Essaouira en Marruecos: la antigua Mogador desde Marrakech
Essaouira, en Marruecos, es una preciosa ciudad situada en la costa atlántica. Conocida en el pasado como Mogador, es una de las excursiones más solicitadas desde Marrakech. Y es que, para aquel viajero que guste de empaparse de las tradiciones y ecos del pasado, esta es una visita inolvidable.
Essaouira en Marruecos, una ciudad legendaria
Esta fue tierra de fenicios, cartagineses, romanos y, más tarde, portugueses. Pueblos y grandes civilizaciones mediterráneas de navegantes. También fue el punto de llegada de antiguas caravanas de comerciantes de esclavos, de ámbar gris, de ébano y de pieles que llegaban desde Tombuctú.
La vieja Mogador ha sido escenario de películas legendarias y sitio de refugio para bohemios, músicos y artistas de todos los tiempos. De hecho, Essaouira, su nombre actual, significa “pequeña imagen” en árabe, por ser el lugar ideal soñado por los pintores.
Sus murallas de reflejos rosados, sus casas blancas, sus dunas y los azules cobalto de sus ventanas y embarcaciones hacen de este lugar una estampa que no podrás dejar de fotografiar.
Un crisol de culturas, donde convivieron durante más de dos siglos judíos, musulmanes y comerciantes europeos. Un paraje idílico para disfrutar del arte, los festivales y de sus inmensas playas de arena que, junto a sus maravillosos vientos, hacen las delicias de surfistas del mundo entero.
Essaouira es un destino turístico en sí mismo, aunque es muy habitual conocerla en una excursión de uno o más días desde Marrakech. Si vas a viajar a la imperial y exótica Ciudad Roja, no te vayas sin haber visitado Essaouira. Vente con nosotros, que te lo contamos.
Un poco de historia
Su denominación original fue la bereber Amogdul, que significa “la bien diseñada. Desde el siglo V a.C. se encontraba bajo el dominio de fenicios y cartagineses.
Más tarde pasó a manos del Imperio romano, en una época en la que se llamó a esta ciudad Thamusida. En aquel entonces era bien conocida por la captura del molusco que permitía obtener el muy apreciado tinte púrpura real. Un color muy utilizado en la zona.
En el año 533 pasó al dominio del Imperio bizantino Y desde el siglo VII al X, los bereberes de Mogador lucharon contra el dominio de la dinastía Omeya. Pero finalmente fue incorporado al imperio almorávide en el siglo XI.
Cuatro siglos más tarde los portugueses la invadieron y pasó a llamarse Mogador. Hasta que el ejército portugués fue derrotado y la ciudad pasó otra vez al dominio árabe. Esta vez, bajo la dinastía alauí.
Fue bajo el mandato del sultán alauí Ben Adballah cuando la ciudad de Mogador se restauró completamente. El puerto se convirtió en el más importante del reino y en la puerta marítima de Tumbuctú. Mogador llegó a ser el puente entre África y el resto del mundo.
La época de este sultanato estuvo marcada por la convivencia armoniosa de bereberes, judíos, árabes, saharianos y portugueses. Después, esta preciosa ciudad vio su declive hasta el siglo XX. Fue en este siglo cuando artistas, estrellas del pop y aventureros de todo tipo encontraron en Essaouira su inspiración.
Essaouira: la escapada turística
Conocida como la ciudad del viento por los surfistas, esta ciudad de marroquí presume de maravillosas dunas, playas kilométricas de arena fina y un clima perfecto durante todo el año.
La Unesco declaró Essaouira, en Marruecos, Patrimonio de la Humanidad en el año 2001. La fortaleza, el puerto pesquero, su interminable playa, una medina laberíntica y su gastronomía han hecho de esta ciudad un destino turístico perfecto que ha enamorado a personajes como Orson Wells, Jimi Hendrix o Cat Stevens.
Su urbanismo es un ejemplo excepcional del arquitecto francés Théordore Cornut, quien rediseñó la ciudad estando prisionero del sultán Ben Abdallah. Su mestizaje cultural tiene su expresión máxima en su tradición artística.
Una mezcla de culturas musulmana, bereber y africana que también se refleja en su artesanía, especialmente las tallas de madera de tuya.
Qué ver en Essaouira, en Marruecos
Desde Marrakech encontrarás multitud de visitas organizadas a Essaouira. En autobús es un trayecto de unas tres horas. Algunas de ellas hacen una parada para visitar una cooperativa de mujeres que fabrica aceite de argán.
Una vez llegados a Essaouira, hay que adentrase en la medina caminando porque no está permitido el acceso a los coches. Atravesar la muralla y pasear por las estrechas calles de la medina es un verdadero placer.
Los lugareños están acostumbrados al turismo, con lo que no te persiguen para que compres nada. Toda la medina está llena de diminutas y maravillosas tiendas.
El corazón de la ciudad es la plaza de Mulay el Hassan. Muy cerca de allí encontrarás un gran número de maravillosos puestos de pescado fresco, donde podrás elegir los que quieras y te los cocinan allí mismo. Un auténtico festín por muy poco dinero.
Una vez terminadas las viandas es momento de dirigirse a la Skala du Port, una fortaleza amurallada desde donde divisar las mejores vistas de la ciudad. Caminando por la muralla se llega al puerto pesquero de Essaouira. Desde allí puede visitarse la Isla de Mogador, aunque hoy tan solo quedan algunas ruinas.
Continuando por las murallas se llega a la Skala de la Ville, que también ha sido escenario de la serie Juego de Tronos. Y a estas alturas del día, el sol ya se está poniendo. Hora de presenciar una imponente puesta de sol en Essaouira, en Marruecos, tomando uno de sus magníficos tés y un dulce de almendras.