Visitamos Cardona, un tesoro medieval en Barcelona
Un yacimiento de sal convirtió Cardona en un pueblo privilegiado. Desde hace siglos se le conoce como el pueblo de la sal, dominado por un castillo y un pasado medieval que se respira en cada uno de sus rincones. De él destaca su casco histórico, que ha sido declarado Bien de Interés Cultural. Hoy nos vamos a conocer esta preciosa villa.
Cardona, sus minas de sal y su espectacular castillo
Cardona pertenece a la provincia de Barcelona. Se encuentra en un valle de la Cataluña central, a orillas del río Cardener. Se trata de una pintoresca localidad en la que se evidencia un gran pasado medieval dominado por la construcción de su fortaleza-castillo en lo alto de un cerro en el siglo VIII.
Las minas de sal y la ubicación de su castillo convirtieron a Cardona en un importante enclave. Fue esta la razón de que hasta aquí llegara una gran población y se instalara una la baronía, por lo que fue vizcondado, condado y ducado.
Con el tiempo Cardona perdió importancia, aunque con los años recuperó su trascendencia. En 1912 se inició la explotación minera de sal que dio más vida al pueblo. En la actualidad estas minas pueden ser una visita muy interesante, combinada con sus otros lugares de interés.
“Si no sabes a dónde vas, cualquier camino te llevará allí”.
-Lewis Carroll-
Qué no puedes perderte en Cardona
1. Parque Cultural de la Montaña de Sal
La Montaña de Sal es uno de los grandes atractivos turísticos de Cardona. Se estima que se formó cuando el mar entró por la zona cantábrica hace millones de años. La sedimentación de las sales, sobre todo la sódica, y la evaporación crearon este enorme depósito de sal.
La montaña afloró tras una serie de movimientos tectónicos. Hay que tener en cuenta que lo que se ve en la superficie es solo una pequeña parte de la gran cantidad de lo que hay bajo tierra, que incluso llega a más de mil metros bajo el nivel del suelo.
El Parque Cultural de la Montaña de Sal tiene varias galerías con paneles explicativos, que muestran cómo se desarrolló la explotación de la sal. Además, es posible recorrerlo por medio de las visitas guiadas de al menos una hora.
Un pequeño tren lleva hasta la puerta de entrada y en este trayecto pueden verse dos de los pozos de las antiguas minas de sal y el monumento al minero, dedicado a los trabajadores de la mina. Ya en los túneles y las galerías podrás ver estalactitas entre las paredes blancas de sal.
No puedes perderte la llamada Capilla Sixtina de la Montaña de Sal, es un espacio enorme lleno de colores y estalactitas. Allí es posible probar las las diferentes sales comestibles que se pueden encontrar en la mina.
2. Castillo de Cardona
Otra visita ineludible en Cardona es su castillo. Es considerado uno de los castillos más bonitos de Cataluña. Cuenta con una gran historia, de hecho, son nada menos que 11 siglos los que tienen sus recios muros.
Esta fortaleza medieval es un impresionante conjunto arquitectónico que, sumado a su elevada posición, lo convierten en un lugar espectacular. Actualmente alberga el Parador de Cardona y se ofrecen visitas guiadas desde el pueblo.
La parte más antigua conservada del castillo es la Torre de la Minyona, que data del siglo XI. Está aislada del resto del conjunto y solo alcanza los 13 metros de altura, aunque antiguamente medía más de 20 metros.
En el interior del castillo es de interés el precioso Patio de Armas, el pozo del castillo, el claustro y la Colegiata de Sant Vicenç, una verdadera joya del románico. Por último, también merece atención el sepulcro gótico del duque Ferran de Cardona y su esposa, lleno de interesantes detalles.
3. Casco antiguo de Cardona
Pasear por las calles del casco antiguo de Cardona es como retroceder en el tiempo. En él podrás contemplar gran cantidad de edificios singulares e históricos de la época medieval. Si quieres saber más sobre su historia puedes acercarte hasta Cardona Centro Medieval, ubicado en la Plaça de la Fira. Allí tienen diferentes recursos audiovisuales para mostrarte la historia del lugar.
No olvides pasear por la calle Major, la Plaza del Mercat y la Iglesia de Sant Miquel. Si te parece poco, puedes acercarte a los alrededores, donde encontrarás posibilidades para realizar excursiones en el Parque Natural del Cadí-Moixeró y podrás admirar las fuentes del río Llobregat, un paisaje que no olvidarás.