Disfrutamos del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama
Entre Madrid y Segovia se extiende un espacio de enorme valor geológico, natural y paisajístico. Estamos hablando de la Sierra de Guadarrama. Se trata de un parque nacional que, además de su naturaleza, alberga un importante patrimonio histórico-artístico repartido en varias de sus poblaciones. Hoy nos vamos hacia este magnífico entorno natural a disfrutar del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. ¿Vienes con nosotros?
La belleza del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama
El Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama se encuentra en el Sistema Central. Se extiende entre las provincias de Madrid y Segovia. Del total de su extensión, 64% pertenece a Madrid y el 36% a Segovia, en la comunidad de Castilla y León.
Fue declarado Parque Nacional en el 2013 y es el quinto más grande de España. Tiene, además, las figuras de Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) de la Sierra de Guadarrama y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
La Sierra de Guadarrama cuenta con valiosos ecosistemas de alta montaña, únicos en la península. Está sembrado de bosques de pinares donde abunda la especie de pino albar. También se pueden admirar impresionantes circos y preciosas lagunas de origen glaciar. Estas bellezas están rodeadas de agrestes roquedos graníticos donde hacen vida la cabra montés y el lobo ibérico.
“La naturaleza es grande en las cosas grandes, mas es grandísima en las cosas diminutas.”
– Jacques Henri Bernardin de Saint-Pierre –
Qué ver en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama
1. El pico de Peñalara
En la grandeza de este entorno natural, se encuentran algunas joyas que vale la pena conocer. Comenzamos por uno de sus parajes de especial belleza, el pico de Peñalara. Cuenta con una altura de 2.428 metros, siendo la cima más alta del parque.
A su alrededor encontramos un laberinto de lagunas, cascadas y caídas de agua. Antiguamente tuvo denominación de parque natural.
2. La Pedriza
Otro de sus lugares imposibles de perderse es la Pedriza. Es una zona muy característica del parque con grandes paredes de granito. Cuenta con gran interés geológico y paisajístico.
Se encuentra al sureste del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, entre los 900 metros y 2020 metros de altitud.
3. El valle del Lozoya
Este precioso valle de montaña se encuentra al norte de la comunidad de Madrid. Goza de un patrimonio histórico-artístico de gran valor cultural. Entre sus tesoros encontramos el Monasterio de Santa María de El Paular. También maravillosos pueblos con sus construcciones tradicionales, como fraguas, antiguos conjuntos agropecuarios, potros de herrar, pajares, etc.
4. Miradores
El Parque de Guadarrama cuenta con varios miradores ubicados en zonas emblemáticas, desde donde se contemplan grandiosas vistas, tanto del parque como de su zona periférica. Incluso en algunos puede observarse hasta Madrid, si las condiciones meteorológicas lo permiten.
De todos ellos, el mirador de los Robledos es uno de los más bellos. Se trata de un mirador-monumento, dedicado al Primer Centenario de la Guardería Forestal. Desde este promontorio natural se admiran unas impresionantes vistas del valle intramontano de El Paular, bordeado por los Montes Carpetanos y la Cuerda Larga, con el macizo de Peñalara a la espalda.
Qué hacer en el Parque de la Sierra de Guadarrama
El parque cuenta con una serie de rutas y sendas donde es posible practicar senderismo. Desde rutas para hacer con niños, a rutas geológicas, botánicas y hasta ornitológicas. Hay algunas sendas para admirar la belleza y sus paisajes del parque como la senda de las Tongueras, la senda de Orejanilla o la del Mirador de la Velilla.
En cuanto a las actividades deportivas, el Parque de Guadarrama brinda la oportunidad de practicar variados deportes. Uno de ellos es la bicicleta en sus pistas forestales para recorrer la Sierra de Guadarrama. Algunas de ellas discurren la zona periférica de protección y otras se internan en el Parque Nacional.
Otro deporte muy practicado es el de escalada en roca. El parque de Guadarrama se ha convertido en una escuela para la practica de este deporte por su particular configuración y el tipo roca de lo conforma.
En invierno, el entorno se convierte en el ideal para todo tipo de ascensiones típicamente alpinas. Ascender por crestas, canales, palas y paredes heladas se han convertido en un reclamo para los montañeros. Otras actividades que no puedes dejar de disfrutar en la época invernal son el esquí nórdico, raquetas de nieve, trineos y snowboard.