La inquietante Isla de las Muñecas en México
Si das un paseo por Xochimilco, en México, te encontrarás una hermosa región llena de laberínticos canales e islas solitarias y agrestes que forman un paraíso para la fauna y los pescadores. Entre esas te encontrarás con la Isla de las Muñecas, una zona llena de muñecas colgadas que pone los pelos de punta. ¿Te atreves a conocerla? ¡Ven con nosotros!
La Isla de las Muñecas está emplazada en los canales de Cuemanco, en una chinampa, un terreno de poca extensión construido en un lago mediante la superposición de una capa de piedra, otra de cañas y otra de tierra, en el que se cultivan verduras y flores.
Es una parada obligada para los amantes de las emociones fuertes o del turismo del terror, uno de los destinos más desconcertantes y estremecedores de México con una tétrica atmósfera que se respira en un entorno inquietante.
Nunca las muñecas fueron tan escalofriantes
La principal característica de la Isla de las Muñecas es la disposición de innumerables muñecas en todas partes de la isla. Están desfiguradas, mutiladas, descompuestas, sucias y con cuencas oculares vacías. Son cientos las muñecas que observan desde los árboles y desde los lugares más recónditos del bosque.
Hay quien asegura haber visto que las muñecas mueven sus maltrechas cabezas, brazos o abren los ojos. Incluso dicen haberlas escuchado susurrar entre sí. Algunas personas que bordeaban la isla en barco afirman haber visto a las muñecas haciendo señas para que se bajaran en ella.
La escalofriante historia de la Isla de las Muñecas
Antes de que esta zona se convirtiera en la Isla de las Muñecas, era un paraje que durante 25 años habitó en solitario don Julián Santana, una persona humilde y retraída que se dedicaba a la agricultura. Todos los días iba al pueblo a vender el producto de su cosecha y eran pocas las palabras que cruzaba con las demás personas.
Todo cambió cuando don Julián encontró a una pequeña jovencita ahogada en uno de los canales de la isla, al enredarse entre los lirios de la orilla. A partir de ese momento el único morador de la isla comentó que era sorprendido por lo que identificó como el espíritu de la pequeña difunta, que lloraba, gritaba y se quejaba incesantemente.
Atemorizado, don Julián buscó muñecas en todos lados, e incluso en la basura, de todo tipo y tamaño, y las colgó en los árboles como muestra de dolor y respeto, y también con el afán de espantar y tranquilizar al pequeño espíritu que le atormentaba.
Así continuó durante 50 años. Hoy, estas guardianas colgadas y clavadas se cuentan por miles, mostrando un escenario escalofriante a los visitantes.De esta manera nació la Isla de las Muñecas.
Ya en el año 2001, un don Julián entrado en años fue encontrado por su sobrino, muerto en el mismo canal donde murió la niña, a causa de un infarto. Un final digno de una de película de terror para esta historia, que se dio a conocer en todo el mundo cuando el Gobierno mexicano decidió abrir las puertas de la isla al turismo justo después de la muerte de don Julián.
“A nada en la vida se le debe temer. Solo se le debe comprender.”
-Marie Curie-
La Isla de las Muñecas, foco turístico de Xochimilco
Los locales creen vehementemente que la Isla de las Muñecas es un lugar encantado. Y es una gran atracción turística, a la que los visitantes traen más muñecas para abultar la ya macabra colección.
Hasta aquí llegan también estudiosos de lo paranormal, que aseguran haber captado el movimiento de las muñecas e incluso haber grabado psicofonías.
Si eres amante del turismo del terror no puedes dejar de visitar la Isla de las Muñecas, donde todas sus muñecas hacen de este un lugar desolador que está marcado por la tragedia y el misterio. Sin duda, un paisaje de miradas vacías y angustia infantil capaz de helar la sangre del más valiente.