Disfruta de las orillas del Marne en Joinville-le-Pont
Joinville-le-Pont se encuentra a orillas del Marne, razón por la que atrae a miles de turistas cada año, muchos de ellos procedentes de la vecina París. ¿Quieres saber qué más ofrece este fantástico lugar? Nosotros te lo descubrimos a continuación, para que no dudes en incluirlo en tu lista de próximos destinos.
Joinville-le-Pont y el Marne
Una de las primeras cosas que se deben hacer en Joinville-le-Pont es dar un paseo a orillas del río Marne y maravillarse por su belleza. Y es que, caminado junto a él, es posible disfrutar de unas bonitas vistas y de la tranquilidad, al tiempo que se uno se puede recrear en un auténtico corredor verde.
Los más aventureros tienen la opción de practicar kayak o remo por el Marne. De hecho, habría que nombrar también del Aviron Marne et Joinville-le-Pont, uno de los clubes de remo más prestigiosos de Francia.
En el siglo XIX, dado el gran atractivo del río y gracias a la llegada del ferrocarril, Joinville-le-Pont se convirtió en lugar elegido por muchos parisinos para levantar sus segundas residencias.
Pero existen más lugares del país en los que disfrutar del Marne, como Langres, en cuya meseta nace este río. Otro es Epernay, donde se puede tomar un crucero hasta París. Durante el trayecto se harán paradas en ciudades tan destacadas como Rems, repleta de arte e historia y declarada Patrimonio Mundial por la Unesco.
Qué ver en Joinville-le-Pont
Tanto la ciudad como la comuna a la que da nombre albergan numerosos encantos. Destacan sus construcciones religiosas. Hay que mencionar la iglesia de San Carlos Borromeo, que data de finales del siglo XIX. Está inspirada en las basílicas que tienen grandes arcos que descansan sobre columnas y su coro es de estilo neogótico.
Igual de recomendables son la iglesia de Santa Ana, edificada en ladrillo rojo a principios del siglo XX; y el templo budista Lihn Son, una pagoda que sirve igualmente de monasterio y que acoge a una veintena de monjes. Fue creada en el año 1975 por personas de origen vietnamita y sorprende por su colorida arquitectura.
Más atractivos que no hay que perderse
Además de todo lo anterior, en Joinville-le-Pont hay que visitar el castillo de Paragon, rodeado de un gran parque. Se construyó en la segunda mitad del siglo XVII, fue propiedad de la escritora francesa Madame de La Fayette y durante la Primera Guerra Mundial sirvió de hospital militar. Se trata, pues, de un edificio lleno de historia.
Nos trasladamos al cementerio de Joinville-le-Pont. Allí se encuentra la tumba de Jean Baptiste Jupille, uno de los primeros pacientes tratados de rabia por el famoso científico Louis Pasteur. La contrajo a los quince años por defender a unos niños de un perro que la tenía. Afortunadamente, sobrevivió y fue recompensado por su acción heroica.
Tras la visita, se puede aprovechar para acudir a alguno de los mercados de la comuna para adquirir algún producto o recuerdo. Uno de ellos es el de Galliéni, situado en la avenida del mismo nombre y abierto los martes y sábados por la mañana.
Joinville-le-Pont y su apuesta por la cultura
Jounville-le-Pont sobresale también por tratarse de un lugar abierto a la cultura. Y es que durante todo el año se organizan una gran cantidad de eventos artísticos: representaciones teatrales, conciertos, actuaciones diversas y variadas…
Si puedes, y tu viaje coincide con alguno de esos eventos, no dudes a acudir y disfrutar de ellos. Entre los edificios culturales están el teatro François Dyrek, la Escuela Municipal de Artes y la Escuela de danza Aurélie Dupont.
Tras conocer las numerosas posibilidades turísticas de Joinville-le-Pont solo queda poner rumbo a esta animada ciudad y disfrutar de sus actividades culturales y de su espectacular emplazamiento a orillas del río Marne. Es una buena excursión para hacer desde París, ya que se encuentra a poco más de 10 kilómetros de la capital francesa.
- Joinville-le-Pont. (s.f.). En Wikipedia. Recuperado el 15 de mayo de 2019 de https://fr.wikipedia.org/wiki/Joinville-le-Pont