Pompeya, una ciudad sepultada por las cenizas
La ciudad de Pompeya, localizada en la región italiana de Campania, en el área metropolitana de Nápoles, fue destruida y sepultada por una enorme erupción del volcán Vesubio en el año 79. Aquella violenta erupción hizo desaparecer de la faz de la tierra las ciudades de Pompeya y Herculano, y estas cayeron en el olvido tras aquel impresionante cataclismo.
A continuación, te proponemos acercarte hasta las laderas del Vesubio para que conozcas algunas curiosidades de Pompeya, una dinámica urbe que quedó atrapada en el tiempo.
Algunos datos sobre el trágico lugar
La catastrófica erupción del volcán Vesubio en el año 79 dejó atrapados a los 25 000 habitantes que por aquel entonces vivían en la ciudad de Pompeya. Esta quedó sepultada bajo las cenizas, junto con algunos de los edificios más emblemáticos de la Antigua Roma.
Los pueblos prerromanos ya vivían en esta zona del valle junto al Vesubio muchos años antes de la llegada y consolidación del Gran Imperio. En realidad, esta región —La Campania— tiene una historia comercial muy dilatada, reflejada sobre todo en incursiones e influencias etruscas y griegas.
El área se originó durante la Edad de Bronce, en la desembocadura del río Sarno. El sitio de Pompeya y el área circundante ofrecía las ventajas de un clima favorable y un rico suelo volcánico que permitió el florecimiento de la actividad agrícola.
De hecho, Plinio el Joven, escritor y científico de la antigua Roma, escribió en sus cartas sobre la ciudad de Pompeya. Este autor la consideraba como uno de los lugares más hermosos del mundo, rodeado de tierras fértiles que producían vino en abundancia.
Vesubio, el volcán que sepultó Pompeya
El Vesubio no se formó de la noche a la mañana; de hecho, los científicos consideran que la montaña ha estado en erupción durante muchos períodos a lo largo de la historia. De cualquier manera, la erupción que sepultó Pompeya llegó de manera imprevista para los habitantes de la ciudad.
Era el día 24 de agosto del año 79, un día después de las fiestas de la Vulcanalia, realizadas en honor a Vulcano, dios romano del fuego. Se cree que la erupción tuvo una duración de unas 24 horas, pero los restos de rocas y cenizas siguieron cayendo durante 2 días consecutivos hasta cubrir la ciudad por completo y sepultarla bajo 6 metros de materiales piroclásticos.
La lava alcanzó la ciudad a una velocidad de 110 km/h y cubrió una superficie de 500 kilómetros cuadrados, por lo que no solo Pompeya fue destruida, sino también otras ciudades y pueblos aledaños; entre ellos, la famosa ciudad de Herculano.
Disfrutando de Pompeya 2000 años después
Cruzar las puertas de Pompeya significa retroceder casi 2000 años en el tiempo. Aquí han sido descubiertas viviendas prácticamente intactas, frescos, objetos de la vida cotidiana, pero también unas extrañas cavidades con forma humana que atestiguan la virulencia con la que ocurrió todo aquél fatídico día.
La que un día fue una próspera ciudad portuaria —aunque hoy el mar queda a varios kilómetros de allí— se ha convertido en el yacimiento arqueológico más importante de cuantos perduran de la civilización romana.
Las excavaciones comenzaron en el siglo XVIII, pero en la actualidad se siguen produciendo nuevos hallazgos que permiten conocer la antigüedad un poco mejor.
Recorrer las calles de Pompeya es como caminar por el pasado. Allí se alzan, desafiantes al paso del tiempo, impresionantes edificios como el anfiteatro, gimnasios, termas, el templo de Isis o el de Apolo. Asimismo, se conservan tabernas, panaderías, lavanderías y el lupanar de la ciudad, con sus camas de piedra y sus escenas eróticas pintadas en las paredes.
El Vesubio sigue vivo
El peligro del Vesubio no ha terminado. Este volcán es el único activo de la Europa continental y permanece dormido más de 70 años después de su última gran erupción, ocurrida en 1944.
La zona que rodea el Vesubio está densamente poblada. Se calcula que una eventual erupción destructiva podría afectar a unos 3 millones de personas que residen en los municipios del Golfo de Nápoles.
Pompeya se ha convertido en el yacimiento arqueológico más importante de la época romana debido a su excelente estado de conservación. Las tres cuartas partes de la ciudad que actualmente están al descubierto nos permiten hacernos una idea de cómo era la vida allí y de cómo, en tan solo unos minutos, todas las páginas de su historia quedaron convertidas en cenizas.