Las ruinas de la presa de Gleno en Lombardía
Las ruinas de la presa de Gleno son un claro ejemplo de que, con el tiempo, todo lugar puede cambiar. Lo que hoy visitamos en la región italiana de Bérgamo y nos hace disfrutar de su tranquilidad y de sus paisajes, hace unos años supuso para este lugar una catástrofe.
Ubicada en Lombardía, esta presa realmente fue una gran obra de ingeniería que se construyó para producir energía eléctrica. Al norte de la provincia de Bérgamo, se proyectó esta presa sobre el río Gleno en el valle di Scalve.
La construcción de la presa de Gleno
En 1907, la familia Vigano comenzó a trabajar en el proyecto de la presa. La obra comenzó en 1916, cuando tuvo ya los permisos necesarios. Cuatro años más tarde, en 1920, ya hubo problemas en el proyecto de construcción.
A pesar de todo, en octubre de 1923 se inauguró la presa de Gleno; el embalse que había en la presa se llenó de agua enseguida, debido a la alta pluviosidad de esta zona.
La rotura de la presa: una auténtica catástrofe
Apenas pasado poco más de un mes de la inauguración de la presa, en 1923, precisamente el día 1 de diciembre de ese año a las 6:30 de la mañana, hubo una rotura en un contrafuerte y una gran parte de la presa se vino abajo; así fue como sucedió la gran catástrofe. Al romperse una gran zona de la pared arcada de la presa, se produjo una gran avalancha de agua que estaba allí contenida.
En menos de 15 minutos, los 6 millones de metros cúbicos de agua surcaron todo el Valle di Scalve, arrasando todo lo que estaba a su paso. Esto destruyó las plantas eléctricas de Povo y Valbona, el centro de la población de Bueggio, la zona de Ponte Formello y el santuario de la Madonnina.
Asimismo, arrasó con el pueblo de Dezzo, donde murieron más de 200 habitantes de los 500 que tenían. Allí, además, el agua destrozó otra central eléctrica y hasta el cementerio.
Cuarenta y cinco minutos después de la rotura de la presa de Gleno, el agua se paró finalmente al llegar al lago de Iseo, tras haberse cobrado más de 500 víctimas mortales y haber dejado un reguero de destrucción en todo su camino.
Las falencias de la presa de Gleno
Como se ha sabido desde que se estaba construyendo la presa, hubo un cambio en los planos para abaratar los costes de la obra. Lo que iba a ser una presa de gravedad con una curvatura, fue cambiado a una presa con arcos múltiples.
Esto, unido además al uso de materiales de baja calidad —dicen que algunos incluso reutilizados de protecciones antigranadas usadas en la Primera Guerra Mundial— permitió que se produjera este desastre.
Además de esto, los funcionarios locales que estaban al tanto de las obras fueron informados de que los contratistas no estaban usando el material adecuado para hacer una construcción de semejante calado. Incluso algunos de los trabajadores que denunciaron la manera en la que se estaba llevando a cabo los trabajos fueron despedidos de la empresa.
El renacer de las ruinas
Es curioso cómo de todo lo malo podemos encontrar una parte buena, al menos pasados muchos años. De aquel gran desastre hoy nos quedan las ruinas de la presa de Gleno. La visión de muchos de sus arcos aún en pie son un lugar muy visitado por los turistas de esta región de la Lombardía italiana.
Este es un sitio que combina la naturaleza majestuosa del lugar con el lago de Gleno y el monte Presolana. Asimismo, tiene varias sendas que se usan para hacer excursiones por esta zona de los Alpes italianos.
Cerca del lugar donde ocurrió la catástrofe, hoy en día los visitantes pueden conocer el «Espacio Expositivo Gleno». Este pequeño centro de interpretación cuenta con paneles, fotografías y vídeos del suceso. El visitante puede hacerse una idea y acercarse a saber que sucedió en ese lugar hace casi 100 años.
Las ruinas de la presa de Gleno, un llamado de atención
En definitiva, con este evento queda claro cómo el ser humano es capaz de dar la vuelta a las cosas y cómo un lugar donde sucedió una gran catástrofe, en la que murieron mas de 500 personas, se ha reconvertido en un lugar de visita.
Hoy en día, ese lugar entre las ruinas de la presa de Gleno se ha aprovechado como oferta turística y cultural. Explicando lo que sucedió, quizás podemos volver a evitar que se repita. Algún día, deberemos aprovechar los errores del pasado para construir algo mejor en el futuro. Las ruinas de la presa de Gleno son un ejemplo de ello.