Recorremos Noruega, un auténtico paraíso
A quiénes les guste el frío y la nieve, Noruega los espera de brazos abiertos con cientos de actividades y atractivos. Y a los que no prefieren las bajas temperaturas… también. Este país surcado por los fiordos, repleto de leyendas del bosque y paisajes de ensueño es realmente un paraíso. En este artículo te contamos cuáles son los imperdibles noruegos.
Noruega, entre lagos, auroras boreales y casas de madera
Hasta que no llegues a tierras nórdicas no podrás comprender la razón por la que todos aquellos que las visitan quedan anonadados esperando regresar. No importa el frío, la nieve o las pocas horas de sol en el invierno. Sus paisajes alucinantes nos invitan a vislumbrarlos hasta que no se puedan borrar de las retinas, de la mente y del corazón.
Noruega en todo su esplendor nos regala hermosura en cada paso. Algunos de los sitios que no puedes perderte en este país son:
1. Stavanger
¿Te gustan los viajes llenos de adrenalina y vértigo? Entonces Stavanger es ideal para ti. Sube hasta “el púlpito”, en la cima del Preikestolen, una plataforma de roca que se asoma a un fiordo y que no es apto para los que temen a las alturas. ¡Te sentirás el rey del mundo en el borde de ese precipicio de 600 metros! “El fiordo de la luz” (según su significado) brilla más cuando está soleado y tienes que estar allí en ese momento.
Pero no hay que pasar por alto la ciudad de Stavanger. El barrio antiguo tiene 150 viviendas de madera construidas entre los siglos XVIII y XIX, con tejados a dos aguas y pintadas de color blanco. En el muelle puedes observar los edificios que se usaban para almacenar el pescado y que hoy son tiendas, restaurantes y discotecas.
2. Bergen
Es la ciudad más lluviosa de toda Europa pero eso no te importará en absoluto cuando llegues por primera vez (porque no será la última). Se trata de una urbe histórica por excelencia de Noruega y vale la pena visitarla, aunque el paraguas sea tu compañero íntimo en la estancia. Las casi 70 casas de colores construidas en el siglo XV en el barrio del puerto son la típica postal de Bergen.
En tu paseo no olvides de subir a la torre Rosenkratz, desde la cual podrás disfrutar de hermosas vistas de la ciudad, y recorrer el mercado de pescado (Fisketorget), donde dicen que se vende el mejor salmón del mundo.
3. Islas Lofoten
Están ubicadas en medio del Círculo Polar Ártico, pero en lugar de sentirnos en el centro de la nada quedaremos deslumbrados por unos paisajes absolutamente increíbles.
Picos nevados, fiordos, lagos y pueblos de pescadores con sus casitas de colores (no te pierdas Svolvaer y Leknes) confluyen aquí. Unas islas bien conectadas con la parte continental de Noruega, se puede llegar a ellas en avión, aunque una mejor opción es hacerlo en barco.
4. Cabo Norte
Nordkapp en idioma local es el punto más septentrional de Europa. Búscalo en el mapa por la latitud 71°10’21 y te darás cuenta de lo que te estamos diciendo. El mar de Barents será testigo de que has estado allí, donde termina (o donde todo empieza según el punto de vista).
Durante el invierno hay muchas posibilidades de observar el maravilloso fenómeno de las auroras boreales… vale la pena cada grado bajo cero porque en verano el cielo está las 24 horas iluminado (no hay noche) y este espectáculo no es posible.
“Hay un libro abierto siempre para todos los ojos: la naturaleza.”
– Jean-Jacques Rousseau –
En Cabo Norte hay un observatorio a 300 metros de altura sobre las aguas de Barentshavet para poder admirar el horizonte curvo, una experiencia que nunca podrás olvidar.
Por supuesto que no puedes decir que has estado en Noruega si no navegaste entre fiordos. La accidentada costa del país está repleta de valles, glaciares y montañas que no te permitirán siquiera pestañear.
El más importante es Sognefjord (fiordo de los Sueños) y para llegar a él se parte desde Bergen. Otro de los imperdibles es Lysefjord… pero es imposible decidirse solo por uno… ¡ya lo verás!