Shenzhen, de aldea de pescadores a ciudad tecnológica
Shenzhen es el mejor ejemplo de la velocidad de desarrollo que ha experimentado China en las últimas décadas. Su rápida transformación no solo refleja el buen estado económico del país en las últimas décadas, sino que además deja ver los claros avances de la sociedad china.
Antigua aldea pesquera y hoy ciudad tecnológica, Shenzhen muestra al mundo no solo su poder económico, con la mayor tasa de millonarios del país, sino la capacidad de su población de acoger las diferentes costumbres de todo aquel que viaja a China. Sin duda, esta es una de las principales ciudades de China con mayor diversidad cultural.
Shenzhen, una pequeña aldea de pescadores
Los orígenes de Shenzhen se remontan a una pequeña aldea junto al Río de las Perlas, en el antiguo condado de Bao’an. Esta apenas contaba con infraestructuras y su economía dependía casi al completo de la pesca y la agricultura.
El inicio de su transformación se relaciona con la construcción de la línea ferroviaria Kowloon-Cantón, con parada en Shenzhen. La estación de Luohu, nombre que recibe la estación de la ciudad, se convirtió en la puerta de enlace entre la zona continental de China y la ciudad de Hong Kong. Gracias a ella, la ciudad empezó a desarrollarse a buen ritmo.
Se crearon las primeras calles comerciales, mercados y otros servicios industriales. Sin embargo, la precariedad seguía siendo la nota predominante. Sería en 1979, con el establecimiento de la zona económica especial, cuando Shenzhen comenzara a prosperar con rapidez.
Un dato curioso es que el puerto de la ciudad fue reconocido durante 21 años seguidos como tercer puerto del mundo en cuanto a cantidad de importaciones e importaciones.
Todo lo señalado anteriormente haría que la actividad agraria y la pesca dejaran de ser la principal fuente de ingresos. Así, esta ciudad ha acabado por ser una de las principales, sino la primera, de entre las potencias de China.
Shenzhen, la ciudad de la tecnología
En las últimas décadas, Shenzhen ha evolucionado gracias a los programas de reforma y apertura establecidos por el gobierno chino. De hecho, desde que se convirtiera en la primera zona económica especial del país, la ciudad ha sufrido un desarrollo económico, industrial, urbanístico y cultural sin precedentes.
En la actualidad, es una de las ciudades más emergentes de China. Ya no queda nada de aquellos caminos sin asfalto, tampoco ninguna de las antiguas chozas de barro que daban cobijo a las familias de este antiguo pueblo de pescadores.
Hoy podemos pasear por amplias avenidas asfaltadas, asombrarnos con sus enormes rascacielos y recorrer la ciudad utilizando unas de las redes de transporte urbano, en su mayoría eléctrico, más eficientes del mundo.
Además, la ciudad ofrece un lugar idílico para vivir y no solo por su temperaturas suaves durante todo el año. Shenzhen dispone de hospitales con tecnología de vanguardia, grandes instalaciones deportivas y un sistema educativo foco de las inversiones económicas de la ciudad con el fin de crear profesionales para el futuro.
La población actual de Shenzhen es de más de 12 millones de habitantes. Este aumento se debe a la afluencia de trabajadores provenientes de toda China e incluso de otros países y al gran número de empresas que deciden trasladar su sede a ella. Ninguna ciudad en la historia ha crecido tan rápidamente como esta megalópolis.
Tampoco debemos olvidar su influencia en cuanto a tecnología, ya que estamos ante una de las ciudades más avanzadas del mundo. La ciudad está preparada para acoger todo lo necesario para elaborar sus productos sin necesidad de buscar piezas o profesionales fuera de la misma. De ahí que se haya convertido en el escenario perfecto para las grandes empresas como Tencent, ZTE y Huawei.
Algunos datos curiosos sobre Shenzen
La ciudad ha supuesto un impacto económico y tecnológico no solo en su país, también a nivel mundial. Ostenta el primer puesto en cuanto a velocidad de desarrollo. Actualmente, es la ciudad donde más se fabrican y exportan productos electrónicos de China. De hecho, cuenta con el mayor PIB per cápita del país.
Esto ha atraído a una población joven y emprendedora. Nada menos que un 20 % de las personas con un doctorado en China residen en Shenzhen. Su media de edad ronda los 30 años, por lo que es normal que acoja a los mayores talentos del país.
Además, la ciudad cuenta con algunos de los edificios más altos de China. Concretamente, el Ping An IFC es el cuarto edificio más alto del mundo. También destaca su puerto, que continúa siendo de los más activos del mundo, también en cuarta posición.
- Abril, G. Shenzhen, la ciudad china que conquista el mundo con su tecnología. El País. Recuperado de https://elpais.com/elpais/2017/11/20/eps/1511180079_572397.html
- Shenzhen (s.f.). En Wikipedia. recuperado el 29 de octubre de 2019 de https://es.wikipedia.org/wiki/Shenzhen