Un viaje a Islandia de 6 días, descubre una isla fantástica
Os proponemos un viaje a Islandia durante 6 días. Podrían ser más, pero según vuestro nivel económico, esta opción puede ser interesante, ya que se trata de un destino caro. Así que, si os animáis, aquí van unas cuantas ideas para aprovechar al máximo el viaje. Por cierto, es más que recomendable hacerlo a principios del verano, cuando casi no se pone el sol y además las temperaturas no son los fríos extremos del resto del año.
Cómo aprovechar el viaje a Islandia
1. El Círculo de Oro
La entrada a Islandia se hace en la inmensa mayoría de los casos por vía aérea, así que os vamos a recomendar alojaros una primera noche en la ciudad de Keflavik, junto al aeropuerto y desde ahí comenzar la aventura de descubrir la isla. Algo que bien puede iniciarse yendo al Parque Nacional de Thingvellir, cuyos lugares más emblemáticos son la cascada de Oxararfoss y la grieta de Flossagja.
También durante ese día se puede contemplar el géiser de Strokkur, que escupe agua a más de una veintena de metros, y después hay que ver tres de las cataratas más famosas del país, las de Gullfoss, Seljalandfoss y Skófafoss.
2. Unas playas diferentes
Durante el viaje a Islandia se ven muchas zonas de playas, pero por regla general muy diferentes a las que estamos acostumbrados. Por ejemplo, en este segundo día veremos la de Dyrholaey de arena negra o la de Vik con columnas de basalto.
Hablando de basalto, hoy también se visita la cascada de Svartifoss, tras la cual se contempla la lengua del mayor glaciar de Europa, el de Vatnajokull. Y volviendo de nuevo la vista hacia el agua, hay que acercarse hasta el lago Jokursarlon, donde se contemplan icebergs.
3. Una excursión a pie
Para la tercera jornada se puede hacer una buena caminata por Stafafell y así contemplar las coloridas montañas de Lonsöraefi.
Y como complemento, se puede ir hasta el pueblecito de Seydisfjordur, con un hermoso puerto pesquero rodeado por las típicas casas islandesas. Y si la vista marítima es preciosa, también lo es su entorno terrestre con paisajes salvajes impresionantes.
4. Avistar ballenas
Una excursión que no se puede perder todo turista que viaje a Islandia es acercarse a Husavik, y allí embarcar en alguno de los barcos que llevan a los viajeros a contemplar las enormes ballenas en alta mar.
Y después de esa excursión es muy recomendable acercarse hasta los baños termales que hay en la colina de esa misma población. Unas bañeras termales al aire libre que permiten disfrutar de unas vistas inolvidables y la sensación de ser un auténtico privilegiado por estar allí.
5. Una población vikinga
El lago Myvatn también ofrece unos parajes característicos del paisaje islandés. Allí por ejemplo está el cráter de Viti con sus tonos azules, o la lava de Dimmuborgir, o la cueva de Grjotafja, de donde sale el agua muy caliente.
Y desde ahí os recomendamos llegar hasta Akureyri, la segunda ciudad de Islandia, aunque aun así su tamaño es reducido. Lo cual no es impedimento para que sea una urbe de aspecto encantador con sus típicas casas de colores, su vieja iglesia de origen vikingo y un interesante parque botánico que tiene el galardón de ser el situado más al norte del mundo.
“El momento más alegre en la vida humana es en la partida hacia tierras desconocidas.”
-Richard Burton-
6. La capital
Y después de toda esta vuelta por la Islandia rural y su costa lo suyo es acabar el viaje en su capital, Reikiavik. Una ciudad que hay que visitar de día, y también de noche. Durante las horas de luz hay que acercarse hasta lugares como su moderna iglesia de Hallgrimskirkja, el nuevo auditorio de admirada arquitectura contemporánea, sus abundantes baños termales o el monumento a Leif Eriksson, un vikingo que debió llegar a América varios siglos antes de Colón.
Pero de noche, hay que vestirse para la ocasión, preparar dinero en la cartera y salir de fiesta, allí llamada “runtur”. Ya que la noche de Reikiavik tiene fama de ser muy animada, aunque como todo en el país, también muy cara, pero por una vez que estamos allí, sería imperdonable no conocerla y disfrutarla.