Los pueblos más bonitos del Cantábrico
El norte de la península española se ve bañado por el mar Cantábrico, aguas frías y limpias que traslucen un fondo de arena fina. Hogar de los más exquisitos mariscos, la costa cántabra esconde pueblos de hermosura desbordante, rincones de ensueño y larga tradición pesquera. Relaja tus sentidos y déjate arrastrar por el encanto del norte, saborea con nosotros los más exquisitos secretos que nos deja el Cantábrico.
Lucha de titanes: Galicia y Asturias
Galicia, tierra de meigas
Al noroeste del país, en la comunidad gallega, encontraremos Betanzos, un lugar de sosiego, con un claro gusto por la existencia pacífica y tranquila que no solo se ve reflejado en el carácter de sus gentes, sino en la proliferación de iglesias y viviendas de la aristocracia. Un ejemplo lo hallaremos en el convento de San Francisco, un edificio de estilo gótico del siglo XIV.
Surcando el espeso verdor daremos con otro municipio que en nada desmerece al anteriormente mencionado. El fabuloso pueblo de Viveiro posee el casco antiguo más notable, conservando una muralla romana. Orgullo de la localidad, los lugareños llevan una existencia modesta y adusta rodeados de los ecos de trovadores y leyendas antaño forjadas.
Notable mención merece la localidad de Foz, de nacimiento prerromano, cuya basílica de San Martín de Mondoñedo es la más antigua de España. El puerto, glorioso en los siglos XVI y XVII, desborda todavía tradición marinera, aunque su economía hoy en día se basa en el turismo. Y es que este rincón en la desembocadura del río Masma tiene mucho que ofrecer, pues hasta una invasión vikinga es motivo de fiesta en este pueblo lucense.
Y en el límite con Asturias encontramos Ribadeo, con una situación geográfica envidiable. Desde el moderno puente de los Santos se divisa una magnífica panorámica. La industria pesquera, aunque ha perdido fuerza, sigue marcando el ritmo del que tiempo atrás fuera escenario de las guerra irmandiñas entre nobles y obispos. Estos últimos nos dejaron los legendarios monasterios de San Martín y Lorenzana, una visita obligada.
Asturias: hogar de xanas
Se dice que criaturas mitológicas habitan en la comunidad asturiana dispuestas a brindar las más generosas recompensas a aquellos que sean capaces de desencantarlas. Cómo llegaron a ser encantadas es fácilmente deducible, pues aquel que visita el territorio astur queda hechizado por el singular embrujo que esta tierra posee.
Si lo que buscamos es una villa de tradición marinera no debemos olvidar pasar por Cudillero. Su puerto es ejemplo perfecto de lo que debería ser, abrazado por casas superpuestas y escalonadas, como si de una escalinata para las sirenas se tratase. Lo mismo sucede en la localidad de Lastres.
Un puerto también de singular belleza que, además, es corazón de la diminuta urbe que lo engloba, es el que encontramos en la cinematográfica Llanes, una villa encantadora que merece la pena conocer.
Y, en contraste con la estampa típicamente marinera, de balconadas de madera y piedra sobre pared blanca, encontramos casonas viejas nobles en las que parecen habitar almas atormentadas.
“Ir sin amor por la vida es como ir al combate sin música, como emprender un viaje sin un libro, como ir por el mar sin estrella que nos oriente.”
-Stendhal-
Una hermana menor, la seductora Cantabria
Entre los más bellos pueblos a orillas del Cantábrico hallaremos la localidad de San Vicente de la Barquera, cuya tradición marinera y pasado guerrero quedan marcadamente reflejados en los restos de la muralla y algunas partes del castillo.
Actualmente la pequeña urbe ha evolucionado hacia un entorno mucho más vital y alegre, de calles con bellos soportales, magníficas balconadas y plazas con soberbios edificios, como el Ayuntamiento.
En esta línea, y como si de un museo perenne hablásemos, distinguimos Santillana del Mar, que si bien no está bañada por el mar si merece especial mención. Solo tres kilómetros la separan del Cantábrico, pero es tal su pétreo encanto que ha enamorado a artistas desde hace siglos.
El centro de la villa, el alfoz, la colegiata románica y sus torreones parecen sacados de un hermoso cuento. Una asombrosa labor de conservación y rehabilitación por parte del gobierno de Cantabria que la convierten en villa museo de la época feudal.
El sabor del Cantábrico en el País Vasco
Llegamos en nuestro recorrido por la costa cantábrica al País Vasco. Paramos en Bermeo, un colorido pueblo de tradición pesquera, con un bellísimo puerto de sabor añejo y un casco antiguo tan empinado como hermoso.
Y finalizamos ya casi en la frontera con Francia, en Hondarribia, un pueblo lleno de vida y con una larga historia. Pasear por sus calles, disfrutar de la visión de sus coloridas casas y admirar la elegancia de sus casonas es una experiencia inolvidable.
Hacer una ruta por el Cantábrico es conocer lo mejor de la tradición marinera de España, recorrer pueblos envueltos en la magia y rincones llenos de encanto. Un plan maravilloso para una vacaciones.