Un recorrido por 9 rincones de La Rioja inolvidables
La Rioja es una de las comunidades autónomas más pequeñas de España. Lo cual es una ventaja, ya que las distancias por dentro de su territorio son muy accesibles, de manera que durante unas vacaciones podemos descubrir muchos de los rincones de La Rioja que destacan por su encanto. Pero como la lista de lugares interesantes es muy amplia, aquí hemos hecho para ti una selección con los sitios que son imprescindibles.
Rincones de La Rioja que debes conocer
1. Briones
Empezaremos hablando del auténtico emblema de esta región, el vino con Denominación de Origen La Rioja. Por toda la comunidad veréis viñedos y bodegas, pero os recomendamos acercaros hasta la población de Briones, elevada sobre una colina entre vides y con un caserío histórico de lo más atractivo.
También podéis visitar el Museo Vivanco de la Cultura del Vino. Está en las afueras y es imprescindible.
“El que sabe degustar no bebe demasiado vino, pero disfruta sus suaves secretos.”
-Salvador Dalí-
2. Calahorra
Pero la uva y el vino no son los únicos productos de primera categoría en la zona. La Rioja está bañada por el río Ebro y sus afluentes, los cuales riegan unas fértiles huertas que dan algunas de las mejores verduras del país, sobre todo en la Ribera Baja, y allí se encuentra Calahorra.
Es es un lugar fantástico para comer, y también para hacer una visita turística a su Catedral de Santa María o sus restos romanos de la vieja “Calagurris”.
3. Sierra de la Demanda
Los amantes de la naturaleza, el senderismo o la bicicleta de montaña también tienen un excelente destino vacacional en La Rioja, sobre todo si se dirigen a la Sierra de la Demanda, integrada en el Sistema Ibérico. Un lugar a caballo de Castilla y La Rioja donde lo mejor es calzarse las botas, caminar por el monte y dejarse inundar por la paz que emanan estos parajes.
4. Parque Natural de la Sierra de Cebollera
Algo similar se puede decir de este espacio protegido de la Sierra de Cebollera, donde se descubren unos hermosos robledales, hayedos y bosques de pinos, a veces silvestres y otras veces pinos negros. Todo ello plagado de pequeños cauces fluviales que van formando coquetos lagos o cascadas. En definitiva, un buen lugar por el que perderse durante una escapada a La Rioja.
5. Santo Domingo de la Calzada
La Rioja es atravesada por el Camino de Santiago, y una de las paradas más esperadas es Santo Domingo de la Calzada. Sí, donde cuenta la leyenda que cantó la gallina después de asada.
Pero además de esa leyenda a la que se le rinde tributo en la principal iglesia de la población, también hay que descubrir todo su casco histórico, desarrollado a partir del viejo hospital medieval de peregrinos.
6. San Millán de la Cogolla
Con esa denominación podemos agrupar unos lugares históricos cargados de arte y de literatura, y que son la auténtica cuna de la lengua española. En primer lugar, porque para llegar hay que atravesar Berceo, lugar de nacimiento del primer escritor de nombre conocido en nuestra lengua.
Y después porque allí se encuentran los Monasterios de Suso y Yuso, ambos espectaculares en su estilo, y donde se halló el escrito más antiguo en castellano.
7. Valdezcaray
Antes hemos hablado de la Sierra de la Demanda. Pues bien, en su punto más alto está la estación de esquí de Valdezcaray, que se desarrolla en las faldas del pico de San Lorenzo a más de 2.200 metros de altitud. Una opción de turismo invernal de lo más accesible y un lugar ideal para aprender a esquiar.
8. Arnedillo
Hemos hablado de historia, de leyendas, agricultura, productos gastronómicos, deportes y naturaleza. Y todavía no hemos acabado con los los rincones de La Rioja que ofrecen fantásticos atractivos turísticos.Es así porque en la población de Arnedillo también se puede hacer turismo termal. Por lo tanto, después de tanta visita es el lugar idóneo para relajarse.
9. La calle Laurel en Logroño
Vamos a acabar este recorrido por los rincones de La Rioja más bonitos, en la capital de la comunidad autónoma. Logroño es una ciudad bañada por el Ebro con abundantes iglesias, como es habitual en una importante parada del Camino de Santiago.
Pero no vamos a hablar aquí de su patrimonio, sino de una de sus calles más espectaculares. La calle Laurel, en ella y en sus adyacentes abundan las tabernas donde tomar sus típicas tapas, eso sí, regadas con un buen rioja.