El Palacio de Versalles: un centro de patrimonio mundial
El Palacio de Versalles es uno de los monumentos Patrimonio de la Humanidad que recibe más visitas al año. Su majestuosidad, su belleza arquitectónica y su proximidad a París contribuyen a ello. En este artículo, nos centraremos en las características que le permitieron formar parte de los monumentos del patrimonio mundial.
En el siglo XVII, Luis XIV, el Rey Sol, hizo construir un palacio en la localidad de Versalles, cerca de París. El objetivo era edificar una ciudad real alejada de los problemas y vida convulsa de la ciudad. El rey no sabía entonces que sería uno de los complejos arquitectónicos más importantes de Europa.
Muchas son las líneas que se han escrito sobre este espectacular palacio y sus jardines. Por eso, no vamos a hablar de sus aspectos arquitectónicos o su historia. Analizamos los criterios por los que el Palacio de Versalles entró en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1979.
¿Qué es la Unesco?
La Unesco es un organismo especializado de las Naciones Unidas. Se fundó el 16 de noviembre del año 1945 con el objetivo de encarnar y fomentar una cultura de paz en la humanidad y evitar otra trágica guerra.
La organización quería afianzar la ‘solidaridad intelectual y moral de la humanidad’ con el fin de lograr la paz internacional y el bienestar general de la humanidad. El medio para lograrlo era a través de la educación, la ciencia, la cultura y la colaboración entre las naciones. En su constitución, se indicaba su fin último:
“[…] asegurar el respeto universal a la justicia, a la ley, a los derechos humanos y a las libertades fundamentales que sin distinción de raza, sexo, idioma o religión, la Carta de las Naciones Unidas reconoce a todos los pueblos del mundo.”
Varias fueron las funciones que establecieron para lograr esos objetivos. Una de ellas consistía en fomentar la conservación, progreso y difusión del saber. Su función reside en velar por la conservación y la protección del patrimonio universal de libros, obras de arte y monumentos de interés histórico o científico.
Para cumplir con este objetivo, en la convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural celebrada en 1972 se creó el Comité del Patrimonio Mundial. Este comité tiene las funciones de aplicar lo establecido en dicha convención y gestionar los monumentos que se inscribirían en la lista del Patrimonio Mundial.
Criterios para entrar en la lista del Patrimonio de la Humanidad
El patrimonio se divide en dos: cultural y natural. Existen distintos criterios para formar parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad. En el caso del patrimonio cultural, se establecen seis criterios que los monumentos deben cumplir:
- Representar una obra maestra del genio creativo humano.
- Testimoniar un importante intercambio de valores humanos a lo largo de un periodo de tiempo o dentro de un área cultural del mundo, en el desarrollo de la arquitectura, tecnología, artes monumentales, urbanismo o diseño paisajístico.
- Aportar un testimonio único o excepcional de una tradición cultural o de una civilización existente o ya desaparecida.
- Ofrecer un ejemplo eminente de un tipo de edificio, conjunto arquitectónico, tecnológico o paisaje, que ilustre una etapa significativa de la historia humana.
- Ser un ejemplo eminente de una tradición de asentamiento humano, utilización del mar o de la tierra, que sea representativa de una cultura o de la interacción humana con el medio ambiente.
- Estar asociado con eventos o tradiciones vivas, con ideas o con creencias, con trabajos artísticos y literarios de destacada significación universal.
Teniendo presentes estos criterios, veamos cuales fueron los que se aplicaron en el caso del Palacio de Versalles y sus jardines para que fuese incorporado como monumento Patrimonio de la Humanidad.
El Palacio de Versalles, Patrimonio de la Humanidad
El 8 de marzo de 1979 se presentó a la Convención un informe de proposición para incluir el palacio y los parques de Versalles en la lista del Patrimonio de la Unesco. En ese informe se hizo una descripción pormenorizada del monumento y de su estado de conservación.
También se establecieron cuales eran los criterios que cumplía para inscribirse como Patrimonio de la Humanidad. Cuatro fueron los requisitos que, según dicho informe, el monumento cumplía.
El primero hacía referencia al valor del palacio como una obra maestra. Decía el informe: “Versalles es un logro artístico y estético único; una obra maestra, una representatividad del espíritu creativo del ser humano por la amplitud y perfección de la obra”.
El segundo destacaba el hecho de que la obra testimoniara un intercambio de valores humanos en el desarrollo de la arquitectura. Destacaban que el palacio ha ejercido una importante influencia en la arquitectura y, en general, en el diseño de jardines y paisajes de estilo clásico.
En tercer lugar, el Comité apeló a la singularidad del edificio. Lo clasificaba como una estructura que ilustraba perfectamente una etapa de la historia europea. Así, apuntó que Versalles forma un conjunto arquitectónico de jardines, bosques y cuerpos de agua únicos en el clasicismo europeo.
Por último, vincularon el monumento a la figura del Rey Sol. De este modo, estaban dotando a la figura de Luis XIV de una significación histórica destacada del siglo XVII europeo y de la historia universal.
- Carta de las Comisiones Nacionales de Cooperación con la UNESCO. Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Recuperado de: http://www.aecid.es/ES/Paginas/Sectores%20de%20Cooperacion/Cultura%20y%20Ciencia/Unesco/La%20Comisi%C3%B3n%20Nacional/Carta-Comisiones-Nacionales.aspx
- UNESCO (1979). Proposition d'inscription soumise par la France. Palais et Parc de Versailles. Convention concernant la protection du patrimoine mondial, culturel et naturel. Paris: UNESCO.