Turismo gastronómico: 5 trucos que debes conocer
El turismo gastronómico es otra forma de conocer un lugar, su historia y su cultura. De hecho, para poder experimentar y vivir de una manera muy cercana una ciudad o una región es necesario degustar su cocina típica. Y, si además eres amante de la comida, te encantará probar los platos locales. Por ello, te explicamos 5 trucos para hacer turismo gastronómico.
1. Explorar, básico en el turismo gastronómico
Cuando tenemos ganas de degustar nuevos sabores y platos diferentes a lo habitual debemos explorar. Hay que evitar los establecimientos ya conocidos y hay que hablar con los habitantes del cada sitio para recibir recomendaciones. La mejor forma de saber dónde se puede comer lo más típico, a buen precio y con calidad, es preguntar a los lugareños.
Siempre puedes variar entre restaurantes y locales menos formales para degustar todo tipo de comida. Igualmente, siempre te recomendamos probar cosas nuevas y nunca comer en un lugar que ya conozcas cuando estás viajando.
Pero también es importante buscar datos básicos para evitar problemas como alergias, intolerancias o gustos particulares. A pesar de ello, es bueno probar suerte y saltar lo planeado de vez en cuando. Una gran aventura es probar comida en los puestos callejeros.
2. Escoge qué productos te llaman la atención
Es cierto que quieres explorar, pero es bueno preparar una lista de alimentos que deseas probar en el viaje. Lo ideal es que busques información a través de internet antes de llegar al lugar para saber qué tipo de especias y alimentos son típicos.
Sobretodo cuando es un idioma diferente, debes buscar información sobre la gastronomía local e informarte sobre qué platos son los imprescindibles de probar en el lugar. De esta manera, estarás más cerca de la cultura y los sabores de los sitios que visitas.
Por ejemplo, si vas a Francia debes probar los crepes, si viajas a Colombia es fundamental conocer las arepas y si visitas México es obligatorio comer un taco. Siempre es buena idea preguntar a los habitantes dónde preparan los mejores platos.
3. Nunca digas “no”
El turismo gastronómico consiste en experimentar. Un plato puede resultarnos atractivo o exótico, pero también extraño. Sin embargo, el mejor consejo que podemos darte es que nunca digas “no”.
Probar y experimentar productos diferentes y típicos puede ser toda una aventura, desde insectos en ciertos países asiáticos hasta caracoles en Francia. Además, seguro que después siempre tendrás una buena anécdota que contar sobre el viaje.
Pero es cierto que debes tener en cuenta otras cuestiones. Los platos muy picantes o con demasiadas especias no siempre son soportados por nuestro estómago. Por ello, te recomendamos también que tengas cuidado, a veces nuestro organismo no está preparado para ciertos productos de otros países de costumbres muy diferentes.
“Viajar te deja sin palabras y después te convierte en un narrador de historias.”
-Ibn Battuta-
4. Toma fotos de todo
Una buena actividad para aprender y repasar todo lo vivido durante un viaje es repasar las fotos tomadas. A veces la memoria falla y no somos capaces de recordar lo que hemos probado. Además, así podemos mostrárselo a los demás.
Haz fotos de la comida, el lugar donde lo probaste y después intenta recordar el nombre de los platos típicos. Este es un buen truco, porque si regresas al mismo lugar siempre puedes volver al mismo restaurante o local.
5. Ve a un mercado
La mejor manera de conocer la gastronomía de cualquier lugar es ir a algún mercado. Allí puedes hablar con los vendedores y preguntar todas tus dudas o curiosidades. Además, puedes ver de cerca cada producto sin cocinar e incluso probar alimentos típicos de excelente calidad si buscas un mercado tradicional, en lugar de un supermercado.
Te aconsejamos preguntar por recetas y productos típicos. Siempre puedes aprovechar y comprar productos tradicionales. De esta manera, podrás experimentar cocinando en tu casa y poniendo en práctica lo aprendido.
Aunque debes tener cuidado con las aduanas y el idioma, intenta informarte gracias a un libro de cocina local. Es un buen recuerdo y te ayudará a comprender lo que ves en el supermercado.