Algunos platos de Croacia que debes probar
Los platos de Croacia son diversos y regionales debido a los marcados contrastes gastronómicos de este país. Estos son especialmente notables al comparar las tradiciones costeras con respecto a las del interior.
Mientras que en el primer caso es clara la influencia de la gastronomía mediterránea, en el segundo es notoria la impronta vienesa, turca y húngara. En las zonas costeras son comunes el pescado, los mariscos, los embutidos, las trufas blancas y los vinos. En el interior predominan la carne de ternera o cordero, los vegetales y los panes.
Gracias a su heterogeneidad geográfica, el país cuenta con una gran variedad de productos que enriquecen las recetas que allí se elaboran. Por Croacia han pasado culturas como la francesa , la italiana y la romana, entre otras, y cada una ha dejado una marca que se refleja en su gastronomía.
Aunque la cocina croata no cuenta con reconocimiento internacional, sin duda, no tiene que envidiarle a los demás países europeos. Si quieres saber más acerca de la gastronomía croata, prepara tus sentidos y descubre lo que sigue a continuación.
1. Platos de Croacia: Pašticada s njokima (estofado de carne)
Este es uno de los platos de Croacia más apreciados y populares. Aunque es originario de la zona de Split, se consume en todo el país. Su preparación tradicional lleva varios días, por lo que su precio resulta alto. Por lo general, este plato se acompaña con algún tipo de pasta casera o ñoquis de papa.
Para su elaboración se requiere carne de res, que debe marinarse desde el día anterior con tocino, clavo, ajo, pimienta, sal y vinagre. Luego se espolvorea harina de trigo y se fríe con aceite de oliva en una sartén.
En una olla se disponen cebolla, perejil, zanahoria y tomate picados, más agua, pimienta y sal hasta hervir. Posteriormente, se agrega la carne precocida con ciruelas pasas y vino seco y se cocina tres horas.
2. Brudet (guiso de pescado)
Es uno de los platos de Croacia que más se consumen en las regiones costeras. Es originario de Italia, de hecho, el término ‘brudet’ viene de ‘brodeto’, que se traduce como caldo en italiano. Conforma una comida saludable que destaca por su alto contenido en proteínas y minerales, además de un sabor exquisito.
Para elaborar brudet es necesario sofreír cebolla picada con aceite de oliva y luego añadir trozos de diferentes tipos de pescado (al menos tres). En una olla se introducen papas en rodajas, junto con tomates picados sin piel. Se agregan ajo, pimienta, perejil, sal, aceite de oliva, más agua y vino seco y se deja cocinar por lo menos 30 minutos.
3. Ostrea edulis (ostras europeas)
La Ostrea edulis, ostra europea o Kamenice, es uno de los platos de Croacia el que tiene mayor tradición. El cultivo de esta especie, característica de la zona de Mali Ston, data desde el periodo romano. Expertos gourmet las catalogan como las ostras más deliciosas del mundo.
Existen muchas formas distintas de preparación de las ostras, por ejemplo en sopas, salteadas, en risotto y rebozadas, entre otras. Sin embargo, la manera más usual de consumirlas consiste en comerlas al natural, es decir, crudas junto con un poco de jugo de limón. Son exquisitas y muy nutritivas.
5. Ćevapi (asado)
De los platos de Croacia, este es el más apropiado para compartir en familia o con amigos. En esencia, se trata de un asado en el que las salchichas son el centro de interés. Este plato es originario de Serbia, Herzegovina y Bosnia y tuvo gran aceptación dentro de la cocina croata. Es exquisito.
Para su preparación se requiere carne picada de cerdo, cordero y res, las cuales se mezclan con ajo, cebolla, bicarbonato de sodio y un chorrito de agua. Al día siguiente se hacen salchichas pequeñas que se asan a la parrilla. Se acompañan con pan somun o lepinja, cebolla finamente picada y la bebida de preferencia.
5. Rožata (flan de Dubrovnik)
El flan de Dubrovnik es típico de la costa Adriática, a diferencia de la mayoría de postres croatas, que tradicionalmente se producen en el interior. El sabor de este postre resalta por el equilibrio de sus ingredientes y su aroma sin igual. Su origen data del siglo XII, cuando Venecia era un estado independiente.
Para elaborar la crema se mezclan azúcar, ralladura de limón y esencia de vainilla en leche caliente. En otro recipiente se baten huevos, se añade la mezcla anterior y se introduce al horno. La salsa de caramelo se hace a partir de agua y azúcar morena hasta obtener una tonalidad ámbar transparente. Finalmente, se desmolda el flan y vierte la salsa de caramelo sobre la superficie.