Pula en Croacia, una ciudad fascinante
Croacia tiene unos paisajes y lugares que cortan la respiración. La costa dálmata, la capital (Zagreb) o la isla con forma de corazón son algunos de los lugares que no te puedes perder. Pero en esta ocasión queremos descubrirte una ciudad maravillosa situada al nordeste del país, Pula ¡Te encantará!
Pula: una larga historia
Pula ha sido el centro administrativo de la península de Istria desde la Antigua Roma y su historia es realmente larga. Por su situación geográfica formó parte de Italia y del Imperio austrohúngaro, y en la actualidad se dedica no solo al turismo, sino a la producción de vino y a la pesca.
El buen clima, suave y cálido y su ubicación, a orillas del mar Adriático, convierten a Pula en un hermoso lugar para descansar en las vacaciones o como destino de paso durante una travesía por los Balcanes.
El legado romano que tiene esta ciudad es realmente impresionante y eso la distingue de otras localidades cercanas (también elegidas para viajes de verano). Los orígenes de Pula en realidad se remontan al siglo X a.C., en tiempos de la Antigua Grecia. Sin embargo en 177 a.C. los romanos invadieron la península y la fueron “remodelando”.
Pula perteneció a muchos países, reinos o imperios en su larga historia: Bizancio, Venecia, Génova, Austria, Italia, Yugoslavia… hasta que en 1991 (y desde entonces) pasó a formar parte del territorio croata.
Atractivos turísticos de Pula
También llamada “Pola”, como en tiempos romanos, esta ciudad ofrece una buena cantidad de monumentos y patrimonio que vale la pena visitar:
1. Anfiteatro
Es el símbolo de Pula y está muy bien conservado. Fue construido en piedra caliza al mismo tiempo que el Coliseo de Roma (siglo I) y tenía una capacidad para 20.000 personas que veían los espectáculos de los gladiadores. Tiene 72 arcos en toda su circunferencia y una planta elíptica de 130 metros de longitud.
Se empleó para torneos medievales y ferias de caballeros durante la Edad Media y en la actualidad es un anfiteatro con capacidad para 5.000 espectadores. Los pasos subterráneos usados por los gladiadores se convirtieron en salas de exposiciones sobre las producciones de vino y aceitunas.
2. Arco del Triunfo
Llamada también Puerta de Oro, fue construida por la familia de los Sergios en el año 27 a.C. Estaba orientada a la Puerta Aurea de la ciudad, derribada a principios del siglo XIX junto a las murallas por la extensión de la ciudad.
El arco es de estilo corintio con detalles helenísticos y asiáticos. En la calle adyacente a esta puerta hay una bonita zona de compras y una plaza, punto de encuentro entre los locales.
3. Foro y templo de Augusto
Fue dedicado a la diosa Roma y al emperador Augusto y construido igual que los templos romanos. Se usó como iglesia, granero y museo arqueológico. En la Segunda Guerra Mundial fue destruido por completo y reconstruido años después. Contiene una colección de esculturas en bronce y piedra que merece la pena contemplar.
4. Palacio Comunal
Cuando la ciudad era un Estado Libre, en 1296 se construyó este palacio en el foro antiguo para ser la sede del gobierno autónomo. Luego fue sede del duque (en la dominación veneciana) y hoy es la alcaldía de la ciudad. Como se ha ido reformando con el tiempo muestra una gran mezcla de estilos arquitectónicos.
5. Mosaico El Castigo de Dirce
Durante la Segunda Guerra Mundial, los bombardeos destrozaron gran parte del patrimonio artístico, pero también sacaron a la luz los mosaicos que pertenecían a las antiguas casas romanas sobre los bloques construidos junto a la capilla de Santa María de Formosa.
El más llamativo de todos es el mosaico que representa la escena del castigo del Dirce. Según el mito, Zeus y Aphion atan a Dirce a los cuernos de un toro como castigo. Se cree que este mosaico, de 12 metros de largo por 6 de ancho, cubrió el piso de una villa romana en el siglo III.
“La historia es cuestión de supervivencia. Si no tuviéramos pasado, estaríamos desprovistos de la impresión que define a nuestro ser.”
– Robert Burns –
Más atractivos de Pula: los restos de las murallas y puertas de la ciudad (por ejemplo la de Hércules), la iglesia y monasterio de San Francisco, la Catedral de la Asunción de la Virgen María y el Museo Arqueológico de Istria.