La Plaza Roja de Moscú, un espacio mítico
La capital rusa es una de las ciudades más famosas del mundo y también una de las más buscadas por turistas y rusos de otras zonas del país. La Plaza Roja de Moscú es lo más característico de la ciudad, y por ello hemos creído que merece conocerla a fondo. ¿Te animas?
Historia de la Plaza Roja de Moscú
La Plaza Roja de Moscú tiene 330 metros de largo y 70 metros de ancho. Un espacio magnífico que en 1990 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Está ubicada en el barrio comercial más famoso de la ciudad, Kitay-górod y de ella salen todas las calles principales de la ciudad. Por ello se la considera el centro de Moscú y el lugar más importante desde el que poder ir a cualquier lugar.
Antiguamente, en su lugar había un emplazamiento de edificios de madera. Iván III de Rusia ordenó demolerlos debido a su miedo de que pudieran arder y destruir la ciudad. En su lugar, comenzó a crearse la que hoy conocemos como la Plaza Roja de Moscú.
¿A qué debe su nombre? Muchos creen que al color de sus ladrillos, otros piensan que es un simbolismo de la representación de este color en el comunismo. Nada más lejos de la realidad. Su nombre proviene de una palabra rusa: Krásnaya que hoy día significa roja, pero que cuando se creó la plaza significaba bonita.
¿Qué tiene de interesante la Plaza Roja de Moscú?
Esta plaza no es solo famosa por estar en el centro de la ciudad, sino porque separa el Kremlin del barrio histórico de Moscú. Pero además, tiene varios monumentos famosos que merecen ser vistos. Conozcamos algunos.
1. Patíbulo
El patíbulo era el lugar que se usaba para anunciar las actas del Estado, una declaración de guerra, anuncios de decretos sobre ejecuciones y otros actos importantes. Muchos creen que las ejecuciones se llevaban a cabo en el patíbulo, pero estas se hacían en plataformas de madera independientes que también se hallaban en la Plaza Roja.
Se levantó durante la reconstrucción de Moscú, aunque estaba cerrado por la parte superior. Más tarde se hizo de piedra y ladrillo y alrededor de 1800 , M.F.Kazakova lo forró en piedra blanca y áspera, el aspecto que presenta hoy día.
2. Monumento a Minin y Pozharski
Este monumento es una estatua de bronce que está frente a la famosa Catedral de San Basilio. Es un homenaje a Minin y Pozharski, dos héroes rusos. Ellos fueron capaces de reunir a un ejercito de voluntarios que consiguió expulsar al ejército de la República de las Dos naciones. Todo un logro que merecía ser premiado.
Alejandro I de Rusia fue quien decidió que el monumento se alzara en la plaza más famosa de la ciudad: la Plaza Roja. Un monumento que se inauguró en 1818, algo más de dos siglos después de la hazaña de los dos héroes
3. Mausoleo de Lenin
Lenin fue el gran revolucionario comunista que dio un giro a la filosofía de vida rusa. Por ello su mausoleo se expone en la plaza. Aunque de pequeño tamaño, tiene características similares a mausoleos como las pirámides de Egipto o el mausoleo de Ciro el persa.
Estos son algunos de los rincones imprescindibles que hay que ver en la Plaza Roja de Moscú. No obstante, hay más. Por ejemplo, en la muralla que separa la plaza con el Kremlin hay enterradas figuras de la URSS y algunos otros famosos.
“Dentro de veinte años estarás más decepcionado de las cosas que no hiciste que de las que hiciste. Así que desata amarras y navega alejándote de los puertos conocidos. Aprovecha los vientos alisios en tus velas. Explora. Sueña. Descubre.”
-Mark Twain-
Parece que Moscú no quiere renunciar a su historia, quizá por eso es especial y su Plaza Roja uno de los lugares más bellos del mundo. ¿Te lo vas a perder?