Un paseo por la laguna Véneta
La laguna Véneta es mucho más que la famosa ciudad de Venecia. Se trata de una amplia extensión de agua salada procedente del mar Adriático, donde emergen más de un centenar de islas, algunas habitadas, otras no.
Algunas de estas islas son bellísimas, mientras que otras solo son pequeños islotes de fango. Casi todas están cargadas de historia y muchas con verdaderas joyas artísticas. A continuación, os proponemos dar un paseo por la laguna Véneta para descubrir sus grandes encantos.
Venecia, el epicentro de la laguna Véneta
De la ciudad de Venecia, sus monumentos, cafés, tradiciones y hasta de sus famosos carnavales se ha hablado en numerosas ocasiones. Sin embargo, en esta ocasión solo os vamos a nombrar a la mítica ciudad de los canales como punto de partida para emprender un paseo por la laguna Véneta.
Es un recorrido que, como ya os imaginaréis, es acuático. Así que podéis tomar desde Venecia los vaporetti o distintos transportes que os llevan a otras islas. Otra alternativa es contratar una excursión que os proponga este fantástico paseo.
Características de la laguna Véneta
Antes de embarcar, vamos a dar alguna pincelada sobre el conjunto de la laguna Véneta. Sus dimensiones son más o menos de 50 kilómetros de largo por 15 kilómetros de ancho.
En ella, las más de 100 islas existentes rara vez superan los dos metros de altura, y de ahí la importante incidencia del fenómeno de las mareas y el acqua alta que, de vez en cuando, las inundan prácticamente. Ahora que ya tenemos una visión global de este trocito de Italia, viajemos a sus islas más carismáticas…
Murano
Comencemos por una de las más famosas, la pequeña isla de Murano. ¿Por qué es famosa? Por sus célebres vidrios. La cristalería de Murano es reconocida en el mundo entero y es uno de los recuerdos típicos de un viaje por la laguna Véneta. De hecho, si se visita uno de los talleres de soplado habituales en esta isla, es imposible no comprar alguno de estos delicados objetos.
Burano
El nombre de esta otra isla de la laguna Véneta es casi idéntico al anterior, pero no hay que confundir Murano y Burano. Cuando se visita Burano, se comprende rápidamente el porqué de su distinción.
Y es que se trata de un conjunto de lo más pintoresco, en el que llaman la atención los intensos colores de sus casas. Estas, según la leyenda, se pintaron así para que los pescadores las pudieran identificar en los días de niebla más intensa.
Torcello
Torcello está considerada como una de las primeras islas que se habitó de la laguna Véneta. Tal antigüedad queda atestiguada por su extraordinario patrimonio histórico y artístico.
No os perdáis los mosaicos bizantinos de la basílica de Santa Maria Asunta o el conocido como Trono de Atila. Si buscáis una comida tranquila, Torcello es un buen lugar para saborear la gastronomía local degustando una copa de vino italiano.
Lido
Ahora nos vamos hasta uno de los puntos más extremos de la laguna Véneta, la gran isla de Lido. Esta hace de barrera con el Adriático y tiene muchos elementos que le dan una personalidad única.
Por ejemplo, es la única que tiene carreteras. Además, aquí se celebra el famoso Festival de Cine de Venecia. Si hay un buen sitio en la zona para darse un baño, es en su playa.
San Giorgio Maggiore
Vamos retornando a las proximidades de Venecia. Allí nos espera la pequeña isla de San Giorgio Maggiore, cuya iglesia es bien visible desde la propia Plaza de San Marcos.
Hasta aquí hay que darse siempre un paseo, aunque sea en vaporetto, para tener a su vez unas increíbles vistas del conjunto de la laguna Véneta y de la ciudad de los canales.
Giudecca
Culminamos el itinerario en la isla de Giudecca. Aquí el patrimonio es esplendoroso, y si solo tuviéramos que nombrar un sitio, habría que quedarse con la exquisita construcción del Cristo Redentor, proyectada por uno de los grandes arquitectos italianos de todos los tiempos: Andrea Palladio.
No obstante, no es el único artista ilustre vinculado con esta isla de la laguna Véneta. ¿Sabías que aquí vivió varios años el gran Miguel Ángel?
La laguna Véneta promete un viaje maravilloso
En definitiva, si estáis preparando un viaje a Venecia, os recomendamos que guardéis un día —o mejor dos— para recorrer con calma la laguna Véneta. Tiene un sinfín de rincones muy especiales, y además os dará la mejor perspectiva de esta inolvidable ciudad.