5 cosas imprescindibles que ver en Lisboa
La capital portuguesa ofrece numerosos atractivos a sus visitantes, como pasear por sus preciosas calles y descubrir monumentos como la Torre de Belém. Todos ellos se encuentran repartidos por algunos de sus barrios más míticos. A continuación os desvelamos aquello que hay hacer o que ver en Lisboa de manera obligatoria.
1. Alfama, uno de los imprescindibles que ver en Lisboa
Es el barrio más antiguo de Lisboa, lleno de autenticidad y sin ningún tipo de pretensiones. No hay nada como perderse por él y descubrir los rincones que esconde. Asimismo, se podría decir que es la cuna del fado, ya que concentra a numerosos artistas de música tradicional portuguesa en sus establecimientos.
Para conocerlo mejor se puede coger el tranvía 28, uno de los más míticos de Lisboa, en la Plaza de Martim Moriz; o hacer el recorrido a pie. En este barrio nos encontraremos con una de las joyas de Alfama: la catedral, de estilo románico y uno de los pocos monumentos supervivientes a los terremotos e incendios que ha sufrido la ciudad.
Dominando la colina donde se ubica el barrio de Alfama está otro de sus tesoros: el Castillo de San Jorge. Su construcción data del siglo VIII, cuando Lisboa estaba gobernada por musulmanes. Desde él se puede contemplar una de las más bellas vistas de la capital portuguesa.
“Bien podría ser que Lisboa, contrario de lo que parecía, no fuera ciudad, sino mujer, y la perdición solo amorosa, si el restrictivo adverbio tiene cabida aquí, si no es esa la única y feliz perdición.”
-José Saramago-
2. Barrio Alto
Este barrio tan pintoresco alberga plazas con mucho encanto. Entre ellas, la Plaza Luís de Camões, que separa el Barrio Alto del Chiado y está presidida por la escultura del escritor que le da nombre. También hay que destacar la Praça do Príncipe Real, junto al Jardín Botánico. Este último está lleno de especies exóticas y cuenta con un criadero de mariposas abierto al público.
El Barrio Alto es, además, el lugar más famoso de la vida nocturna de Lisboa. Y es que está abarrotado de pequeños bares de diferentes estilos donde socializar y divertirse pasada la medianoche. La mayoría están concentrados entre la Rua do Norte, la Rua da Atalaia y la Rua do Diário de Noticias.
3. Belem
Es uno de los barrios más importantes de Lisboa, puesto que acoge monumentos de gran calibre, como la emblemática Torre de Belém. Situada en la desembocadura del río Tajo, es el símbolo más reconocible de la ciudad, así como uno de los ejemplos más representativos de la arquitectura manuelina.
La Torre de Belém está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, al igual que el Monasterio de los Jerónimos. Este viene a ser un homenaje a la época dorada de los descubrimientos, pues el rey Manuel I de Portugal ordenó su construcción para conmemorar el regreso de la India de Vasco de Gama. De él destaca su fachada de más de trescientos metros de largo, su hermoso claustro y su impresionante iglesia.
Tras visitar el Monasterio de los Jerónimos lo ideal es hacer una parada en la Antiga Confeitaria de Belém. Allí siguen la antigua y auténtica receta de los pasteles de Belém, las deliciosas tortitas de crema que constituyen una de las especialidades de la cocina portuguesa.
Dentro del barrio de Belém también habría que hablar del Monumento a los Descubrimientos, un enorme monolito con forma de carabela levantado para conmemorar los quinientos años de la muerte de Enrique el Navegante. Y, junto a él, el Museo de la Electricidad o el Museo Nacional de Carruajes son lugares que ver en Lisboa.
4. La Baixa
Otro de los barrios que hay que ver en Lisboa. Se levanta sobre las ruinas de la antigua ciudad, destruida por el terremoto de 1755 y es el corazón de la misma. Asimismo, concentra la mayor parte de los monumentos, como el Teatro Nacional Doña María II, situado en Plaza de Rossio. Dicha plaza, que está considerada como el centro neurálgico de la capital portuguesa, también alberga la estación de tren de Rossio.
Otro lugar de interés en La Baixa es la Plaza del Comercio, compuesta por un conjunto de edificios porticados en tres de sus lados, estando abierta en el lado sur al río Tajo. En ella destacan el Arco Triunfal de Rua Augusta, diseñado para celebrar la reconstrucción de la ciudad tras el gran terremoto; y la estatua ecuestre de José I.
5. Parque de las Naciones
A raíz de la Exposición Universal, esta área industrial fue transformada en un sitio de encuentro para empresas y turistas. De esta forma, estamos ante una de las zonas comerciales y residenciales más modernas de la ciudad y uno de los imprescindibles que hay que ver en Lisboa. Un lugar repleto de edificios de arquitectura contemporánea.
Antes incluso de adentrarnos en el Parque de las Naciones, se vislumbran de lejos las cúpulas de las plataformas de la Estación de Oriente, de Santiago Calatrava; y del Pabellón de Portugal, del arquitecto portugués Álvaro Siza Vieira.
Ya en el Parque de las Naciones, son muchas las posibilidades que ofrece. Desde visitar el Pabellón del Conocimiento, un museo de ciencia y tecnología; hasta montar en el teleférico que conecta los dos extremos del parque; pasando por subir a la Torre Vasco de Gama, el edificio más alto de todo Portugal.