Lugares de película, entre la realidad y la ficción
Son lugares que hemos visto en el cine o hemos imaginado al leer historias inolvidables. Lugares que existen, que a veces se crearon como escenarios cinematográficos o que, sencillamente, se han “adaptado” para ello. Te invitamos a visitar lugares de película que, a veces, no lo son tanto. ¿O sí?
1. Lugares de película: Popeyes’s Village
Este singular pueblo se levantó en la isla de Malta para rodar la versión cinematográfica del conocido cómic. Un escenario de fantasía que hoy cualquiera puede pisar y disfrutar, ya que se ha reconvertido en un parque temático. Si eres de los que disfrutaba con las historias de Popeye, este lugar te va a encantar.
2. Hobbiton
¿Quieres visitar una auténtica aldea hobbit? Entonces tendrás que viajar a Nueva Zelanda, a Matamala. Allí encontrarás uno de los lugares de película más curiosos que puedas imaginar. Entre pequeñas colinas podrás disfrutar del hogar de Frodo y Bilbo. Un escenario de fantasía que se decidió mantener después el rodaje de El Señor de los Anillos.
3. Balcón de Julieta
Al parecer, esta es la casa de Verona en la que Shakeaspeare sitúo el hogar de los Capuleto. De hecho, en la Edad Media aquí vivía una familia apellidada Cappelletti. Pero lo cierto es que Julieta nunca pudo asomarse a este balcón, ni Romeo decirle aquello de “¡Silencio! ¿Qué resplandor se abre paso a través de aquella ventana? ¡Es el Oriente, y Julieta, el sol!” ¿La razón? El balcón se añadió a la casa principios del siglo XX.
4. Café de Rick
Ni Humphrey Bogart ni Ingrid Bergman pusieron un pie en Casablanca para rodar la inolvidable película. Por supuesto, tampoco Sam tocó nada en ningún café de la ciudad marroquí. Pero hace unos años una exdiplomática decidió recrear el mítico local y abrió una réplica exacta del que se puede ver en el largometraje, casi como sumergirse en él.
5. Puente sobre el río Kwai
También aquí se mezclan ficción y realidad. Hubo un puente construido por prisioneros (realmente fueron más de 600 en la zona) y los aliados lo destruyeron (al menos el que inspiró el libro). Así que este no es el auténtico. Pero sí es de la Segunda Guerra Mundial y cruza el río Kwai, aunque con trampa, el río antes se llamaba Mae Klong. Es más, la película ni siquiera se rodó en Tailandia, sino en Sri Lanka
6. Puente de los espías
Este es uno de los lugares de película cuya historia es real. Frontera entre el bloque oriental y el occidental en Berlín, durante la Guerra Fría este puente fue escenario del intercambio de espías capturados mientras realizaban sus pesquisas en territorio “enemigo”. El primer intercambio tuvo lugar a principios de 1962 y el último en 1986.
7. Casa de Shelock Holmes
El 221B de Baker Street, en Londres, quizá sea una de las direcciones más conocidas, al menos para los amantes de las historias de detectives. Sherlock Holmes es un personaje de ficción, pero en esta dirección hay una casa-museo en la que perfectamente hubiera podido residir. Aunque ocurre algo curioso, la casa está entre los números 237 y 241. ¿Por qué? Solo te decimos una cosa: pon a prueba tus dotes detectivescas.
8. Tataouine, Túnez
Tatooine es uno de los planetas que aparecen en Star Wars. Pues bien, la inspiración para darle forma la encontrarás en Túnez, en Tataouine. Aquí se grabaron algunas escenas de la saga. Unas curiosas viviendas-cueva y graneros construidos por los bereberes sirvieron para ambientar el hogar de Luke Skywalker.
9. Zhangjiajie
En este caso, es un lugar real que se transformó en un mundo de fantasía gracias a la tecnología. El paisaje de Zhangjiajie, en China, fue la inspiración para crear las montañas Hallelujah del paraíso de Pandora en la película Avatar. Y tal fue el éxito y el agradecimiento, que una de estas roca se bautizó, precisamente, con el nombre de Hallelujah.
10. Desierto de Tabernas
Es el Lejano Oeste en el sur de España. Sí, el desierto de Tabernas, en Almería, fue plató de rodaje de los llamados “spaguetti western“. Y viendo aquellas películas nadie diría que se rodaron a unos kilómetros del Mediterráneo. Si lo visitas, te sentirás casi como en uno de esos largometrajes. Por el paisaje y porque puedes disfrutar de un pequeño parque temático.