El puente de Brooklyn y sus curiosidades
El puente de Brooklyn, en Nueva York, destaca de muchas maneras en una ciudad en la que no faltan los iconos. Este símbolo de la Gran Manzana ofrece uno de los skyline más increíbles de Manhattan. Su belleza lo ha convertido en escenario de taquilleras películas. Además, la suya es una fascinante historia que vale la pena conocer. Vamos a recorrer el puente de Brooklyn, uno de los puentes más espectaculares de Nueva York y también del mundo.
El puente de Brooklyn cruza en East River en Nueva York. Su construcción, que finalizó en 1883 y duró 13 años, marcó un hito en la historia al utilizar por primera vez una vanguardista estructura de acero. Con una longitud total de 1.825 metros y una distancia entre pilares de casi 500 metros, fue durante 20 años el puente colgante más largo del mundo.
La fascinante historia del puente de Brooklyn
El puente fue ideado por John Augustus Roebling, propietario de una compañía metalúrgica. Su idea nació un día de invierno en el que Roebling tuvo dificultades para llegar a Brooklyn, pues una gran capa de hielo cubría el río y era imposible llegar al otro lado con el Atlantic Avenue-Fulton Street Ferry.
Roebling se propuso solucionar este problema con la construcción de un puente. Tres años más tarde ya había desarrollado el proyecto. Un proyecto que él mismo calificó como una gran obra de arte.
Su construcción comenzó el 3 de enero 1870 y finalizó el 24 de mayo de 1883. El puente alcanzó gran fama mundial, pues era el primero en el mundo suspendido mediante cables de acero. Actualmente, aquellos cables de acero y sus dos torres neogóticas, que se elevan 84 metros por encima del agua, forman una de las estampas neoyorquinas más impactantes.
Curiosidades del puente de Brooklyn
1. Más de 13 años para su construcción
La construcción de este mítico puente, ya lo hemos señalado, duró unos 13 años y tuvo un coste de 15 millones de dólares. Cuando fue inaugurado en 1883, Manhattan y Brooklyn quedaron al fin conectados.
Para sacar adelante esta magnífica obra se necesitó el trabajo de más de 600 personas. Ellas fueron las que dieron forma a 6.740 toneladas de materiales, dando como resultado esta maravillosa obra que fue símbolo de la Revolución Industrial.
El puente es sostenido por cuatro cables, cada uno de 1.090 metros de largo y 40 centímetros de espesor, y a la vez está formado por otros 21.000 cables más pequeños.
2. Muerte temprana de Roebling
Después de que J. A. Roebling se esforzara durante 17 años para diseñar y conseguir financiación, murió 5 días después del inicio del proyecto. Según historiadores, Roebling contrajo tétanos por una herida que sufrió en su pie cuando inspeccionaba el proyecto. Pese a que le amputaron el pie, murió al poco tiempo.
Su hijo Washington se encargó del proyecto, pero poco después sufrió los efectos del “síndrome de descompresión” y quedó paralizado y en cama. Su esposa Emily le ayudó durante los siguientes 11 años en la supervisión de las obras, llegando a convertirse en una experta. Unos 20 obreros murieron del “síndrome de descompresión” y en total se calcula que al menos 27 personas murieron durante la construcción de esta infraestructura.
3. Una apertura dramática
El primer día de la inauguración, Emily Roebling fue la primera en cruzarlo. Le siguieron unos 1800 vehículos y unas 150.000 personas. Seis días después de la inauguración se rumoreó que el puente iba a derrumbarse. Esto provocó una estampida humana que terminó en la muerte de doce personas.
4. La confianza vino de la mano de los elefantes
La estampida y la muerte de personas hizo que se perdiera la confianza en el puente, por lo que nadie quería cruzarlo. En 1884 se organizó un desfile de elefantes para demostrar que el puente no se iba a desplomar. Jumbo, un elefante de siete toneladas y 20 de sus mejores amigos elefantes, recorrieron el puente desde Brooklyn hasta Manhattan. Este desfile atrajo a muchas personas, recobrándose la confianza en la seguridad del puente.
5. Inicialmente tenía otro nombre
Cuando el puente fue inaugurado se llamó New York and Brooklyn Bridge. Después, se convirtió en el puente del East River. No fue hasta 1915 cuando recibió nombre actual.
“Mientras recorro en un sentido y en otro el puente de Brooklyn todo se me aclara perfectamente. Una vez que dejo atrás la torre y me siento en equilibrio sobre el río, todo el pasado encaja. (…) El puente era el arpa de la muerte, la extraña criatura alada sin ojo que me mantenía suspendido entre ambas costas.”
-Henry Miller-
6. Los saltadores del puente que quisieron ser historia
Desde su inauguración, este puente ha atraído a muchos “saltadores” que quieren lograr la hazaña de sobrevivir a un salto. El primero de ellos fue Robert Emmet Odlum, quien se lanzó el 19 de mayo de 1885. Aunque fue rescatado con vida del agua, ya nada se podía hacer por él. La primera persona que saltó y sobrevivió fue Clara McArthur en 1895.
Si vas a Nueva York no puedes dejar de cruzar este increíble puente. Es una de las mejores postales que tendrás de tu viaje a la Gran Manzana.