La Bahía de los Glaciares en Alaska, una aventura inolvidable
¿Quieres vivir una aventura blanca entre el hielo y la nieve en cualquier momento del año? Entonces has de visitar la Bahía de los Glaciares en Alaska, un espectáculo único en el estado más singular de los Estados Unidos.
¿Cómo es la Bahía de los Glaciares?
La Bahía de los Glaciares en Alaska es en realidad un parque nacional ubicado en el estado más al norte de los Estados Unidos, aunque separado de gran parte del territorio norteamericano por Canadá. Su localización exacta se encuentra al oeste de una ciudad conocida como Juneau.
En este lugar único podemos encontrar la bahía propiamente dicha, aunque también pertenecen al territorio las montañas que rodean a la zona y todos los glaciares que ella se encuentran, que son muchos, pues es una de las ubicaciones protegidas más grandes del mundo.
“El mundo natural es la comunidad sagrada más grande a la que pertenecemos. Dañar esta comunidad es disminuir nuestra propia humanidad.”
-Thomas Berry-
La historia de la Bahía de los Glaciares
La Bahía de los Glaciares y su parque nacional se crearon en 1925, año en que Calvin Coolidge firmó un proyecto de ley para crear el área protegida y la distinguió como un monumento nacional de los Estados Unidos.
Unos años más tarde, en 1978, fue el presidente Jimmy Carter quien aumentó el tamaño del parque nacional, por lo que su extensión total llegó hasta los 2.116 km², que todavía crecería más en 1980, cuando unas 57.000 hectáreas más fueron consideradas como reserva protegida.
Además, en 1979 la Bahía de los Glaciares fue considerada como Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco, un espacio maravilloso y protegido para quienes quieran vivir la aventura blanca .
Qué ver en la Bahía de los Glaciares en Alaska
En el Parque Nacional de los Glaciares de Alaska encontramos un gran número de maravillosos espectáculos por contemplar. A solo 15 kilómetros de la frontera de Canadá comienza una extensión enorme de terreno que tiene su pico más alto en el monte Fairweather, con unos 4.663 metros, que forma parte de una cordillera que se conoce con el mismo nombre.
En la parte occidental del parque natural nos topamos con una frontera delimitada por el glaciar Gran Pacífico. Mientras tanto, en su zona oriental descubrimos el enorme Bosque Nacional de Tongass.
También perteneciente al Parque Nacional de la Bahía del Glaciar descubrimos un total de 600.000 hectáreas de agua donde habitan una serie de ecosistemas marinos que se reparten por el río Alsek y la costa, donde pescan los nativos de la zona.
En total, son unos 15 glaciares los que se ubican en el área protegida, siendo el más activo el glaciar Muir, que llegó a medir hasta 265 metros de altura. Por desgracia, estos han retrocedido en los últimos años y han bajado en tamaño debido al calentamiento global, aunque ha provocado un fenómeno curioso que ha cambiado mucho el paisaje de la zona.
Mientras que se tiene constancia de que en 1794 el área estaba totalmente cubierta por un glaciar, ya en 1879 se observó que este mismo glaciar había retrocedido unos 77 kilómetros a lo largo de la bahía.
No obstante, en la enorme extensión del parque nacional se pueden vislumbrar mucho más que glaciares. Si nos adentramos hacia el golfo de Alaska, podemos disfrutar de un clima más templado, aunque con altas precipitaciones y pocas nevadas.
Mientras tanto, las partes montañosas son muy frías. En otras zonas encontramos tundras de tipo alpino, campos de hielo, bosques de ribera e incluso tundras húmedas. El lugar es tan amplio que se producen diferentes fenómenos geográficos.
“En todo paseo con la naturaleza uno recibe mucho más de lo que busca.”
-John Muir-
Y para los amantes de la observación de flora y fauna, se pueden descubrir en la Bahía de los Glaciares un buen número de especies como el alce, el oso pardo y negro, las cabras montesas, las nutrias y focas, orcas y ballenas, linces canadienses, lobos e incluso águilas calvas.
Eso sí, el acceso al Parque Nacional de la Bahía de los Glaciares solo puede realizarse por aire durante todo el año, o a través de ferry y otras embarcaciones en los meses de verano. Son más de 400.000 personas las que lo visitan cada año.
Y ahora, no te lo pienses más, pues la Bahía de los Glaciares en Alaska y las aventuras en el parque nevado te están esperando. Prepara tu petate y marcha ya a una de las áreas protegidas más espectaculares del mundo.