Palazzo Vecchio, símbolo del poder de Florencia
Todo es bonito en una ciudad como Florencia, pero hay monumentos y edificios que destacan. Uno de ellos es el Palazzo Vecchio, ubicado en la Piazza della Signoria y cuyo interior alberga un maravilloso museo que, por supuesto, no te puedes perder. ¿Nos acompañas a recorrerlo?
Breve historia del Palazzo Vecchio
El Palacio Viejo, según su traducción al español, fue llamado de diferentes maneras a lo largo de su historia: Palacio de los Priores, Palacio Nuevo, Palacio de la Señoría y Palacio Ducal. El lugar elegido para su construcción fue un antiguo teatro romano, cuya platea se extendía sobre la Piazza della Signoria y el escenario en la actual Vía dei Leoni.
A finales del siglo XIII la ciudad decidió construir un edificio para proteger a los magistrados y celebrar su importancia como gobierno. El encargado de la obra fue Arnolfo di Cambio, el mismo que hizo los planos de la Basílica di Santa Croce y el Duomo de Florencia.
Las obras comenzaron en el año 1299 usando las estructuras de otros palacios: dei Fanti y dell’essecuttore di Giustizia. Se le añadió una torre y, tras la muerte del arquitecto, las obras siguieron bajo las ordenes de otros maestros hasta finalizar en 1314.
Posteriormente se realizaron diversas ampliaciones y modificaciones, según el conde que estuviese a cargo. Un palacio con aspecto de fortaleza, decorado en estilo renacentista y que contiene una serie de habitaciones usadas por Cosme I de Médici para vivir con su familia.
Entre los años 1865 y 1871 el ya llamado Palacio Viejo fue la sede de gobierno cuando Florencia fue proclamada capital del Reino de Italia. En la actualidad alberga un museo sobre su historia, el Ayuntamiento y las oficinas del alcalde.
De paseo por el Palazzo Vecchio
Con solo pararnos frente al palacio quedaremos asombrados. Su fachada principal está dividida en tres niveles de cornisas y dos filas de ventanas de mármol. La parte antigua está coronada con un balcón, arcos y pilares y destaca la torre de Arnolfo de tipo gibelino.
Los leones Marzocco, símbolos de la ciudad, se encuentran en las cuatro esquinas del balcón. Además, en la entrada podrás ver dos grandes estatuas: a la derecha a Hércules y Caco y a la izquierda una copia del David de Miguel Ángel.
Una vez que entres en el palacio, la Sala del Cinquecento es de las primeras en presentarse. Desde sus orígenes este recinto fue usado para audiencias y eventos especiales. Con 22 metros de ancho, 54 de largo y 17 de alto es la sala más grande de toda Florencia. La decoración es similar a la Scuola Grande di San Rocco de Venecia.
Puedes apuntarte en las visitas guiadas para recorrer el palacio (en español) o hacer el trayecto por tu cuenta. En ese caso no te pierdas los siguientes lugares:
Patio de Michelozzo
Si entras al edificio desde la Plaza della Signoria es lo primero que verás. Fue diseñado en 1453 y si bien es sencillo, cuenta con una riqueza artística inigualable. Es de forma cuadrada, tiene grandes columnas para sostener la galería con decoración en estuco.
Los techos están pintados con bonitos frescos que datan de 1565 y el conjunto se completa con una bella fuente instalada en 1557 y en cuyo punto más alto tiene una escultura llamada El ángel con el delfín (que es una copia ya que la original está en la segunda planta del Palazzo).
Genio de la Victoria de Miguel Ángel
Es una de las obras de arte que más destaca de todo el palacio Fue esculpida en mármol entre 1532 y 1534 y formaba parte del gran proyecto del artista: la tumba del Papa Julio II (el sepulcro completo, con el Moisés, está ubicado en la iglesia de San Pietro y Vincoli de Roma). La estatua tiene 2,65 metros de alto y muestra a dos figuras luchando.
“La verdadera obra de arte no es más que una sombra de la perfección divina.”
– Miguel Ángel –
Cuartos Monumentales
Serán los protagonistas de gran parte de tu paseo por el palacio. Se trata de una serie de estancias y salones con una decoración majestuosa. La sala del papa León X, por ejemplo, fue dedicada al hijo de Lorenzo el Magnífico, perteneciente a la dinastía de los Médici y hoy es usada como sala del Ayuntamiento.
En el techo se pueden ver escenas de la vida del pontífice y en las paredes hay grandes pinturas. Otro de los salones es el de Clemente VI.
Segunda planta
Una vez que subas por la monumental escalera de Vasari, seguirás tu recorrido por dos recintos más que interesantes. El primero es el Salón de los Lirios, decorado con flores de lys, frescos de Domenico Ghirlandaio y obras de Donatello. El segundo es la Sala de la Audiencia, con su techo abovedado cubierto de oro puro.