Verona: una ciudad para los enamorados
Los habitantes más famosos en la historia de Verona, son las familias Montesco y Capuleto, o lo que es lo mismo, los clanes enfrentados de Romeo y Julieta, posiblemente los dos amantes más famosos del mundo. Ambos vivieron, se enamoraron y murieron en Verona y se han convertido en su emblema, para que la ciudad sea un destino tradicional para las parejas enamoradas.
Imprescindible en Verona
Todo aquellos que viajen en un tour organizado por Verona van a acudir al balcón donde se supone que Julieta salía a escuchar los galanteos de Romeo, o así lo cuenta William Shakespeare en su obra teatral. Sin embargo, hay que saber que difícilmente la Julieta real y de la época medieval hubiera podido asomarse a un balcón tan moderno y construido en el siglo XIX.
Pero está claro, la tradición es la tradición, por lo que no está de más acercarse hasta el famoso balcón, así como también es típico tocar el pecho de la estatua de Julieta que hay en el jardín de esa casa. Inmediatamente se sabe qué seno hay que tocar, ya que miles de manos pasan por ahí y el pecho resplandece sobre el resto de la estatua de bronce.
“Pero, ¡silencio!, ¿qué resplandor se abre paso a través de aquella ventana? ¡Es el Oriente y Julieta, el sol! ¡Surge esplendente sol y mata a la envidiosa luna, lánguida y pálida de sentimiento porque tú, su doncella, eres mas hermosa que ella!”
-Fragmento de Romeo y Julieta, de William Shakespeare-
Las joyas más antiguas de Verona
Todo lo relacionado con los jóvenes amantes de la tragedia de Shakespeare es lo que buscan la gran mayoría de visitantes de Verona. Sin embargo hay mucho más que ver. Por ejemplo, esta ciudad del norte de Italia es, tras la capital del país, la ciudad del mundo que ofrece un mayor número de vestigios de arte romano.
Y, sobre todo ellos, hay uno que destaca especialmente. Se trata de la Arena de Verona, un enorme anfiteatro que a lo largo de su historia no solo fue el lugar de sangrientos espectáculos, sino que también fue prisión y cuartel.
Como otros anfiteatros y teatros romanos repartidos por el mundo, también la Arena de Verona sigue en activo. Especialmente como lugar de conciertos de música clásica y ópera, ya que posee una acústica realmente excepcional.
Pero hay más lugares de época romana visitables en la ciudad, como sus antiguas puertas: Porta Borsari y Porta dei Leoni, o el Ponte Pietra, que sigue uniendo las dos orillas del río Adigio que atraviesa la ciudad.
El teatro romano también sigue en uso y cada verano acoge representaciones de diversas obras de Shakespeare, ya que aquí se celebra el festival más importante del autor inglés fuera de Gran Bretaña.
El centro monumental de Verona
Si bien, no todo son edificios de época romana. También en el centro hay un interesante repertorio de la arquitectura y el arte renacentista y barroco. Sobre todo eso se encuentra entre las dos plazas principales de la ciudad: la Plaza Bra y la delle Erbe.
Piazza delle Erbe
Seguramente es la más monumental. Aquí se eleva el Palazzo della Ragione o de la Razón. Junto a él se eleva la Torre Lamberti, una construcción que permite subir hasta sus 84 metros de altura para contemplar una panorámica de toda la urbe.
Otro de los puntos destacados de la Plaza delle Erbe, son las casas Mazzanti, cuya fachada sorprende por sus pinturas de temas mitológicos. Estas pinturas del Renacimiento han llegado hasta nuestros días, pero se cuenta que antaño Verona era conocida como la “ciudad pintada”, porque este tipo de fachadas decoradas abundaban por todo su núcleo histórico.
Sin salir de la plaza también se puede visitar el palacio barroco Maffei, el conjunto funerario de los Arcos Scaligere, la estatua de Dante o la torre de las Horas. Pero no está de más encaminarse hacia el segundo gran epicentro de los visitantes: la plaza Bra.
Plaza Bra
Entre ambas plazas se puede caminar por la via Mazzini, la más comercial de la ciudad desde su apertura en el siglo XIV. Y, sin duda, el mejor camino para desembocar en la gran plaza donde se descubren previamente los arcos del anfiteatro de la Arena y la monumental arquitectura del Palazzo Barbieri.
Desde luego, esta plaza también es una joya por el arte que atesora, pero posiblemente sea mucho más interesante por su animación, ya que aquí abundan los cafés y los restaurantes para los viajeros. Y desde luego, en ellos se pueden degustar platos de pasta locales, pero sobre todo los famosos risottos de esta zona del Veneto donde se integra Verona.