Un paseo por los puentes más románticos de París

Un paseo por los puentes más románticos de París

Escrito por Adrián Pérez

Última actualización: 29 diciembre, 2015

La ciudad del amor… el escenario perfecto para los enamorados… destino elegido para la luna de miel… así es como se presenta la hermosa París. Y si bien nuestra primera imagen cuando nombramos la bella capital francesa es la majestuosa Torre Eiffel, tiene muchos sitios para disfrutar en pareja. Los puentes son rincones perfectos para un beso apasionado al atardecer y para hacer promesas de eternidad.

Si el Sena hablara…

El río Sena ha sido testigo directo de miles de historias importantes a lo largo de los años. Pero no todas se refieren a guerras, emperadores o epidemias… también ha sido escenario de millones de momentos y palabras de amor que se dicen al oído las personas que se quieren.

Río Sena en París
Río Sena – majeczka

Una gran parte del encanto de París se lo debemos, sin duda, al Sena y, por supuesto, a sus hermosos puentes. ¿Sabías que hay cerca de 50 pasos para atravesar a la región de la Ile-de-France? Sin embargo solo un puñado de ellos podrían recibir el calificativo de “románticos”.

Quizás estás buscando el lugar perfecto para declararte al amor de tu vida, pedir la mano de tu novia en matrimonio o hacer tus votos una vez más frente a tu pareja. ¡Entonces la “ciudad de la luz” es la indicada!

Los 3 puentes más románticos de París

No nos ha sido difícil elegir entre las 5 decenas de puentes disponibles en la capital de Francia. ¿Por qué? Cuando los conozcas lo entenderás.

Pont Neuf

Pont Neuf en Paris
Pont Neuf – Luciano Mortula

Si bien su nombre nos puede engañar, el “puente nuevo” es el más antiguo que queda en pie en la ciudad. También es el más largo (más de 200 metros) y tiene arcos con 385 máscaras esculpidas que realmente son dignos de varias fotografías. Conecta el Barrio Latino y la Rive Droite con la Ile de la Cité (donde está la catedral de Notre Dame, por ejemplo).

Fue el primero en construirse en piedra, una revolución para la época. Las obras comenzaron en 1578 por orden de Enrique IV quien no quería más puentes hechos de madera, como era la costumbre. La primera piedra la colocó el monarca en presencia de las reinas Catalina de Médicis y Luisa de Lorena. Se inauguró en 1607.

Puente de Alejandro III

Puente de Alejandro III en París
Puente de Alejandro III – Marina99

Fue construido para celebrar la exposición universal de 1900. Está decorado con estatuas y cubierto de pan de oro. Las farolas y la ornamentación casi que se comparan con las maravillosas vistas que podemos disfrutar desde este puente, que une los Grand y Petit Palais y Les Invalides.

La decoración de este paso por el río Sena es abundante y, además de estar relacionada con el diseño, también hace de contrapeso. Por ejemplo, las guirnaldas de flora marina permiten que todo el conjunto se equilibre. Los candelabros y las farolas son algunos de los protagonistas de las miles de historias románticas que se han vivido aquí.

Pont des Arts

Pont des Arts en París
Pont des Arts – Nikonaft

El puente de las Artes es de uso peatonal y lleva ese nombre porque une el museo del Louvre con el Instituto de Francia. Fue construido casi en un tiempo récord (de 1801 a 1804), pero debió ser cerrado en 1977 por su mal estado. El actual puente se reconstruyó en los años 80 respetando la forma original, a excepción de dos pilares que han quitado para permitir la navegación de las embarcaciones por el Sena.

Aquellos que hayan leído la novela Rayuela, de Julio Cortázar, sabrán que el puente de las Artes fue el lugar de encuentro entre Oliveira y la Maga.

“¿Encontraría a la Maga? Tantas veces me había bastado asomarme, viniendo por la rue de Seine, al arco que da al Quai de Conti, y apenas la luz de ceniza y olivo que flota sobre el río me dejaba distinguir las formas, ya su silueta delgada se inscribía en el Pont des Arts.”

-Fragmento de “Rayuela”, de Julio Cortázar-

Es también conocido como el puente de los candados, debido a la tradición de las parejas que quieren simbolizar su amor para siempre al arrojar la llave al río. Esta costumbre se replicó en otro puente parisino: Pont de L’Archeveché. Lamentablemente ya no está permitido hacerlo debido al peso que proporcionaban los candados al puente.