Una ruta inolvidable por Rumanía
¿Quién dijo que este país solo es Drácula y su castillo? Rumanía es una de las grandes joyas de Europa del Este y, de hecho, poco a poco está encontrando su lugar entre los destinos turísticos del continente. La zona más popular es la de Transilvania, pero no la única, no debes perderte el delta del Danubio, Moldavia (igual que el país) y Maramures, además de los rincones que te mostramos a continuación.
Primer paso obligado: Bucarest
No solo porque es la capital de Rumanía o porque hasta allí llegan las aerolíneas desde las principales ciudades de Europa. También, obviamente, por su gran cantidad de atractivos turísticos es más que aconsejable visitarla. Bucarest fue concebida como una “copia” de París (arquitectónicamente hablando) y sus sitios más interesantes se pueden visitar en dos días (no como en la capital francesa).
Un paseo por la capital rumana podría comenzar por la Plaza Unirii, repleta de edificios de la época comunista y muchas fuentes de agua en el medio.
Cerca de allí nos encontramos con un puñado de edificios religiosos que “se salvaron” de ser demolidos en 1980, entre ellos la Catedral Patriarcal (la más importante para la fe ortodoxa), que cambiará su nombre al inaugurarse la Catedral de la Redención de la Nación Rumana.
Siguiendo por la Avenida Unirii llegarás al Parlamento Nacional, el segundo edificio más grande del mundo (solo superado por el Pentágono de Washington, Estados Unidos): 85 metros de alto y 330.000 metros cuadrados de superficie, 12 plantas y 3100 habitaciones amuebladas.
En metro llegamos a la Plaza de la Victoria, con su Arco del Triunfo (versión más pequeña que el de París) y continua hasta el Parque Herastrau y su calle dedicada a Michael Jackson. Por la noche, ir de fiesta es imprescindible en la capital rumana, los mejores establecimientos están en la zona de Unirii.
De camino al castillo de Drácula
Desde Bucarest puedes ir a Sinaia, uno de los lugares más bonitos del país. Allí encontrarás el palacio de Peles (usado en los veranos por el antiguo rey) y el primero con instalación eléctrica de Europa. También en la ciudad se encuentra el castillo de Pelisor y el monasterio de Sinaia.
Desde ahí dirígete a Bran, donde está el castillo homónimo y supuestamente vivienda del conde de Drácula, según la novela de Bram Stoker. Está ubicado en lo alto de un peñasco rocoso y tiene un patio repleto de geranios. Lo más tétrico del conjunto es, sin duda, la colección de instrumentos de tortura usados en la Edad Media.
El recorrido continua por Brasov, una de las ciudades más hermosas del país. No hay que perderse su centro histórico repleto de terrazas, la Plaza del Mercado, las casas barrocas y renacentistas, la Iglesia Negra (con su órgano de 4000 tubos), los miradores y las fortificaciones medievales (con las torres que llevan nombres de oficios: herrero, carnicero, curtidor, etc) que la convierten en un lugar especial.
“Conoces más un camino por haber viajado por el que por todas las conjeturas y descripciones en el mundo.”
-William Hazlitt-
Otros sitios de Rumanía que vale la pena conocer
Como te hemos dicho, este bello país es más que su capital y el castillo de Drácula. Tiene cientos de lugares para visitar. Los más bonitos son:
Rasnov
Para subir la ciudadela hay que usar un funicular (porque esta en lo alto de una colina) desde el centro de la ciudad. En tiempos antiguos se usaba como “mini-pueblo” para proteger a los habitantes de un ataque. Cerca de allí están el Parque Nacional Piatra Craiului y el pueblo de Magura.
Prejmer
Esta aldea fortificada y declarada Patrimonio de la Humanidad te dejará boquiabierto. La fortaleza de esta ciudad gira en torno a la iglesia y a los almacenes para guardar comida (y servir de refugio para animales y personas en caso de problemas). Para llegar a cada lugar tendrás que subir escaleras y pasar varios cubículos.
Sighisoara
Es una localidad que se puede visitar en un solo día, con un centro histórico que casi no ha cambiado su aspecto desde la Edad Media. ¿Por qué está incluida en un recorrido por Rumanía? Por ser la ciudadela mejor conservada del continente y porque en Sighisora nació nada menos que Vlad “el Empalador”, cuya casa-museo se puede visitar.
Y por supuesto que aún hay más en tierras rumanas: Turda, Alba Iulia, Sibiu, Cluj Napoca, las montañas Fagaras y el castillo de Poienari (que se cree es el verdadero de Drácula).