Recorremos el imponente fiordo de los Sueños en Noruega
Noruega siempre ofrece paisajes sorprendentes, pero pocos tan espectaculares e inmensos como el fiordo de los Sueños, o Sognefjorden. Este es el fiordo más largo del país, y en él incluso se identifican varios tramos. El primero llega hasta la ciudad de Balestrand, y a partir de ese punto hay varias ramificaciones hacia el interior que quedan atrapadas entre montañas.
Los orígenes del Sognefjorden
Como todos los fiordos de Noruega, este también tiene un origen que se remonta a la última glaciación y a la progresiva fusión del hielo de los glaciares que llegaban hasta el mar.
El hielo y su fuerza incontenible había esculpido estos paisajes y se había abierto camino hacia el océano, pero al derretirse, fue el agua del mar la que se abrió camino hacia el interior, ocupando lo que antes eran valles helados.
El fiordo de los Sueños, con sus 204 kilómetros es el segundo más largo del planeta. Y es impresionante desde cualquier ángulo, porque en algunos puntos alcanza una profundidad superior a los 1.300 metros, mientras que en su recorrido está flanqueado por impresionantes acantilados.
Puntos de inicio para recorrer el fiordo de los Sueños
La citada ciudad de Balestrand es un buen lugar para establecerse en este recorrido. De hecho, en ella se encuentra el alojamiento hotelero más famoso de la zona, un hotel de 1877 construido íntegramente en madera. Si bien en esa pequeña población o en otras del fiordo como son Sogndal o Kaupangen también hay posibilidad de hospedarse en las típicas cabañas.
En cualquiera de estas localidades y en estos alojamientos nos informarán ampliamente sobre los recorridos en ferry por el fiordo y sus distintos brazos, algunos tan estrechos y profundos como el Naerofjord, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco.
“La naturaleza es un poema que yace oculto bajo una forma secreta y maravillosa.”
-Juan Eusebio Nieremberg-
El tren de Flam
Además de las excursiones marinas por el fiordo de los Sueños, una vez en la zona también hay que tomar el tren que va entre Flam y Myrdal. Es el llamado Flamsbanen, el cual no solo ofrece unas vistas increíbles sobre el altiplano noruego, sino que además permite viajar en una verdadera joya de ingeniería.
Son unos 20 kilómetros de recorrido haciendo una espiral que se sumerge hasta en una veintena de túneles para finalmente ganar una altura privilegiada de 850 metros.
Todo ello a una velocidad ideal para sacar fotos y admirar esos paisajes plagados de bosques e impresionantes cascadas de agua. Eso sí, como tantas otras cosas en Noruega, su precio es definitivamente caro.
El glaciar de Jostedalsbreen
Hemos dicho que Sognefjorden tiene un origen glaciar, pues bien todavía se puede ver una de estas inmensas lenguas de hielo en la zona. Es el glaciar de Jostedalsbreen, cuyas dimensiones superan los 100 kilómetros de largo por otros 15 de ancho. Siendo por ello el mayor de Europa y que nos puede dar una idea de cómo eran estos paisajes hace decenas de miles de años.
Mucho más que naturaleza en Sognefjorden
Sin duda alguna los increíbles paisajes son los grandes protagonistas de este viaje por el fiordo de los Sueños. Sin embargo sorprende descubrir lugares y patrimonio artístico de unas formas completamente distintas a las que estamos acostumbrados y que además resisten el paso de los siglos en un medio natural tan duro como el de Escandinavia.
Ese es el caso de la iglesia vikinga de Borgund Stavkirke ubicada en la población de Laerdal. Un templo construido en el siglo XII y que desde entonces salvaguarda su arquitectura tradicional de madera íntegramente realizada en madera.
Un edificio religioso donde los carpinteros vikingos labraron figuras de lo más intrigante como son las cabezas de dragón o las típicas runas de esta desconocida cultura del norte de Europa.