La Torre del Diablo en Wyoming: un monumento de película
Si eres aficionado al cine, y especialmente a la ciencia ficción, nuestro protagonista de hoy seguro que no te es ajeno. Nos vamos a Wyoming, en Estados Unidos, para conocer la Torre del Diablo, una singular montaña que Steven Spielberg inmortalizó en su película Encuentros en la Tercera Fase.
Si has visto la película del “Rey Midas” de Hollywood, tal vez recuerdes al personaje principal, protagonizado por el veterano Richard Dreyfuss, esculpiendo la Torre del Diablo en un plato de puré de patatas. Sin embargo, este lugar esconde muchos más secretos y leyendas que un simple largometraje de extraterrestres. Los descubrimos a continuación.
“Einstein tenía razón, el tiempo no ha pasado tan deprisa para ellos…..Seguramente Einstein era uno de ellos…”
-Fragmento de Encuentros en la Tercera Fase–
¿Qué es la Torre del Diablo en Wyoming?
En realidad, su nombre completo sería el Monumento de la Torre del Diablo, aunque en el original inglés es Devils Tower. También es conocida como Mato Tipila, según el idioma lakota de los habitantes anteriores a la llegada de los ingleses y colonos a Wyoming. Su significado sería algo así como “Aposento del Oso”.
Geológicamente, la Torre del Diablo es un monolito cuyo fenómeno se conoce como intrusión ígnea o cuello volcánico. Además, cabe destacar que se encuentra situado en una región geográfica conocida como las Colinas Negras.
Si deseas visitar la espectacular Torre del Diablo, deberás desplazarte hasta el noreste del estado norteamericano de Wyoming, cerca del río Belle Fourche. En las proximidades encontramos las poblaciones de Hulett y Sundance, ubicado en el condado de Crook, casi en la frontera con Dakota del Sur.
Historia de la Torre del Diablo
Aunque su formación se oculta en la profundidad de los tiempos como antiguo volcán extinto, este fenómeno compuesto de columnas basálticas a más de 1500 metros sobre el nivel del mar tiene el honor de ser el primer monumento nacional declarado en los Estados Unidos.
Fue el presidente Theodore Roosvelt quien ofreció el título de Monumento Nacional de la Torre del Diablo el 24 de septiembre de 1906. Desde entonces, el paraje se ha convertido en lugar de peregrinaje para muchos aficionados a la escalada, el cine y las conspiraciones extraterrestres.
De los 400.000 visitantes que suele recibir anualmente, un pequeño porcentaje la escalan desde hace más de cien años. Los primeros atrevidos de los que queda constancia lo hicieron en 1893. Fueron William Rogers y Willard Ripley, un par de rancheros de la zona. De esta formar conmemoraron la Fiesta de la Independencia en el 4 de julio del citado año.
Ambos rancheros encontraron una grieta entre paredes opuestas y colocaron durante años unos tacos de madera que unieron de manera horizontal para crear una escalera que facilitaba la subida. Esta estuvo vigente hasta 1927, pero hoy solo quedan algunos restos de ella.
Las leyendas de la Torre del Diablo
Otro detalle curioso de la Torre del Diablo en Wyoming son las leyendas que acompañan al monumento natural. Los nativos de la zona, kiowas, cheyennes o arapahoes, entre otros, crearon leyendas singulares que enriquecen la historia del lugar.
Según dicta la leyenda, un grupo de chicos sioux se alejaron de su poblado en exceso y se encontraron con un oso Grizzly de enormes proporciones conocido como Mato, cuyas uñas tenían el tamaño de una tienda india. Como no puede ser de otra forma, el oso Mato decidió que aquellos pequeños sioux serían un almuerzo estupendo. Sin embargo, los jóvenes se pusieron a rezar al Gran Espíritu para ser salvados.
Este buen dios sioux, ni corto ni perezoso, decidió escuchar las plegarias de sus jóvenes siervos, así que realizó una milagrosa proeza, logró que la roca sobre la que estaban los chicos comenzase a crecer sin parar hasta una altura considerable.
Es evidente que un oso con garras del tamaño de una tienda sioux no se quedaría tan contento al haber perdido un suculento almuerzo. Así pues, decidió arañar la roca lleno de cólera para intentar alcanzar a los niños, aunque como es obvio, fue incapaz, por lo que acabó por desistir.
Según esta leyenda, la Torre del Diablo en Wyoming tiene este aspecto debido a la increíble historia. Ahora bien, ¿cómo bajaron de ahí los chicos sioux? El águila Wamblee fue al rescate y los depositó en el poblado sanos y salvos para dar un final feliz al cuento.
Queda claro que la Torre del Diablo en Wyoming no deja indiferente a nadie. Ya sea por su leyenda, su celebridad cinematográfica, su peculiaridad geográfica y geológica, o por su belleza, es un monumento nacional norteamericano realmente increíble.