Plaza de la Signoria: un lugar imprescindible de Florencia
La Plaza de la Signoria es, sin duda, el punto neurálgico de la ciudad de Florencia. Se encuentra situada en el corazón de la ciudad medieval, y en ella podrás encontrar los principales edificios, restaurantes y cafeterías de esta localidad italiana. ¿Quieres saber más sobre ella?
El origen de esta histórica plaza
La configuración de la plaza que podemos ver en la actualidad es medieval. No obstante, parece que este espacio ya era importante muchos siglos antes. Por ejemplo, en épocas del Emperador Adriano, el solar que hoy ocupa la Plaza de la Signoría de Florencia estaba ocupado por unas termas.
Recién fue en el siglo XIII cuando tomó su tradicional aspecto en forma de L, como consecuencia principalmente de la Batalla de Benevento. Este fue un hecho histórico que también se vio plasmado en el urbanismo florentino, pues los güelfos, ganadores en la batalla, quemaron las casas de los gibelinos ubicadas en la zona de la actual plaza y las demolieron por completo.
Poco a poco se fueron construyendo allí los principales edificios de la ciudad. Su importancia fue tal que se concentraron en este emplazamiento la sede del gobierno de la ciudad y los principales tribunales. Además, también se hicieron espacios para arte y fiestas.
Allí se instaló la «hoguera de las vanidades» de Girolamo Savonarola. Se trató de uno de los episodios más convulsos de la historia de la ciudad, pues supuso la destrucción de cientos de libros, tablas de juego, ropa y demás objetos que Savonarola consideraba vanidosos.
Poco después, en ese mismo sitio, moriría este personaje acusado de herejía, como bien recuerda una placa conmemorativa que podrás encontrar en esta plaza florentina.
Qué ver en la Plaza de la Signoría de Florencia
Como ya habrás visto, la importancia histórica de la Plaza de la Signoría de Florencia es enorme. Esta relevancia también se refleja en los edificios, las esculturas y la decoración que podrás encontrar en ella.
El Palacio Vecchio
Es un impresionante palacio que se construyó entre los siglos XIII y XIV, gracias al proyecto del arquitecto Arnolfo di Cambio. Se trata de uno de los primeros edificios civiles que muestran ese sentido de la estética renacentista tan propia de Italia, aunque aquí aún vemos la presencia de las fortificaciones medievales que servían a los señores para protegerse de posibles ataques.
Destaca sobre todo por su robustez y por la esbelta Torre di Arnolfo, una torre vigía que se alza sobre la fachada y que cuenta con una altura de 95 metros. En este palacio se instaló la sede del gobierno de la ciudad y fue también residencia del Gran Duque Cosme I de Médicis, de su familia y de su Corte.
La Logia de la Signoria
También llamada «la galería» o la Logia dei Lanzi. Es un elemento gótico que data del siglo XIII en el que podemos encontrar una bella exposición de esculturas; se ha vuelto una especie de museo abierto ya desde el siglo XVI. Allí se albergaban algunas de las mejores muestras artísticas que la familia de los Médicis encargaba a los artistas del momento.
Entre estas obras se encuentran El Perseo con la Cabeza de Medusa, de Benvenutto Cellini; El Rapto de las Sabinas, de Giambologna; el Marzocco de Donatello y el David de Miguel Ángel. Todas son obras clásicas que han ido cambiando con el tiempo según los gobiernos que ha tenido la ciudad hasta configurar la galería actual de las esculturas.
El museo representa un precioso ejemplo que, junto a la Fuente de Neptuno —en portada— realizada por Ammanati, o la estatua ecuestre de Cosme I, hacen de la plaza un auténtico centro de las artes.
Además, en esta plaza encontrarás muchos otros edificios importantes, como el Tribunal de las Mercancías, en el cual se dirimían los problemas entre los diferentes comerciantes de la ciudad, o el Palacio de Ugoccioni y el Palacio de las Aseguraciones.
La Plaza de la Signoría, un sitio que hay que conocer
Alrededor de la plaza funcionan varios cafés y restaurantes, desde donde se puede observar todo el bullicio que la rodea. También es un lugar muy especial, en el que podrás apreciar el arte local, ya que se reúnen allí los artistas locales para presentar sus últimas creaciones. En definitiva, es un punto lleno de arte e historia, que todo viajero debe visitar al menos una vez en su vida.