Recorremos la maravillosa Costa del Sol
La Costa del Sol, en la provincia andaluza de Málaga, es uno de los territorios más visitados durante todo el año en España. Ello se debe principalmente a tres motivos. En primer lugar, el excelente clima de la zona. Por otra parte, sus hermosas y variadas playas. Y, por último, a la abundante oferta hotelera para cualquier bolsillo que hay disponible en este tramo del litoral mediterráneo.
La Costa del Sol se despliega al suroeste de la capital provincial de Málaga, comenzando en Torremolinos y acabando en el término de Estepona. Entre ambas se encuentran un ramillete de poblaciones costeras de fama internacional, como es el caso de la ciudad de Marbella, sin duda alguna uno de los emblemas más reconocibles del turismo de sol y playa en España.
Málaga, la capital de la Costa del Sol
La ciudad de Málaga no se puede decir que esté propiamente en la extensión de la Costa del Sol, sin embargo sería imperdonable no descubrir la capital malacitana durante un viaje a esta comarca. Para empezar, porque está prácticamente unida a ella, de hecho tan solo la presencia del aeropuerto internacional de Málaga separa físicamente Málaga del vecino núcleo de Torremolinos.
Pero además, es que Málaga es una joya tanto por su patrimonio histórico artístico como por su dinamismo urbano. Una vez en la ciudad, se hace imprescindible visitar el castillo árabe del Gibralfaro o la iglesia de la Victoria, enclavada en el mismo lugar donde se estableció Fernando el Católico durante la Reconquista. Por no hablar de la catedral de la Encarnación, una de las joyas andaluzas de la arquitectura renacentista.
Igualmente es recomendable darse un paseo por la zona del puerto y acercarse hasta el centro, recorriendo la vital calle Larios o llegar hasta la plaza de la Merced para descubrir las calles por las que jugó Pablo Ruiz Picasso de niño. En definitiva, desde la Costa del Sol se hace inevitable visitar Málaga, para lo cual se cuenta con muchas opciones de transporte público.
Torremolinos y Benalmádena, en un extremo de la Costa del Sol
Torremolinos es una de las grandes ciudades de la Costa del Sol. Parece mentira, sabiendo que hasta hace unas décadas era una pequeña población de pescadores que vivían de lo que les proporcionaba el Mediterráneo.
Unos tiempos en los que el edificio más alto del pueblo era la llamada Torre de los Molinos, que dio nombre a la población y que todavía permanece en pie.
Hoy en día, Torremolinos también vive de su proximidad al mar, pero ahora básicamente gracias a sus siete kilómetros de amplias playas, en torno a las cuales han crecido edificios mucho más altos que los anteriores y que son espléndidos hoteles con huéspedes de cualquier nacionalidad que uno se imagine.
En Torremolinos es obligado recorrer su paseo marítimo a lado del mar, y así casi sin querer se puede llegar hasta la población vecina de Benalmádena, otro de los grandes focos de atracción de turistas.
No dejes de contemplar el curioso castillo de Colomares. Es un peculiar y moderno monumento que quiere recordar y explicar el descubrimiento de América.
Desde Benalmádena, además, se pueden emprender intensas rutas senderistas y de bici de montaña hacia la Sierra de Mijas, situada en las mismas espaldas de la población.
“Hay un lugar que el Mediterráneo halaga, donde la tierra pierde su valor elemental, donde el agua marina desciende al menester de esclava y convierte su líquida amplitud en un espejo reverberante, que refleja lo único que allí es real: la Luz. Saliendo de Málaga, siguiendo la línea ondulante de la costa, se entra en el imperio de la luz.”
-José Ortega y Gasset-
Fuengirola, en el corazón de la Costa del Sol
La siguiente gran población en este recorrido por la Costa del Sol es Fuengirola. Esta localidad se fundó ya en tiempos de los fenicios, y luego llegarían romanos, bizantinos, godos, árabes, y finalmente fue reconquista por los cristianos.
No obstante, hoy en día de todo ese largo pasado ha llegado muy poco a nuestros días, porque Fuengirola es una ciudad eminentemente volcada al turismo y abundan los edificios en forma de hoteles y apartamentos.
Marbella, joya de la Costa del Sol
Marbella la identificamos con el lujo y la jet set. Evidentemente es una identificación válida, sobre todo en la zona de Puerto Banús, la más codiciada de toda la Costa del Sol. Pero hay mucho más. Por ejemplo, hay infinidad de playas para todos los gustos, ya que hay 20 playas diferentes en los 30 kilómetros de costa que posee el municipio.
Por otra parte, la población merece la pena un tranquilo paseo por la vieja Marbella, repleta de rincones con encanto como la plaza de los Naranjos, su ayuntamiento mudéjar o la arquitectura barroca de la Casa del Corregidor.
Y, sobre todo, está repleta de bares y tabernas donde tapear y degustar los vinos de la zona y buenas raciones de gambas a la plancha o de pescaíto frito.
Estepona, en el otro extremo de la Costa del Sol
Y el recorrido por la Costa del Sol acaba en Estepona, otra ciudad dominada por las playas de su término municipal y su importante oferta turística.
Pero además Estepona es un buen lugar para emprender excursiones por los alrededores. Si se prefiere, se puede uno alejar del Mediterráneo y adentrarse por los hermosos pueblos de la vecina serranía de Ronda. Y si no, se puede seguir la línea de la costa para rápidamente llegar hasta Gibraltar.