Viaja a las ciudades de Marruecos más increíbles

Arte, tradiciones y una arquitectura magnífica. Lo mejor de Marruecos se puede disfrutar en algunas de sus grandes ciudades.
Viaja a las ciudades de Marruecos más increíbles

Última actualización: 21 marzo, 2019

Marruecos es uno de los países que poco a poco se ha ido abriendo camino como uno de los destinos turísticos más demandados. Y es que tiene numerosos encantos que ofrecer. Por ello, a continuación te descubrimos los tesoros que albergan algunas de las ciudades de Marruecos más importantes. ¿Nos acompañas?

Rabat, la preciosa capital de Marruecos

Mausoleo de Mohammed V en Rabat
Mausoleo de Mohammed V en Rabat

Si se viaja a Marruecos, una de las primeras paradas debe ser Rabat. Su centro histórico es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En él se encuentran la mezquita de Hassan, que empezó a construirse en 1184; las murallas medievales y sus puertas. También alberga vestigios moriscos y andaluces del siglo XVII.

De igual modo, en Rabat sobresalen otros lugares como la Casa de los Udayas; la necrópolis de Chella, un antiguo poblado fenicio, cartaginés y romano; la mezquita de Agdal; la catedral San Pedro de Roma, destinada al culto católico desde 1930; o Dar-al-Mahkzen, el palacio real y la sede del gobierno.

Casablanca

Mezquita Hassan II en Casablanca, Marruecos
Mezquita Hassan II en Casablanca

En Casablanca, comenzamos la visita por el que quizá sea su edificio más importante: la mezquita Hassan II. Esta es la más importante de todo Marruecos, así como la segunda más grande a nivel mundial y la que posee el minarete más alto, pues mide casi doscientos metros. Ahí es nada.

De la mezquita pasamos a la medina, que, fue destruida por un terremoto en 1755, aunque se ha tratado de reconstruir. En ella destaca la Torre del Reloj o los santuarios de Sidi Kairouani. Fuera de ella hay otros lugares de interés, como la plaza de las Naciones, centro neurálgico de la ciudad, o el Parque de la Liga Árabe.

Fez

Fez en Marrueco
Vista de Fez

Está considerada como la capital cultural y religiosa de Marruecos. Y es que conserva una enorme medina repleta de monumentos de gran importancia y belleza.

Uno de los lugares imprescindibles de Fez es la mezquita de Al Karaouine, que alberga la universidad más antigua del mundo, aún en funcionamiento. Esta se construyó en el año 859.

Otra construcción imprescindible de Fez es la mezquita los Andaluces, que data del siglo IX. También hay que visitar el mausoleo de Moulay Idriss, que forma parte de un conjunto arquitectónico más amplio.

Fez aún esconde otros tesoros. Cabe mencionar la mezquita Er Rsfi, de la que sobresale su minarete, decorado con azulejos verdes; o la mezquita Sidi Ahmed Tijani, donde se haya la tumba del santo que le da nombre.

Tánger

Medina de Tánger
Medina de Tánger

Es una de las ciudades portuarias de Marruecos. De hecho, a lo largo de la historia han desembarcado en sus costas desde los cartagineses a los vándalos, pasando por los fenicios y, más recientemente, invasores españoles, franceses, ingleses y portugueses. De ello se conservan vestigios que se pueden visitar.

Más concretamente, en Tánger se puede conocer la mezquita Sidi Bouabid, que data del año 1917 y es de estilo alauita. Y no hay que perderse el palacio Dar El Makhzen, que sirvió de residencia a los sultanes de Marruecos durante su estancia en la ciudad.

Otros rincones que merece la pena visitar son la plaza 9 de abril, uno de los puntos de encuentro preferidos de los ciudadanos, o el Museo Dar El Mandoub.

Ciudades de Marruecos míticas: Marrakech

Plaza Jemaa el Fna en Marrakech
Plaza Jemaa el Fna en Marrakech

Por supuesto, también se debe visitar una de las ciudades de Marruecos más importantes, que es también ciudad imperial: Marrakech. Puede presumir de poseer el mercado tradicional más grande del país y la plaza Jemaa el Fna, una de las más concurridas de todo el mundo.

Marrakech ofrece otros muchos atractivos, como la mezquita Koutoubia, representante de la arquitectura almohade. Sin olvidar el palacio de la Bahía, con motivos decorativos de gran belleza; las Tumbas Saadíes, el mausoleo del sultán Ahmad al-Mansur; o el palacio El Badi, edificado con gran lujo en el siglo XVI.

Además de las ciudades de Marruecos citadas, también se puede hacer una pequeña parada en otras como Essaouira, cuya medina está protegida por murallas que se encuentran frente a la costa.

Y, si tienes tiempo, descubre Tetuán, conocida como “la Paloma Blanca” por el primitivo color de sus murallas; o Agadir, que alberga la mezquita Mohamed V, con detalles decorativos de madera que la embellecen.