6 sitios maravillosos para visitar en Andorra
Andorra, el pequeño país de los Pirineos, puede suponer una grata sorpresa para todo aquel que no conozca los encantos del Principado. Un territorio que, como dice su eslogan turístico, se encuentra entre montañas. Y sin duda ellas son uno de sus grandes atractivos, pero no los únicos. A continuación, os vamos a dar una idea de lo que allí os espera.
Lo mejor de Andorra
1. La calle comercial de Andorra
Además de las montañas, uno de los motivos para un viaje a Andorra puede ser hacer shopping, aprovechando el peculiar régimen fiscal andorrano, que en la práctica lo convierte en un paraíso fiscal en Europa. Pero no solo lo es para las grandes fortunas, ¡qué también! En realidad, todos nos podemos aprovechar de ello haciendo compras a precios reducidos de ciertos productos: electrónica, tabaco, alcohol, ropa deportiva…
Si es lo que estás buscando, entonces te has de dirigir a la población de Andorra la Vella. Allí está la avenida Meritxell, plagada de tiendas. Es la calle más famosa del Principado y se prolonga en la avenida Carlemany, ya en la población de Escaldes-Engordany, unida a la anterior. Si querías comprar, aquí podrás agotar el crédito de tus tarjetas.
2. Caldea
En Escaldes-Engordany, muy cerca de la anterior avenida, a unos 5 minutos, se levanta el moderno centro balneario de Caldea. Una obra creada hace poco más de dos décadas y que se ha convertido en icono del país, debido a su rompedora arquitectura basada en el acero y el vidrio.
Y además, en su interior hay un sinfín de piscinas termales y opciones de terapias para tratar dolencias o para ganar en belleza.
3. Santuario de Meritxell
Otro edificio carismático para los andorranos en el Santuario de Meritxell, cerca de la población de Canillo, en el corazón del país. Este santuario se levanta en honor de la patrona de Andorra, la virgen de Meritxell.
A ella se la honra en este edificio de las últimas décadas del siglo XX, cuando lo proyectó el arquitecto español Ricardo Bofill. Una obra en la que se juega con los materiales y formas tradicionales para hacer una reinterpretación bastante novedosa.
4. El Puerto de Ordino
Desde esa localidad de Canillo se puede emprender el camino hacia el puerto de Ordino. Antes de llegar a lo más alto del puerto es posible hacer una parada en el mirador del Roc del Quer, una espectacular plataforma colgante que ofrece unas increíbles vistas sobre todo el valle.
Un poco más arriba está el puerto. Allí se puede aparcar el coche (también hay un sendero para llegar caminando) y así disfrutar de este paraje con una explanada rodeada en primer término por un espeso bosque. Desde aquí quedan a la vista todas las grandes cimas andorranas.
5. Iglesia románica de Pal
Antes hemos hablado del moderno Santuario de Meritxell, donde se hace una interpretación de la arquitectura histórica de Andorra. Pues bien, uno de esos grandes monumentos del pasado es la pequeña iglesia de San Clemente de Pal. Un templo románico en una remota población del municipio (aquí se llaman parroquias) de La Massana. Una iglesia del siglo XII cuya gran joya es su campanario con ventanas del románico lombardo.
“La gente que no viaja no pueden tener una visión global, todo lo que ven es lo que hay en frente de ellos. Esas personas no pueden aceptar nuevas cosas porque todo lo que conocen esta donde viven.”
-Martin Yan-
6. Val d’Inclés
No hay que engañarse. En Andorra, pese a su clima y el territorio agreste, casi toda su superficie está muy humanizada y convertida en un inmenso lugar turístico, tanto en verano como sobre todo en invierno, donde las pistas de esquí son las grandes atracciones.
Sin embargo, todavía hay sitios que por momentos nos pueden dar una idea que como sería este país originalmente. Y uno de los mejores lugares para imaginárselo es el paraje del Val d’Inclés. Paradójicamente muy cerca de Soldeu y El Tarter, mecas de los esquiadores en Andorra.