Europa en colores: un viaje diferente por el Viejo Continente
Queremoss hacer un viaje para disfrutar de Europa desde un punto de vista diferente. Rojos, amarillos, verdes, blancos o azules visten pueblos y ciudades de una manera tan asombrosa que casi resulta hipnótica. Y eso es lo que vamos a hacer: nos dejamos llevar por la belleza de una Europa en colores ¡mágica!
Europa en colores: Cinque Terre, Italia
Si hay una imagen hermosa que refleje esa Europa en colores que queremos descubrir es la de cualquiera de los pueblos que forman esta preciosa región italiana: Manarola, Vernazza, Monterosso, Corniglia y Riomaggiore. Pueblos que se asoman al mar de Liguria desde los acantilados con sus alegres casas de mil colores diferentes.
Costa Amalfitana, Italia
Más al sur nos encontramos con otro pedazo de costa italiana absolutamente fascinante. Los pueblos de la costa Amalfitana también parecen precipitarse hacia el mar. Pueblos de casas de fachadas alegres, en algunos casos con tejados de azulejos. Amalfi, Positano, Ravello o Vietri sul Mare te enamorarán, sin duda.
La laguna de Venecia
Nuestra última parada en tierras italianas. Hablar de Europa en colores es hablar de algunas de las islas de la laguna Véneta. Islas como Burano o Murano te cautivarán por los colores chillones de las fachadas de sus casas que, como ocurre en Venecia, acompañan el recorrido de los canales.
Pueblos Blancos, España
Cambiamos de registro y nos vamos al blanco inmaculado de algunos pueblos del sur de Andalucía, en España. Son una veintena de pueblos situados en la sierra de Grazalema, cuyas fachadas encaladas de destacan como faros en el paisaje. Olvera, Arcos de la Frontera, Prado del Rey o Algar son solo algunas de estas preciosas localidades.
Pueblos marineros del Cantábrico, España
En el norte de España, pueblos como Cudillero, Llanes, Bermeo o Tazones desafían el gris del cielo con sus casas de fachadas coloridas. Toda una invitación para pasear tranquilamente por ellos y dejarse llevar no solo por los colores, también por los aromas de una exquisita gastronomía que tiene lo productos del mar como protagonistas.
Islas griegas
El blanco en las fachadas y el azul de los tejados se funde a la perfección con la belleza del mar que las baña. Sobre todo en dos de las islas griegas: Santorini y Mikonos. Pero también hay otras islas donde podrás contemplar imágenes parecidas, es el caso de Paxos, Paros, Hidra. Igual de hermosas, pero mucho más tranquilas.
Pueblos marineros de Noruega
Que Noruega es un país frío es cierto, pero no todos su pueblos y ciudades lo son, al menos en lo que a su aspecto se refiere. Los rojos y amarillos de las casas de los pescadores de las islas Lofoten o del antiguo muelle de Bryggen en Bergen son espectaculares, mucho más en invierno, cuando resaltan sobre el blanco de la nieve.
Pueblos y ciudades medievales de Alsacia
La belleza de Colmar y Estrasburgo es de sobra conocida. Pero Alsacia esconde otras muchas localidades que te dejarán sin respiración. Son pueblos de casas de entramados de madera y fachadas coloridas que parecen sacados directamente de un cuento. Eguisheim, Kaysersberg, Mulhouse o Riquewihr son solo algunos.
Pueblos de cuento en Baviera
El sur de Alemania esconde pueblos tan increíbles como Rothenburg ob der Tauber, parecido a los que hemos mencionado de Alsacia. Pero también otros muy diferentes, como Oberammergau, único por sus fachadas convertidas en lienzos que cuentan historias de todo tipo. Un precioso punto y final a nuestro recorrido para disfrutar de una Europa en colores.