Dinamarca, descubrimos uno de los países más felices del mundo
Si bien podemos pensar que en los lugares más cálidos la gente es más alegre, lo cierto es que en los listados muchos países “fríos” están en los puestos más altos. En este caso te llevamos hasta Dinamarca, uno de los países donde sus habitantes son más felices ¿Por qué será?
Dinamarca, desde los vikingos a la actualidad
La historia danesa comienza en la prehistoria, hace 120.000 años. Sin embargo, la época vikinga fue de las más importantes. Los vestigios de cada cultura se pueden ver a lo largo y a lo ancho del país.
Hoy en día, Dinamarca es uno de los estados más desarrollados del mundo y los habitantes gozan de total bienestar, seguridad, educación y salud. Los salarios son de los más altos y ese es otro motivo por el cual los residentes son de los más satisfechos del planeta.
“La felicidad es interior, no exterior; por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos.”
– Henry Van Dyke –
Todo ello sin olvidar que este país tiene auténticos tesoros, algunos para vivir, otros, solo para visitar. Vamos a conocerlos.
1. Copenhague
Comenzamos por supuesto con la capital danesa, fundada en el siglo X por los pescadores vikingos. Entre los atractivos de esta preciosa ciudad destacamos el Teatro Real, que data de 1748.
Pero hay muchos más atractivos, en esta ciudad colorida y animada. Destacamos el Museo Nacional inaugurado en 1807, el Jardín Botánico que pertenece a la Universidad o el Parque Tivoli. ¿Más rincones interesantes? El cementerio Assistens (donde está enterrado Hans Christian Andersen), los canales de Nyhavn, la Catedral de Nuestra Señora y el Palacio Amalienborg. Todo ello, por supuesto, sin olvidar la preciosa escultura de la Sirenita.
2. Norte de Selandia
En la misma región donde se encuentra Copenhague, y a muy poca distancia de la capital, nos esperan preciosos lagos y profundos bosques. Paisajes naturales perfectos para caminar, acampar, andar en bicicleta y hasta tumbarnos al sol en una playa.
Desde Oresund incluso se puede ver la vecina Suecia. Al oeste se hallan los fiordos de Roskilde e Isefjord y al norte el famoso castillo de Kronborg, donde Shakespeare se inspiró para escribir Hamlet.
3. Sur de Selandia
En esta región se hallan los acantilados más altos de Dinamarca: Stevns y Mon, de color blanco y que descienden hacia el mar Báltico. La zona es totalmente natural con playas, bosques y puentes que nos permiten acceder a las islas de Lolland, Falster y Mon. Un destino ideal para descansar.
4. Fionia
Es la segunda isla más grande de Dinamarca y se sitúa entre Selandia y Jutlandia. Se la conoce como “el jardín” por su paisaje caracterizado por colinas suaves, casas de paja y madera, setos y árboles frutales. En la región podemos encontrar estrechos, ensenadas y bahías.
Puedes acceder a Fionia (Fyn en danés) a través de dos puentes: Gran Belt y Pequeño Belt. Si eres amante de la literatura no dejes de visitar la tierra que vio nacer a Andersen.
5. Bornholm
Se trata de una tranquila isla en medio del mar Báltico, frente a las costas de Polonia y Suecia. Desde hace décadas es el destino elegido por los artistas debido a sus paisajes de montaña y bosque, pero también por la cantidad de horas de sol y luz diarias.
Tiene varias playas blancas como Dueodde, que se extiende entre dunas de arena y pinos. Para visitar en Bornholm: las ruinas del castilo de Hammershus, el Museo de Arte, el centro medieval y el parque de mariposas.
6. Este de Jutlandia
Esta región combina los paisajes de bosques y costas arenosas con grandes ciudades (por ejemplo Arthus, la segunda más importante del país), emplazadas entre valles y fiordos tallados por el deshielo de los glaciares.
El este de Jutlandia es elegido por las familias ya que aquí se encuentra el parque Legoland. También podemos recorrer el casco antiguo de Aarhus y visitar ruinas vikingas.
7. Oeste de Jutlandia
Se trata del mejor sitio para los amantes de las vacaciones en plena naturaleza. Aquí está el paisaje más salvaje de todo Dinamarca: dunas, playas azotadas por grandes vientos, colinas, estrechos, bahías y ensenadas… todo bajo la atenta mirada del Báltico.
No te pierdas el fiordo Limfjord, el Parque Nacional del mar de Frisia (para avistar aves) y el castillo de Spottrup.
También merece la pena descubrir el oeste de Selandia, con la ciudad de Roskilde y el museo de barcos vkingos; el norte de Jutlandia, con muchos pueblos de pescadores; y el sur de Jutlandia, con el castillo de Sonderborg y el Museo Marítimo.