Islas de San Blas, un idílico lugar en el Caribe
Las Islas de San Blas o de Kuna Yala, en la lengua aborigen, son un lugar del Caribe donde el tiempo parece haberse detenido. Si alguien tiene en la cabeza visitar un paraíso primitivo, entonces ha de viajar hasta este lugar en la costa este de Panamá.
Las playas de arenas blancas, los cocoteros y los indios guna que las habitan hacen sentir al visitante que no solo ha viajado en el espacio, sino también en el tiempo.
Las Islas de San Blas, el Caribe más auténtico
Las islas poseen un aeropuerto de vuelos nacionales. En 20 minutos se aterriza desde la capital de Panamá, un tiempo escaso para un viaje tan largo, ya que prácticamente es un viaje a otra civilización.
De hecho, las islas de San Blas están gestionadas por los indios guna, los primeros pobladores de este archipiélago. Ellos siguen viviendo de los cocos, la pesca y ahora del turismo en su territorio, ya que no dejan que aquí se establezcan empresas del exterior.
Ese es el gran encanto de estas islas. En la práctica son una provincia autónoma de Panamá, de manera que los guna imponen sus normas, hablan su lengua, visten sus ropas tradicionales, viven en sus casas típicas e incluso hacen pagar a los turistas un peaje por alojarse en sus islas. No obstante, incluyendo ese peaje, unas vacaciones en las Islas de San Blas es un lujo relativamente barato.
“La naturaleza está a menudo escondida, a veces dominada, raramente extinguida.”
-Francis Bacon-
Qué hacer en las isla de San Blas
Evidentemente se pueden recorrer las islas del archipiélago. Hay 365, así que si algún afortunado quiere disfrutar de un año sabático, puede visitar una cada día. No todas están habitadas, de hecho solo entre 60 y 80 tienen habitantes. Posiblemente las más interesantes son las de Achuputu, Yandup, Kagantapu y Coco Blanco.
En todas las que se ofrecen alojamiento, el hospedaje es en las casas tradicionales de los guna. Es decir, unas cabañas con techos de paja, suelo arenoso y paredes de bambú.
Esa es una más de las expresiones culturales que se descubren durante este viaje, ya que todo en las Islas de San Blas está imbuido de las tradiciones ancestrales de los indios guna. Desde su gastronomía a base de pescado, mariscos y arroz hasta sus artesanías.
Los guna son famosos por sus prendas típicas. De muchos colores y con decoraciones de animales tropicales que son un buen recuerdo del viaje. Como también son memorables asistir a sus danzas en la playa o verles pescar en rudimentarias pero efectivas canoas, tal y como lo han hecho desde hace siglos.
Snorkel en las Islas de San Blas
Otro de los atractivos de este viaje es hacer snorkel para descubrir los fondos marinos cercanos a las islas. Algunas de las zonas submarinas que se contemplan están entre los arrecifes de coral más antiguos del mundo. Es recomendable llevarse hasta allí el equipo para el snorkel, porque no hay muchas cosas en las islas.
Se puede hacer snorkel pero, en cambio, tienen prohibido el buceo. Algo que no es impedimento para descubrir unas formaciones coralinas hermosísimas y únicas, dado que la limpieza de estas aguas es absoluta.
Además de tu equipo de snorkel es interesante llevarse también linterna, cerillas, velas, las baterías de los aparatos electrónicos bien cargadas y dinero en efectivo. Incluso una reserva de comida, porque en las islas deshabitadas es imposible encontrarla.
La vida en las playas de las Islas de San Blas
Todo el tiempo que se pase en este archipiélago de Panamá se estará o a orillas del mar o sumergido en sus aguas. La vida se desarrolla en la playa. Los alojamientos están ahí, los pequeños restaurantes donde se sirven comidas también, las fiestas de noche se hacen en torno a una fogata sobre la arena.
Las horas pasan muy tranquilas tomando el sol, dándose chapuzones en el Caribe más primitivo, haciendo fotografías de unos paisajes terrestres y marinos paradisíacos, remando en los cayucos locales o haciendo pequeñas inmersiones entre corales.
En definitiva, conocer las Islas de San Blas, o de Kuna Yala como les gusta decir a sus habitantes, es un viaje inolvidable y único. Disfrutarás de un edén natural y de una cultura ancestral rica y orgullosa de sus tradiciones.