Faro de Neist Point: un hermoso lugar
El Faro de Neist Point es una de las imágenes más bellas de cuantas nos esperan en un recorrido por la costa de Escocia. Y más en concreto si nos planteamos la visita a la isla de Skye, uno de esos grandes secretos que nos aguardan en este país.
¿Quieres saber más sobre este faro, sobre su historia, cómo llegar, quién lo construyó y mucho más? Pues sigue leyendo, porque aquí te lo vamos a contar.
¿Cómo llegar al Faro de Neist Point?
Tal y como hemos indicado, el primer paso para admirar el Faro de Neist Point es visitar la isla de Skye. Una vez allí, es ideal disponer de un coche de alquiler para llegar hasta este destino.
Tal vez os asuste eso de conducir a la inversa, pero creednos: por estas carreteras, la conducción no es rápida y, dada la estrechez de algunas vías, lo cierto es que da lo mismo ir por la izquierda que por la derecha.
Por tanto, atreveros a conducir un coche por Escocia, y especialmente por la isla de Skye. Allí tendréis que buscar la carretera B884 en dirección a Glendale y estad atentos a las señales que os indicarán el desvío hacia el Faro de Neist Point. Si bien el coche no os lleva hasta el edificio, tendréis que aparcar en el lugar indicado y emprender una pequeña ruta para alcanzarlo.
Ese paseo por el prado, entre ovejas y con las vistas de la costa, es el encanto del sitio. Tan solo es de una hora entre ida y vuelta, aunque con una primera bajada muy pronunciada que luego habréis de ascender. Por este motivo, llevad el calzado apropiado para disfrutar de la caminata hasta uno de los faros más atractivos del mundo.
¿Quién construyó el Faro de Neist Point?
Posiblemente os suene el nombre de Robert Louis Stevenson, uno de los escritores de novelas de aventuras más conocidos de todos los tiempos, gracias a obras como La isla del tesoro. Pues bien, Stevenson se dedicó a la literatura, pero varias generaciones de su familia eran ingenieros y constructores, especializados en la edificación de faros.
Casi todos los faros de Escocia llevan su firma, y también el Faro de Neist Point, diseñado por David Alan Stevenson e inaugurado en 1909. En aquel entonces, era el faro y las construcciones anexas para vivienda del farero y su familia. Si bien eso hoy en día está abandonado gracias al control remoto, nos permite dar una idea de lo que sería vivir aquí en soledad, frente al mar y la naturaleza.
Las vistas desde el faro
Ya hemos comentado que la aproximación caminando hacia el Faro de Neist Point es gran parte de su encanto. Al descubrirlo desde la lejanía es cuando se aprecia su estampa más bella, con los prados próximos donde pasta el ganado y se descubren los muros de piedra que organizan los campos desde antaño.
De hecho, la construcción en sí tal vez pierda parte de su magia cuando nos aproximamos, ya que al ser un sitio donde ya no vive nadie, que se controla desde Edimburgo y donde lo importante es el haz de luz de su torre, la verdad es que constructivamente tiene aspecto de descuidado.
No obstante, al llegar allí se comprende su valor. Sus vistas sobre el océano Atlántico son estupendas, y si el día está claro, os va a sorprender la contemplación sobre el horizonte de las remotas y legendarias islas Hébridas, otra joya natural de Escocia.
Además, si visitáis el lugar durante el verano, llevaros prismáticos para avistar cetáceos en estas aguas, distintos tipos de ballenas y delfines nadarán ante vuestros ojos, así como grandes aves acuáticas, como los famosos alcatraces.
Disfruta del ocaso del sol en el Faro de Neist Point
En definitiva, esta visita es uno de los grandes atractivos de la isla de Skye. Tiene un paseo encantador, una construcción histórica que invita a soñar y unas vistas estupendas del mar y su fauna. Por si fuera poco, si lo visitáis al atardecer, veréis una de las puestas de sol más hermosas de Escocia.