Killarney Glen, la cascada con forma de corazón
Hoy en Mi Viaje queremos acercaros a una de las cascadas más curiosas del mundo. Situada en Australia, en la región de Canungra, la cascada de Killarney Glen, también conocida como Love Heart Watterfall, se ha convertido en un lugar de tendencia en este último año.
Este destino no es solo una buena excusa para fotografiarse con la persona amada, también es todo un reto para los amantes de realizar saltos espectaculares. El color esmeralda de sus aguas junto con su forma de corazón hacen de Killarney Glen una visita obligada.
Killarney Glen, el lago con forma de corazón
Entre las ciudades de Brisbane y Gold Coast, en la región de Canungra, se encuentra Love Heart Wattefall. Esta cascada cuenta con una piscina natural excavada en la roca con una curiosa forma de corazón. La Killarney Glen también está dentro de un parque nacional.
De hecho, la historia de este parque nacional comienza como parte del terreno de la conocida familia Fitzgerald. No sería hasta los años 70 que el gobierno del país reclamara las tierras como parte del territorio nacional. Ya en el año 2000, el parque nacional fue abierto al público.
Sin embargo, en la actualidad el gobierno australiano se está planteando cerrar las puertas al público para conservar el medio natural. Aunque es posible que otro motivo de esta decisión es que la cascada está cerca de un centro de entrenamiento militar, y temen que los turistas se adentren al campamento.
Visitando la cascada Killarney Glen
A pesar de que debemos ir provistos de comida y agua para visitar la cascada y pasar el día completo, la visita comienza en el pueblo de Lower Beechmont, donde podremos hacer una pequeña parada no solo para tomar algo, sino para comprar algunos artículos en sus tiendas. En el pueblo también podremos conseguir un pequeño mapa de la zona.
El recorrido comienza en el punto más alto de la montaña, donde se encuentra la cascada, e iremos bajando por un camino en zigzag hasta llegar a ella. Aunque la primera impresión es que es bastante empinada, bajar en realidad es sencillo.
Desde el punto de salida hasta llegar a nuestro destino tardaremos alrededor de unos 35 minutos andando. Una vez en la cascada, lo primero que querremos será inmortalizar el lugar sacando una buena fotografía.
Para llegar a la caída de agua desde la zona de abajo tan solo tendremos que seguir el cauce del río. Recomendamos también este camino porque las vistas son impresionantes.
Cerca del lago hay pequeños claros donde podremos acampar para tumbarnos junto a él, comer con el resto de turistas y disfrutar de las horas de sol antes de regresar. Saltar desde lo alto de la cascada hasta caer al lago es una de las actividades preferidas de sus visitantes, como es natural.
Eso sí, debemos estar preparados para acabar rendidos tras terminar el día, entre los ratos que pasemos disfrutando del lago y las caminatas por la zona. De ahí que muchos viajeros opten por conseguir alojamiento en Lower Beechmont por un día para continuar viajando por Australia.
Consejos útiles para la visita
La única forma de llegar hasta la cascada de Killarney Glen es con un vehículo propio, dado que no existen líneas de autobuses. Quizás, con el tiempo implementen una, ya que ha atraído a cientos de turistas extranjeros.
Para llegar hasta la ruta que nos llevará hasta la cascada debemos viajar hasta un pequeño pueblo de nombre Lower Beechmont. Desde aquí, cruzaremos el pueblo siguiendo la carretera principal hasta llegar a una rotonda; en la que tomaremos la penúltima salida.
Finalmente, tras menos de 10 minutos al volante encontraremos un cartel que indica nuestro destino. Por suerte, hay una pequeña zona de aparcamientos. Recomendamos llevar todo lo necesario para pasar el día, desde protección solar, toallas y calzado deportivo, a bebidas y comida. La entrada a la cascada es completamente gratuita.
Además, para disfrutar aún más de la visita son muchos los que prefieren viajar hasta Killarney Glenn durante la temporada baja, entre los meses de abril y septiembre. El clima será más agradable, a menos que busquemos el calor para refrescarnos en las aguas del lago.