Una estancia en Carouge, a un paso de Ginebra
Puede que estés pensando en disfrutar de una pequeña estancia en Carouge en tu viaje a Ginebra. Esta es una pequeña localidad muy diferente a esta gran ciudad. Por eso, si tienes tiempo en tu viaje, merece la pena que la añadas a tu lista de cosas por ver.
Es diferente no solo en la forma de sus calles, la arquitectura de sus edificios o el tipo de gente, sino también se podría decir que es otro estilo de vida diferente. Y gran parte de la culpa la tiene su particular historia.
Todo esto llama la atención de muchos turistas que acuden a Ginebra y deciden acercarse a conocer esta ciudad especial. Para que te animes a plantearte una pequeña estancia en Carouge, te contamos todo lo que necesitas saber de ella.
Tiempo para disfrutar de una estancia en Carouge
Si en tus vacaciones en Ginebra quieres disfrutar de una pequeña estancia en Carouge y no sabes si te dará tiempo, vas a tener suerte. Esta pequeña ciudad no requiere demasiado tiempo para conocer todos sus rincones.
De hecho, ni siquiera es necesario que pases allí una noche. Puedes ir pronto por la mañana y volver por la noche a Ginebra y habrás tenido tiempo de sobra para recorrer Carouge. En unas horas podrás pasear por todas sus calles importantes y descubrir los puntos más turísticos.
Si quieres conocer todos sus secretos y saber más sobre esta pequeña ciudad, tu estancia en Carouge tendría que ser de al menos una noche. En un par de días te llevarás la experiencia perfecta de este magnífico lugar.
Sin embargo, siempre puedes dedicar un fin de semana completo. Así, verás la ciudad en su máximo esplendor, pues la vida en las calles fuera de los horarios de trabajo es muy animada.
A un paso de Ginebra
La razón por la que muchos visitan Carouge es que han programado una estancia de varios días en Ginebra. De esta manera, cuentan con tiempo para disfrutar relajadamente de esta ciudad y también de sus preciosos alrededores.
Y en este sentido, Carouge es magnífica. Por carretera apenas llegarás en diez minutos desde Ginebra. Por eso, también es muy sencillo acudir en un solo día. Además, puedes ir en transporte público en las líneas 12, 13 y 14 del tranvía que salen desde el centro de la ciudad.
¿Qué tiene de especial Carouge?
La ciudad de Carouge, a orillas del río Arve desde hace al menos dos milenios, es diferente. En el siglo XVIII cambió totalmente su esencia al ser reconstruida. Lo hicieron los duques de Saboya, que querían que esta ciudad fuera diferente a la cercana Ginebra.
Los arquitectos responsables del diseño de la nueva ciudad pertenecían a la escuela italiana. De hecho, lo podrás percibir perfectamente en tu estancia en Carouge, pues esta ciudad se parece mucho más a lo que puedas ver en Italia que a Ginebra, ¡y eso que está a menos de cuatro kilómetros de distancia!
Carouge tiene un ambiente mucho más mediterráneo. Los edificios en sus calles solo alcanzan, por lo general, los dos pisos de altura. Además, las calles se organizaron en cuadrículas, con un especial protagonismo en los jardines, que a día de hoy continúan como protagonistas en muchas partes de Carouge.
Rincones para disfrutar en tu estancia en Carouge
La ciudad está repleta de tiendas, bares y restaurantes. Sus calles están llenas de colores, que dan vida a esta pequeña localidad. En cuanto a los lugares más destacados que verás en tu paseo, están la Place du Marché y la iglesia de la Sainte Croix, también la Place du Temple.
Puedes visitar el Musée de Carouge para conocer el patrimonio de la ciudad y las exposiciones temporales que suele albergar. De esta manera, en tu estancia en Carouge aprenderás todo sobre la historia de la localidad en la que te encuentras. Otro punto fuerte de este museo es que se trata de una vivienda típica con un bonito jardín.
En definitiva, Carouge es una ciudad pequeña pero llena de encanto. Un lugar diferente a cualquier otro que puedas ver en Suiza. Por ello, merece la pena que la descubras.