Una ruta por los patios de Palma de Mallorca
Los patios de Palma de Mallorca se esconden en el interior de muchas de las casas señoriales de la ciudad. Son, de hecho, uno de los elementos más emblemáticos de la arquitectura civil de la capital balear. Por ello, no puedes dejar de realizar una ruta que te permita conocerlos. Una ruta como la que te proponemos. ¿Nos acompañas?
La ruta de los patios de Palma de Mallorca
El trayecto puede iniciarse en la calle Estudi General, donde se encuentra Can Alemany. La casa tiene un patio en el que se mezclan diferentes épocas. Así, mientras que la escalera es gótica, la galería es del siglo XIX.
En esta misma calle podremos ver Can Ferragut, con dos murales cerámicos bajo dos arcos ciegos. También se encuentra en ella Can Lloren Villalonga, del siglo XIX y hogar del escritor que le dio el nombre.
De ahí pasamos a la calle San Roc para ver Can Alomar, cuyo patio tiene de dos vestíbulos cubiertos por artesonado de madera. En la calle San Bernat está el hospital de Sant Pere i San Bernat, del siglo XVIII. Y en la calle Zanglada hay una casa de origen medieval convertida hoy en día en museo: Can Marquès.
Seguimos sin pararnos, pues nos espera Can Oms en calle Almudaina, una de las mejor conservadas. También Can Ordines d’Almandrà; Can Oleza, uno de los edificios más importantes de Palma de Mallorca; y Can Cante. Estas tres últimas están ubicadas en la calle Morey.
De la calle Almudaina nos trasladamos a calle Portella. Allí se encuentran Ca la Gran Cristiana y Ca la Torre. La primera es de estilo gótico y es donde tiene su sede el Museo de Mallorca. Mientras, la segunda fue edificada sobre las murallas de Palma y cuenta con un patio totalmente abierto.
Otros encantos de la ruta de los patios
Como ves, la ruta de los patios de Palma de Mallorca permite conocer un sinfín de lugares interesantes, y aún no hemos acabado. Tras tomarnos un descanso, seguimos por la calle Can Serra, donde visitar Can Formiguera, con una fachada en ángulo; o la Calle Can Dusai, que comparte nombre con el edificio que alberga.
Igual de recomendable es Can Lladó, en la calle Vent, una de las más antiguas de la ciudad y con un patio que tiene forma de trapecio. Y no hay que perderse Can Catlar-Cal Marquès del Palmer y Can Bisquerra de Babellí, en la misma ubicación que la anterior, en la calle Sol.
Continuamos en la plaza de Sant Francesc y Can Morargues des Racó, que conserva la estructura y distribución de una casa señorial. Y seguiremos por la calle Terra Santa para ver Can Terrasa o por la calle Samaritana para hacer lo propio con Can Dameto de sa Quartera, reformada en el siglo XVIII.
Finalmente, podemos acabar la ruta en calle Can Savellà, donde está Can Sureda, una de las muestras más representativas de la arquitectura civil del siglo XVII en la ciudad.
Aquí también están Can Juny, con un patio del siglo XVI con precedentes medievales, y Can Catlar del Llorer, en la que sobresalen sus arcos, los pilares octogonales y su entrada.
Importancia de los patios de Palma de Mallorca
Antiguamente, el patio era el elemento que denotaba la categoría de la casa y, por ende, el estatus de la familia. Y es que mientras que las fachadas de las viviendas tendían a ser más bien discretas, los patios se llenaban de elementos decorativos y ornamentales. Esto se puede comprobar durante la ruta que te hemos propuesto.
Aparte de reflejar categoría, los patios eran un espacio de interacción social donde entraban los carros cargados con los frutos de las fincas de los señores. Dichas mercancías eran registradas por el administrador de la casa en pequeños despachos de entresuelo.
Hoy en día, los patios constituyen una parte importante del patrimonio histórico de Palma. No te los pierdas si visitas la capital mallorquina. Si no quieres perder detalle, hay visitas guiadas que te llevarán por los más importantes.
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