaciones comienzan habitualmente por la plaza de San Marcos, puesto que se halla en zona baja. La situación alcanza tales niveles que las autoridades se ven obligadas a colocar pasos. Es la única forma de que turistas y demás viandantes puedan caminar por la plaza. Esta singularidad recibe el el nombre de “acqua alta”.
San Marcos, un homenaje al patrón de la ciudad
Cabe destacar que a esta preciosa explanada se la bautizó así en honor al santo protector de la localidad. Como curiosidad, este sustituyó al anterior patrón de la villa, San Teodoro.
En honor a su importancia para los italianos, los restos de San Marcos fueron cedidos a Venecia y traídos desde la lejana ciudad de Alejandría. Según cuentan, el cuerpo y algunas reliquias que lo acompañaban fueron robadas por comerciantes de la época. Sin embargo, hay varias versiones. Los egipcios coptos, por ejemplo, aseguran que la cabeza continúa en su país.
Conociendo un poco más la única plaza de Venecia
La plaza de San Marcos es la única plaza de toda la ciudad y desde su construcción en el siglo IX es el corazón de Venecia. Solo ella tiene la categoría de “plaza“, todas las demás que veas no son más “piazzales” o “campos”, de menor importancia.
El visitante puede acceder a ella caminando y callejear desde allí por la ciudad. También se puede usar el transporte mas característico de la zona, el vaporetto. Desde ellos podremos contemplar la arteria principal de Venecia, el Gran Canal. Así disfrutaremos de la visión de espectaculares edificios históricos.
Centrándonos en la plaza, hay que decir que tiene 180 metros de largo por 70 metros de ancho. Comenzó a construirse en el siglo IX, aunque su forma actual se diseñó en 1177.
Es una gran plaza compuesta por 2 más pequeñas. La primera es de tamaño pequeño, denominada piazzetta. En ella se encuentran dos columnas en honor a San Marcos y San Teodoro. Una vez que pasamos a través de ella llegamos a la más grande. Espectacular y repleta de monumentos que nos ofrecen una agradable visión.
“Un viajero que no observa es un pájaro sin alas.”
-Moslih Eddin Saadi-
Un plaza monumental
No por nada esta plaza fue llamada por Napoleón el “salón más bello de Europa”. En ella se pueden admirar edificios magníficos.
Destaca la esbelta y elevada figura del Campanile. Subir es imprescindible, desde arriba podrás contemplar no solo la plaza, sino también la laguna y el Palacio Ducal, del que sorprenden los arcos de la Porta della Carta.
De vuelta a la plaza, hay que acercarse a la Torre del Orologio para admirar su espectacular cronómetro astronómico, que es una verdadera maravilla. En él aparecen representados los signos del zodiaco, presidido desde lo alto por un león alado.
Finalmente, hay que visitar la Basílica de San Marcos, una magnífica muestra de arte bizantino de la que llaman la atención su grandiosa cúpula de la Ascensión y su mosaicos. Justo al lado, el Palacio Ducal, otra visita imprescindible.