El Algarve, tan cerca y tan diferente
El Algarve es una región llena de encantadores pueblos, playas de arena del color del sol, aguas turquesas y costas llenas de espectaculares acantilados y grutas de ensueño. Se encuentra al sur de Portugal , más concretamente entre Vila Real de Santo Antonio y Sagres. Hasta aquí llegan diariamente miles y miles de turistas que siempre son bien recibidos por sus habitantes, ya que los portugueses se caracterizan por su afabilidad.
El Algarve es el lugar perfecto para disfrutar de unas bonitas vacaciones porque, además de paisajes y playas impresionantes, ofrece infinidad de actividades de entretenimiento, entre las que destacan los deportes acuáticos.
Qué visitar en el Algarve
1. Faro
Es la capital del Algarve. Tiene un puerto muy característico que ha sido formado por una marisma catalogada como parque nacional. Desde aquí es posible apreciar la Ría Formosa, punto desde el que parten las excursiones con destino a Ilha da Culatra e Ilha da Barreta.
No muy lejos del puerto se encuentra la muralla que envuelve a la ciudad antigua, toda ella plagada de calles empedradas y casas pintadas de blanco y amarillo muy bien cuidadas. Otros atractivos son la catedral, la estatua del que fuera rey de Portugal Alfonso III y el ayuntamiento.
Una vez fuera del espacio amurallado el viajero se hallará en una zona entretenida y moderna. Allí podrá realizar una parada en sus tiendas para llevarse algún recuerdo o en alguna de sus terrazas para tomarse un refrigerio.
2. Lagos
En medio de Faro y Sagres se ubica la bella ciudad de Lagos, una villa que nunca defrauda. Su compleja historia y su tradición la convierten en uno de los lugares más interesantes del país.
En tiempos pasados fue una zona muy importante para el comercio y el escenario de ataques de piratas y corsarios. También aquí se levantó el primer mercado de esclavos de Europa. El edificio en el que se realizaban las terribles transacciones comerciales aún se mantiene en pie.
Muy cerca de allí está la iglesia dedicada a San Antonio, que cuenta con un interior esplendido, ya que sus paredes están plagadas de bellas cerámicas decorativas. Tampoco debemos perdernos el fuerte de Ponta de Bandeira.
No obstante, si lo que se buscas es el descanso, podrás encontrarlo en cualquiera de sus magnificas playas. Algunas de las más bonitas y populares son La Praia de Bandeira, La Praia de Dona y la Praia de Pinhao.
“Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te lleven a él.”
-Paulo Coelho-
3. Sagres
Un enclave de una belleza apabullante, con un paisaje lleno de acantilados, golpeados incesantemente por el frío y majestuoso océano Atlántico. No es casualidad que este espacio sea famoso por ofrecer una de las puestas de sol más famosas y magníficas del planeta.
Hasta la espectacular playa del Tornel se acercan a diario cientos de turistas de todo el mundo dispuestos a practicar surf. Beliche es el nombre de otra de sus orillas más conocidas, sin embargo debemos tener en cuenta que su acceso es bastante más complicado, ya que está rodeada de acantilados.
Por su parte, la playa de Mareta es la más familiar. Esto se debe en gran medida a la tranquilidad de sus aguas, que no resultan tan peligrosas como las que bañan las dos anteriores.
Sin duda Sagres posee la mezcla perfecta para ofrecer al viajero una experiencia memorable. Además de hermosos paisajes y playas de ensueño tiene una larga historia, reflejada en la magnífica fortaleza. Fue construida en el siglo XV y reconstruida tres siglos más tarde, después el corsario inglés Francis Drake la arrasara.
4. Portimao
Tras Faro, esta urbe marinera es la segunda de mayor relevancia de la región. Se trata de uno de los destinos turísticos mas importantes de la zona del Algarve. En la antigüedad su puerto fue uno de los más utilizados y ajetreados. Los romanos lo llamaron Portos Magnus y, en cierta medida, continúa ostentando aquel título a día de hoy.
Portimao tiene monumentos interesantes. Destacan su iglesia gótica y el Colegio de los Jesuitas, con una una fabulosa fachada.
Como no podía ser de otra forma, esta bonita villa dispone de numerosas playas de arena blanca donde descansar y disfrutar del sol, así como de extraordinarios acantilados entre los que los más intrépidos pueden internarse para hacer snorkel. Entre ellas destacan la playa da Rocha y la emblemática playa Manuel Teixeira Gomes.
5. Albufeira
Uno de los tesoros más importantes de Albufeira es su pequeño casco antiguo. Allí se puede pasear por sus callejuelas en las que aún quedan restos de lo que en su día fuera una comarca pesquera. Además, esta población turística dispone de todo lo imprescindible para disfrutar de unas vacaciones perfectas gracias a la gran cantidad de playas que la rodean.
Si se dispone de tiempo una buena idea es acercarse al pueblecito de Olhos de Agua y bañarse en su concurrida y divertida playa. Una alternativa es la playa María Luisa, entre paredes rocosas que nos harán sentir extremadamente pequeños.
Y las actividades en Albufeira no acaban ahí, existe la posibilidad de tomar un barco para introducirse en la conocida gruta de Xorino, que sirvió de cobijo tanto a musulmanes tras la reconquista de la ciudad como siglos más tarde a los revolucionarios durante la Guerra Civil Portuguesa.