8 razones para visitar Menorca este verano
Ideal para unos días de tranquilidad en contacto con la naturaleza, aguas cristalinas, isla en medio del Mediterráneo, paraíso por donde se lo mire, paisajes infinitos…. ¿Todavía necesitas más razones para visitar Menorca este verano? ¡Entonces lee el siguiente artículo! Te contaremos cuáles son las “excusas” perfectas para una escapada o unas vacaciones a este precioso lugar.
¿Por qué ir a Menorca?
Si estás pensando a dónde ir este verano, Menorca puede ser una excelente opción. Aquí algunas de las razones (pero hay más, sin dudas):
1. Calas y playas vírgenes
¿Estás triste porque el presupuesto no te alcanza para viajar al Caribe? ¡Pues no te preocupes! En Menorca hallarás los más bonitos paisajes que puedas imaginar. A media hora andando desde el centro te toparás con playas alejadas del bullicio, los turistas y los servicios típicos (hamacas, baños o chiringuitos) y pensarás que eres millonario y te has comprado una isla. No dejes de visitar las calas Rafalet, Escorxada y Pilar.
2. Un puerto increíble
El puerto de Mahón es el puerto natural más grande del Mediterráneo y segundo del mundo (sí, del mundo… y está en Menorca). Solo por este dato merece la pena visitarlo. Pero no sólo durante el día mientras te bronceas sino también por las noches, cuando cambia por completo su faceta y se llena de opciones para comer, beber o simplemente disfrutar de las luces lejanas.
3. Zapatos y más zapatos
Así como estás leyendo… en Menorca puedes ir de compras para llenar el guardarropa con los más bonitos zapatos artesanales (hechos a mano) que van desde las tradicionales sandalias llamadas abarcas a los tacones de moda en las tiendas de la península. Una alternativa chic y diferente, ya que los modelos están pintados a mano, son muy llamativos y emplean cuero crudo. Consigues el calzado en el centro de la isla y casi en todos lados.
4. Ser marino por un día
¿Tu sueño es tener un barco y salir a la mar sin rumbo? Bueno, puedes cumplir esa fantasía aquí en Menorca. Lo mejor de todo es que por una cantidad de dinero aceptable te puedes dar el lujo de explorar toda la costa conduciendo la embarcación. Para alquilar los barcos dirígete al sur, más precisamente a la playa de Son Xoriguer o al norte, al puerto de Fornells. La mejor opción es la primera porque el mar es más tranquilo (si eres inexperto lo agradecerás).
“El mar también elige puertos donde reír como los marineros. El mar de los que son. El mar también elige puertos donde morir. Como los marineros. El mar de los que fueron.”
-Miguel Hernández-
5. Una deliciosa caldereta de langosta
La gastronomía menorquina se especializa, claro está, en el pescado y los mariscos. Pero la caldereta es “el” plato por excelencia y no puedes irte de la isla sin haberlo probado. Un exquisito sabor para disfrutar mirando el mar. ¿Qué más puedes pedir a la vida?
6. Beber en una cueva como un náufrago
¿Qué dices? Aquí tienes la explicación: hay una leyenda en Menorca sobre un hombre que llegó a la isla como superviviente de un naufragio y se refugió en la Cova d’en Xoroi, una cueva ubicada al sur y en medio de un acantilado.
En la actualidad esta cueva ofrece terrazas a diferentes alturas para disfrutar de una copa mientras pasan música. ¿Qué te recomendamos beber? ¡Una pomada! Se trata de la bebida tradicional local, una combinación de Ginebra Gin Xoringer con limonada.
7. A caballo por un camino centenario
Por supuesto que Menorca tiene historia más allá de la del náufrago (que no sabemos si es verdadera). Una excelente opción para tu estancia en la isla es recorrer a caballo el Camí de Cavals, un sendero de 185 kilómetros por todo el litoral. En la antigüedad este camino se usaba como defensa contra las invasiones y era una ruta comercial que, claro, se hacía a caballo, el animal por excelencia.
8. Joyas arquitectónicas
La presencia humana tiene muchos siglos en Menorca y eso se ve en cada rincón. Te recomendamos que visites el poblado talayótico de Torre d’en Galmés, las taulas y los talayones que todavía se conservan.
También puedes hacer un paseo por las villas menorquinas, de influencia británica, con ventanas de guillotina y otros elementos característicos. Incluso tienes una ruta relacionada a la huella de la colonización por parte de Inglaterra en el siglo XVIII, como es el caso de la Isla del Rey.
¿Te hemos convencido para ir a Menorca este verano?