Tradiciones y naturaleza de las Highlands escocesas
Situado en la zona norte de Escocia se encuentra este enclave prodigioso plagado de montañas y poco habitado. Las Highlands están llenas de valles y barrancos y se bañan en las leyendas e hsitorias de la sabiduría popular. Cuentan con castillos y pueblos donde se puede disfrutar de los más verdes y bellos lugares nunca vistos que nos harán creer que nos hallamos en otro mundo, en una dimensión incierta y con aspecto medieval poblada por hadas, duendes y fantasmas.
Highlands, tierra de diferencias
Parece ser que entre los habitantes de las Highlands y aquellos que vivían en las inmediaciones de Edimburgo existían incontables diferencias. Tanto es así que se consideraban regiones diferentes e independientes. De hecho, hablaban diferentes idiomas.
Las desavenencias entre un pueblo y el otro se remarcaban aún más por el hecho de que unos eran de origen irlandés mientras que los otros provenían de otros territorios. Sin embargo, una de sus más importantes desigualdades es que los primeros eran católicos mientras que los segundos pertenecían al credo protestante.
Durante la época en que se vivió mayor rivalidad a los lugareños de las Tierras Altas acabó por vetárseles el derecho a tocar la gaita, así como las armas. Es más, ni siquiera tenían permitido utilizar el tejido representativo de su clan gracias al cual se distinguían, el tartán. Por suerte, poco a poco estas piezas culturales fueron recuperándose en el día a día escocés hasta alcanzar la importancia que aún conservan en la actualidad.
“No soy inglés, nunca fui un inglés, y no quiero ser uno. ¡Yo soy un escocés!”
-Sean Connery-
Posibles itinerarios por las Highlands
La ruta del Great Gren
Conocido como el Gran Valle, este trayecto tiene su comienzo en Fort William y ve su final en Inverness. Desde aquí nos dirigiremos hasta la pequeña ciudad de Fort Augustus, que debe su popularidad a la conexión que supone entre las poblaciones cercanas a través del canal de Caledonia.
Una vez allí, es posible tomar un barco y dar un agradable paseo por una de las acumulaciones de agua más famosas y misteriosas del planeta, el lago Ness. Según cuentan las narraciones fantásticas que se han hecho eco por todas partes, en sus profundidades habita el monstruo denominado Nessi. Es este el motivo por el que miles de personas los visitan anualmente.
Esta gigantesca laguna está compuesta de agua dulce y alberga tan solo una pequeña isla, Cherry Island. En ella puede observarse una curiosa edificación denominada crannóg. Se trata de una construcción típica escocesa que solía ser usada como santuario. En la parte más alta del pantano se ubica el castillo de Urquhart, uno de los más conocidos de la nación.
La ruta de Inverness
Justo en la desembocadura del lago Ness se localiza la población de Inverness. Es tan pequeña que su renombrada fortaleza puede divisarse en la cima del monte cercano desde cualquier punto. Las vistas desde allí arriba son realmente increíbles. Lamentablemente la finca no está abierta al público.
Siguiendo el cauce del río, no muy lejos, se puede llegar a los islotes Ness Islands, cuya vegetación nos sorprenderá sobremanera. El excursionista que disponga del suficiente tiempo no puede dejar pasar la oportunidad de hacer una parada para pescar un deliciosos salmón en sus orillas.
Siguiendo el itinerario, daremos de frente con el canal de Caledonia, que se caracteriza por la transparencia y claridad de sus bellas aguas. Más adelante, el turista llegará al fiordo de Beauly. Entre este punto de Inverness, el mar y la ría se unen produciendo con su choque un espectáculo de colores indescriptible.
Tradiciones populares: los juegos
Esta fiesta es una de las más esperadas entre los habitantes de las Highlands. Hablamos de una tradición antiquísima, tan antigua que se ha convertido casi en un dogma para la inmensa mayoría de la población.
Ya en épocas arcaicas jóvenes y mayores se reunían para llevar a cabo este tipo de luchas. Su origen se atribuye al rey Malcom III, quien las organizaba con el fin de premiar a su súbdito más fuerte y varonil.
Como curiosidad cabe añadir que el barón de Coubertin , fundador de los Juegos Olímpicos tal y como los conocemos hoy en día, asistió en cierta ocasión a esta clásica celebración escocesa. Aparentemetne quedó tan maravillado con lo que vio que decidió incluir en la lista de deportes practicados durante las competiciones internacionales el lanzamiento de martillo y el Stone Put o lanzamiento de peso.
Además de estas dos modalidades, en Escocia también podremos participar en pruebas tan extrañas como el lanzamiento de balas de paja. Si estamos en muy buena forma podemos lanzarnos a realizar Scottish Backhold, un estilo de lucha folclórico o quizá prefiramos arrojar troncos a lo lejos.